Capítulo 4

118 16 1
                                    

El CHICO GUAPO
Alyce
El hermano de su cuñada era muy guapo, demasiado para su gusto. A pesar de la decepción que había tenido con Ryan hace apenas unas horas, no pudo evitar mirarlo de arriba a abajo, cabello negro despeinado como si se acabara de levantar de la cama, extrañamente eso lo hacia parecer sexi. Tenia un cuerpo espectacular, a pesar de que llevaba puesta ropa no le costó mucho imaginar su torso y sus fornidos brazos. Pero lo mejor era su rostro, parecía como si lo hubieran esculpidos artesanos. Tenias unos ojos color miel que resaltaban sobre su tez blanca. Unos labios gruesos, pero no exageradamente. Eran besables. Un ejemplar como ese no se veía todos los días.
Alyce notó que Joosep le dirigía una mirada penetrante, no de curiosidad o de perversión, más bien de preocupación y sorpresa.
- Soy Joosep Lambert. Mucho gusto.
- Yo soy Anna Lambert - Una versión femenina del chico guapo apareció. Era increíble como se podían parecer tanto, pero a la vez ser tan diferentes.
- Señorita, Anna - Apareció una señora de servicio - La mesa está lista.
- Gracias, Bertha. Por favor llevalos a la mesa. Tengo que hablar con mi hermanito.
- Si, señorita Anna. - Cambió su atención a la familia Smith - Por favor siganme.
Llegaron a un comedor rectangular en dondes estaban dispuestos ordenadamente platos y cubiertos. Se sentaron dejando disponibles los dos lugares junto a Andrew.
El chico guapo y su hermana llegaron después de cinco minutos justo se estaban sentando cuando los sirvientes servían la comida.
- Mamá - Le susurró muy discretamente - ¿No vamos a esperar a sus padres?
- Sus padres están muertos. No los menciones.
Alyce no preguntó a pesar de tener curiosidad por saber que les había pasado. Ella se mantuvo al margen del asunto lo más que pudo. La verdad aún le dolía demasiado lo de Ryan y tenía miedo de que alguien le descubriera las marcas de las muñecas.
- Disculpa, amm - Alyce no sabia a quien se dirigía pero fue Anna la que le contestó
- ¿Si cuñada?
"Cuñada" esa palabra de oía tan rara. Ninguna de las novias de su hermano la había llamado así. Esta era diferente a todas, normalmente mi hermano las escogía con cuerpos esculturales y con la cabeza hueca. Anna no tenía bonito cuerpo, era alta y un poco plana. Además se notaba a kilómetros que tenía más que sólo cabello en la cabeza.
- ¿Podria usar tu baño?
- El principal lo están limpiando y el mío está hecho un desastre ¿Joosep podría ir al tuyo?
- Como sea. Ven Alyce te llevo
No se había dado cuenta de la voz que poseía el chico guapo. Era gruesa tanto como sus brazos, cada vez que lo miraba me parecía más sexi.
- Gracias - La voz le salió en apenas un susurro.
El chico guapo la llevó a una habitación en la planta de arriba. Estaba pulcramente ordenada. Alyce pensó que esta estaría como su cabello.
- Esa puerta café de ahí es el baño. Todo tuyo.
- Gracias. ¿Cómo dijiste que te llamas?
- Me llamo Joosep, Joosep Lambert.

Joosep
Toda la cena estuvo mirándola y pudo notar que ella no quería estar aquí. Se le notaba triste.
Estaba pensando seriamente el contarle su sueño ¿Se vería muy acosador? Sentía la gran necesidad de decírselo.
Alyce salió del baño deciciendo por él.
- Gracias.
- Oye, necesito decirte algo.
- ¿Perdón?
Ya no pudo detener el torrente de palabras que salían de su boca, le contó cada detalle del sueño que a estas alturas ya se lo sabia de memoria. Al terminar respiró profundo y miró su reacción
- Mmm... Disculpa pero no se que decir.
- No. No esperaba que dijeras nada. Simplemente sentía la necesidad de decirte.
- Gracias por decirmelo. No sé lo que eso signifique.
- Ni yo. Pero si es una profecía ojalá no se cumpla
Alyce sonrió y sintió tan bien que él fuera la causa.
- Creo que tenemos que bajar ya.
- Cierto. Deben de estar preguntando por nosotros. ¿Vamos? - Alyce volvió a sonreír.
- Vamos.
Al bajar Joosep y Alyce se dieron cuenta que la platica estaba tan animada que nadie se había dado cuenta de su ausencia.
- Te tardaste mucho, cariño ¿Estás bien? - Le dijo la señora Smith a Alyce
- Si, mamá estoy bien.
La reunión siguió hasta muy entrada la noche. Alyce por fin se unió a la conversación y se veía felíz. Ella se llevaba excelente con su hermanita. Cuando Trixie se quedó dormida, a la medianoche, la Sra Smith decidió que ya era hora de que se marcharan. Vio decepción en los ojos de Alyce.
- ¿Andrew, me ayudas a cargar a Trixie por favor?
- Si mamá - Con la niña en brazos se despidió de su hermana demasiado cariñosamente para su gusto.
- ¡Te amo, Andrew! - Y cerró la puerta. Al darse la vuelta tenía una estúpida pero hermosa sonrisa en su rostro.
- Estás saliendo con un bebé como yo. Pero si estás feliz yo también.
- Me voy a dormir, bebé. - Me beso cariñosamente la frente - Duerme bien, te quiero.
Fue a su cuarto prácticamente dando saltitos.

Alyce
Ir a la cena fue, sin duda, una gran decisión le sirvió para distraerse y esa noche pudo dormir hasta tarde soñando con su chico guapo. Tenía permiso para hacerlo, tomando en cuenta que él se la había pasado un mes soñando con ella.
Aún no sabia como tomar eso que le había dicho. Así que simplemente decidió eliminarlo de su mente. Solo es un sueño absurdo, se dijo a si misma.
Los labios y brazos de Joosep le ayudaron a dormir.

Al día siguiente era sábado y lo que más deseaba en este mundo era pasar el día al lado de su mejor amiga. Así que la llamó.
- Camyle.
- ¡Aliz! Me tenías preocupada.
- ¿Camy puedes venir y pasar en fin de semana conmigo?
- Dejame pedir permiso.
En la pausa que hubo Alyce aprovechó para avisarle a su mamá que Camyle a lo mejor venía, ella todo lo que se trataba de Camyle lo aceptaba sin preguntar.
- ¿Aliz? ¡Aliz! ¿Estas ahí?
- Aquí estoy. Por favor dime que te dejaron
- Si me dejaron. Hasta el lunes. Me tendrás que llevar a la escuela de nuevo.
- Pues haz tu maleta. Voy por ti.
- Aquí te espero. Voy a colgar ahora, adiós.
Alyce bajó a desayunar y al terminar le dijo a su madre que iría por Camyle.
Camyle vivía a dos cuadras, así que no hubo mucho problemas con el permiso.
Al llegar ella ya la estaba esperando en la sala.
- Alizz - Corrió a abrazarla. Dios, ella enserio necesitaba ese abrazo.
- ¡Oh, Cam! - Lloró un poco entre sus brazos. - Vámonos ya ¿Si?
Pasó todo el fin de semana con Camyle, vieron películas, le contó sobre su chico guapo y comieron demasiado helado. Camyle le contó varias cosas y en la noche salían al balcón de la habitación de Alyce y platicaban más. Una verdadera amiga es la que comparte y vive los momentos más especiales contigo. Sin duda, pensó Alyce, tener una amiga como ella es lo mejor que me ha pasado vida.

Jugando A EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora