UNA MAÑANA PERFECTA.
Joosep.
Se despertó con Alyce entre sus brazos, no recordaba haberse quedado dormido, solo despertar. Se paró cuidadosamente evitando mover a Alyce, fue a la cocina y preparó dos sandwiches, eso y el cereal con leche era su especialidad. Preparó la mesa elegantemente y esperó una media hora hasta que escuchó a Alyce levantarse. Apareció en la cocina y ocupó un lugar en la pequeña mesa del centro.
-Buenos días, dormilona -Le dio un beso en la frente y ocupo el otro lugar vacío. -¿Dormiste bien?
-Hola -Dijo Somnolienta -Dormí en el paraíso.
-Te preparé un sándwich.
-Se ve delicioso. Gracias -Quitó delicadamente las cortezas y lo mordió.
-¿No te gusta la corteza? -Ella negó con la cabeza. -Estas loca, es lo mejor del sándwich.
-Claro que no. Es asqueroso.
-Solo come -Agarró las cortezas que no quería y se las comió.
Al terminar de comer, Alyce limpió la mesa.
-¿Quieres ir a la playa, el río o el estuario?
-A la playa, pero a un lugar donde no haya gente -Lo miró pervertidamente.
-Okey, ten -Le aventó un ungüento sin etiqueta.
-¿Qué es esto? -Lo miró curiosa.
-Bloqueador solar. -Frunció el ceño -Alyce Smith, tienes la piel tan delgada y blanca que me da miedo que se te dañe.
-O me ponga negra...
-Exacto. Ya vámonos.
Se subieron en la cuatrimoto, en la cuál recorrieron 2 kilómetros antes de encontrar un lugar bonito y sin gente.
-Wow. -Dijo Alyce, la arena era dorada, y tan suave que al pisarla, te sentías como en una nube. Pero lo mejor era el agua, era cristalina y totalmente azul, no había ni rastros de contaminación. Lugares como estos quedaban muy pocos, bien se merecia ese "wow".
-Es hermoso -Joosep no había estado aquí jamás, nunca había visto una playa tan bella. Inglaterra es hermosa.
Se metieron al agua, era tan tranquila y manejable como se veía.
-Es es verdadero paraíso, gracias por traerme.
-Gracias por venir, además tu belleza eclipsa la de la playa. -Ella sonrió y se acercó a besarlo, justo antes de tocar sus labios le lanzó un chorro de agua y salió corriendo, soltando risistas como la niña que era. Joosep sonrió, le gustaba su dulzura, no dudo ni un segundo en perseguirla, buscando su venganza.
La alcanzó luego de unos minutos, la agarró con demasiada fuerza lo que hizo que se cayeran en la arena, Alyce abajo y Joosep arriba, él buscó sus labios para unirlos a los de ella en un tierno beso. Joosep le agarró la cintura atrayéndola más hacia él. Lo único que separaban sus cuerpos eran las delgadas piezas de traje de baño. Pero Joosep no intentó nada, no quería tener relaciones con ella. Se separó después de dos minutos de beso continuo. Alyce volvió a juntar sus labios y Joosep no se opuso, sus besos eran cómo una droga para él. Joosep se separó y se puso de pie ayudándola a hacer lo mismo. Le dio un tierno beso de dos segundo y la miró a los ojos lo más intenso que pudo. Le dijo las únicas palabras que ella quería escuchar.
-Te amo.
Alyce.
Sus palabras retumbaron en su cerebro. Ella también lo amaba, eran novios oficiales y lo quería mas que a su vida.
-Te amo -Dijo Alyce. Unieron sus labios en un beso, había perdido la cuenta de cuantos se habían dado.
La playa es un hermoso lugar si estás con la persona que amas. Eso pudo comprobarlo Alyce, cada tontería y ruidito que hacia la enamoraba aún más.
-Eres un tonto -Alyce le aventó agua.
-Pero me amas.
-Pruebalo. -Acercó sus ojos color miel peligrosamente cerca de ella.
-¿Me estás retando, Al?
-Te estoy retando, Joos. -Acercó su boca a la suya rozandola solamente. Todas las defensas de Alyce bajaron en eso momento. Agarró su nuca y completó el beso.
-Gané -Sonrió en el beso.
-Callate y besame.
-¿Ó qué?
-Ya verás -Joosep siguió hablando mientras besaba a Alyce. Dejó de hacerlo cuando sintió que ella le mordia el labio. Primero le pareció atractivo, pero se lo mordió tan fuerte que tuvo que apartarse gritando.
-Tan grandote y tan cobarde.
-Me mordiste feo.
-Mido 1.65 y puedo hacerte más daño que nadie. -Sonrieron.
-Estás chaparra, pero algún día creceras.
-Estoy normal, tú estás muy alto.
-Nada más mido 1.80, ni que fuera mucho.
-Eres un gigantón.
-Tú un duende.
-Te odio.
-Yo te amo, muñeca. -Alyce se derritió. Era imposible no enamorarse de sus mentiras.
-Eres un tierno empedernido.
-Lo sé -Le guiñó el ojo.
-Por eso te amo. Bendito el día que nos encontramos en el baño.
-Esos baños unen gente. Un día vuelve, te estaré esperando
-Lo haré. ¿Tú iras a mi casa cómo la otra vez?
-Mi amor, cruzaría montes en llamas solo para verte.
-No se de donde sacas tantas frases que enamoran. ¿De internet?
-De aquí, muñeca -Señaló su cabeza -De aquí.
-De ahí salen las ideas de robartelas de internet.
-Claro que no, las invento yo y ¿cómo no? Si contigo cualquiera se vuelve poeta.
-Te amo, Joosep. -Susurró Alyce.
-¡Yo te amo! -Gritó -¡Te amo demasiado Alyce Smith! -Gritó con tanto sentimiento que cualquiera pensaría que sí está enamorado.
-Calla, me das pena -Fingió vergüenza. -Aunque no haya nadie.
-Yo no le grité mi amor a los humanos. Se lo quería informar al mar y a la arena que fueron testigos de nuestros besos.
-Ya deja de enamorarme. -Sonrió. A Joosep esas palabras le llegaron muy profundo. Por primera vez en la semaa se sintió mal. Se le pasó luego de unos segundos.
-Obligame.
-No. Mejor sigueme enamorando. Que yo haré lo mismo.
-Es imposible que me enamore más de ti.
-Haré lo imposible, corazón. -Le besó la comisura de los labios.
-Cielo, ya es tarde. Es hora de comer, no quiero que te desmayes.
-¿Trajiste más sándwiches?
-¿Cómo adivinaste?
-Eres muy predecible.
-O eres una bruja.
-Si, fui al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
-Con razón. Eso explica porque te amo tanto. Me diste una poción de amor.
-¡Diablos! ¡Me sorprendiste! -Hizo un micrófono con las manos -Nota: el hombre sabe demasiado.
Los dos se rieron, el resto de la comida, fue un cúmulo de bromas.
Fue una mañana perfecta para Alyce. Una mañana más para Joosep.
