La boda de Joosep había concluido exitosamente, los recién casados estaban desbordando felicidad, a Caraline hasta se le olvidó la maldad que le había hecho a Alyce. Para la pareja el mundo no podía ser mejor, se amaban, eran jóvenes, casi profesionistas, estaban juntos. ¿Qué más le podían pedir al mundo?
Alyce era otro caso, estaba desecha, ella en serio tenia la absurda esperanza de que Joosep llegara, de que se casaran, fueran felices juntos y tal vez, con el tiempo se enamorara de ella, en su mente todo era perfecto...