Marathon ⸺ateez x mingi。2023

0.13 Better Boyfriend III

Se sostuvo con miedo, con las manos temblando y el corazón golpeando tan fuerte que podía sentirlo en sus oídos. Las horas habían pasado lento, el ruido de la lluvia sonaba sordo y lejano, y seguía temblando. Mingi seguía temblando.

Hacía frío, pero las sábanas estaban ardiendo. Mingi intentó levantarse, pero ningún músculo de su cuerpo respondió.

―¿Mingi? ―La voz de Yunho sonó preocupada y ronca.

Mingi abrió sus ojos humedecidos y miró las pupilas de Yunho frente a él. ¿En qué momento Yunho se había colado a su cama?

Yunho tomó la mejilla de Mingi con una mano, acunándola cariñosamente.

―¿Una pesadilla? ―preguntó, pero los labios de Mingi solo temblaban y no le dijo nada.

Sólo habían pasado tres noches, el corazón de Mingi estaba muy lejos de sanar, y Yunho no pretendía que lo hiciera tan rápido.

―¿Hablamos? ―Yunho solía preguntar qué hacer todo el tiempo, buscaba alguna respuesta de Mingi o solo su consentimiento―. Tómate todo el tiempo que necesites.

Mingi exhaló y Yunho lo sostuvo de las caderas. Mingi no llora, pero estaba llorando como si el mundo se le hubiera venido encima. Incluso hace tres noches, Mingi solo había soltado un par de lágrimas, luego había sonreído y le había dicho que "sería mejor". El mejor novio del mundo. Yunho quería levantarse e ir al estudio, sujetar a Hongjoong y golpearlo tantas veces que ni su propia madre lo reconocería. No obstante, dejar solo a Mingi, esa noche o cualquier otra, sería imperdonable.

―Creí que podría, pero me siento morir... ―sollozó―. Quiero hacer mi duelo, pero está durando demasiado. Quiero mirarlo a la cara sin tener un solo sentimiento agradable por él y destruirlo.

Yunho se mordió el labio y apoyó la punta de su nariz en la de Mingi. ¿Demasiado? Ni el corazón más fuerte se cura en tres días.

―¿De qué hablas, Mingi?

―Quiero que sufra.

Yunho volvió a abrir sus ojos, no había un solo rastro de la expresión pura y dulce de Mingi que tanto le gustaba admirar, resentimiento y odio teñían sus ojos marrones.

―¿Hongjoong?

Mingi asintió.

―Que me ame, que esté tan lleno de amor por mí... que si yo me intentase ir, él me suplicaría... ―Mingi arrastró sus palabras, borracho de ira―. ¿Soy malo, Yunho?

Yunho tomó sus mejillas otras vez y con sus pulgares acarició esos labios gruesos, heridos y maltratados por su dueño. Mingi no había dormido bien las últimas tres noches.

―¿Malo? Mi amor, no eres malo.

Mingi jadeó ante ese apelativo.

―Pero quiero lastimarlo.

―Él lo hizo primero.

Él lo hizo primero, repitió Mingi, y lo hizo muchas veces.

Yunho sonrió y se permitió ser un poco malo también, pensó que Hongjoong se lo merecía y que Mingi debía volver a sentirse lindo. Yunho se acercó a él unos milímetros más, sus narices volvieron a chocar y sus labios se rozaron. Mingi jadeó, pero no se apartó.

―Uno como el de antes, uno, dos o tres. ―La súplica de Yunho golpeó el pecho de Mingi como un susurro anhelante―. Déjame hacerlo...

Mingi dejó de forzar su cuello y finalmente cedió al leve empujón de Yunho contra su nuca, sus labios colisionaron con fuerza y el beso duro, hambriento y necesitado hizo latir cada parte de su cuerpo como si se sintiera deseado, tan deseado. Gimió agusto y la lengua de Yunho se metió en su boca, golpeó levemente su paladar y acarició la suya con movimientos rápidos, pero no tanto como para agobiarlo. La pierna de Yunho se coló entre las suyas y embistió su formada dureza, arrancándole otro gemido.