Debutar no fue una tarea sencilla, y lo que vino después tampoco. Mingi tuvo que enfrentarse a mucho, a sus miedos, y a su pasado. Al amor, y al odio.
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ONE SHOTS
𝐌𝐀𝐑𝐀𝐓𝐇𝐎𝐍
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HongMin + HwaGi + YunGi + YeoGi + SanGi + WooGi + JongGi
JONG GI ────── Jongho y Mingi encuentran sobrevivientes después de casi un año solos... A Mingi no le gusta la nueva compañía.
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Mingi y Jongho llevaban caminando horas. Se habían alejado de su pequeña choza para buscar comida hacia tiempo. Ya no habían roedores ni serpientes que pudieran cazar y comer y Mingi estaba reacio a la oferta de Jongho de comerse una lombriz. Encontraron la carretera y decidieron seguir por ese camino desde el bosque, esperando que nadie los viera si conducían por ahí. Mingi se quejaba de vez en cuando por el sudor y Jongho sólo se reía silenciosamente de él, apretando su mano de vez en cuando porque, oh, ellos iban de la mano. Al principio fue... por seguridad, ya que Mingi tropezó y casi se cayó por una pendiente, pero no volvieron a soltarse.
La noche anterior habían dormido en un viejo e incómodo auto abandonado por lo que estaban algo cansados y esperaban no toparse con nada más que algún zombie lento y tonto.
―Te sudan las manos, hyung ―murmuró Mingi.
―No estoy seguro de a quién le sudan las manos, hyung ―dijo Jongho, volteando para verle y sonreír.
Rieron bajito y continuaron caminando hasta que, bien apartado del mundo, encontraron una gasolinera. Ambos bajaron rápidamente la pequeña colina y, mirando hacia todas direcciones, se dirigieron a las puertas enormes de vidrio. Estaba abierto, por suerte. Sin embargo, no todo era color de rosas, había tres zombies dentro a plena vista.
―Bien, ya sabes qué hacer. ―Jongho empujó a Mingi por la cintura para que se alejara un par de pasos.
Mingi se detuvo a tres metros de las puertas y Jongho las abrió, ocultándose rápidamente. El estruendo hizo que los zombies voltearan hacia ellos, hacia Mingi, la carnada. El primero fue el más rápido, pero Jongho fácilmente lo atacó por la espalda y le clavó un cuchillo en la cabeza. Con un pequeño gemido, Mingi se acercó a ellos de nuevo y empujó al zombie que quiso atacar a Jongho, tirándolo al suelo para que el menor pudiera matarlo. El último de ellos sólo se quedó parado a mitad del camino, mirándolo todo.
―Es un poco espeluznante ―murmuró Mingi.
―Sí. Entremos. Como siempre, Minnie, detrás de mí ―dijo Jongho, pateando el cuerpo del zombie para poder caminar y que el cuerpo no estorbara. Mingi hizo caso y caminó detrás de Jongho.
El último zombie caminó hacia ellos lentamente.
―Será fácil... ―dijo Jongho, pero su voz no era tan segura. Jamás habían visto a un zombie actuar con paciencia, como si esperara algo.
Jongho aceleró los pocos pasos que los separaban y le clavó el cuchillo en el centro de la cabeza, el zombie cayó al suelo al instante. Mingi y Jongho suspiraron, pero debían revisar el lugar primero y luego ponerse felices. Después de una exhaustiva búsqueda, se dieron cuenta de que no había nadie más allí. Buscaron comida, pero mucha de ella estaba en mal estado.
