0.17 Fuck, fuck, fuck III

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San siempre había sido una persona extremadamente dominante, posesivo y sin mentir, cachondo.

Cuando San descubrió que tenía un apretado agujero al alcance, no dudó en tomar provecho de ello, y no es como si hubiera sido indiferente a Mingi alguna vez.

El tour había comenzado y estaban en Berlín. Mingi estaba en su habitación, comiendo con Jongho y Seonghwa. San había querido tomar un poco de la atención de Mingi durante todo su día libre, pero al mismo tiempo, muchos de los miembros tuvieron la misma idea.

San tuvo que abstenerse de correr a su habitación y ocultar las ganas que tenía de tener un poco de Mingi, pero se encontró muy ansioso cuando solo Seonghwa salió de la habitación del chico de cabello rosa, lo que significaba que todavía tenía un obstáculo.

No llevaban mucho tiempo haciendo esto. San podría contar con los dedos de una mano las veces que lo habían hecho, con tanto trabajo y tan poco tiempo para sí mismos.

San se encontró muy frustrado sexualmente. Ahora ya no era solo Mingi desesperado por una polla, ahora también era San desesperado por usar su agujero malcriado o joderse su linda boca húmeda, al menos con eso sí pudo divertirse un poco más.

―Tienes los labios rojos, hyung.

San se tensó. Seonghwa no había cerrado la puerta de la habitación, por lo que San pudo escuchar lo que estaba pasando dentro. ¿Por qué San no podía ingresar a la habitación? La idea de que Jongho estuviera follandose a Mingi contra el colchón de alguna manera lo encendió, pero lo odió al mismo tiempo. Sin embargo, sabía que eso sería muy extraño.

―Huh. ―El gemido de Mingi envió una punzada a su pene.

San tocó la puerta pacientemente, tragando un suspiro.

Se escucharon los pasos rápidos de alguien y antes de que esta persona pudiera preguntar, San alzó la voz.

―Soy Sanie.

―¿Por qué no entraste? Parece que hyung dejó la puerta abierta.

San tragó un poco de saliva y recorrió la mirada dentro de la habitación. Mingi estaba sentado en la cama y los miraba con curiosidad, parecía estar algo somnoliento. Había comida en los bordes de sus labios que Mingi intentaba limpiar con una servilleta, sus labios estaban hinchados gracias a la comida picante.

―No me di cuenta.

Jongho se rió y se apartó para que San entrara.

―¿Te quedas a ver una película con nosotros? Mingi hyung estaba a punto de elegir una mientras yo me voy a duchar.

Jongho comenzó a buscar sus productos de higiene y San se quedó parado a mitad del cuarto sin poder decir nada, su respiración estaba alterada y su corazón golpeaba fuerte contra su pecho. ¿Estaba nervioso?

―Claro ―dijo San, se sentó en el borde de la cama y Mingi se acercó a él hasta que su hombro lo golpeó.

Mingi se relajó contra San y cerró los ojos por un momento.

―Mingi-ya.

―¿Mmm?

―¿No quieres salir?

―¿Salir? Hace frío... y es tarde.

San abultó los labios.

―Pero quiero estar contigo a solas ―renegó como un niño malcriado.

Mingi soltó una risilla y frotó su cabeza contra el hombro de San.

―Yo también... pero no podemos. ―Mingi se incorporó, rodeó al mayor con sus brazos y se subió en su regazo. San colocó las manos en su cintura inmediatamente―. Hyung, me dejaste solo ayer...

Marathon ⸺ateez x mingi。2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora