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Todos quedaron en silencio, impresionados y en shock. La maestra Dorothy estaba boquiabierta y con la mano sobre la mejilla golpeada, en la cual había quedado marcada la palma de la mano de Sigma.

El primero en reaccionar fue, sorprendentemente, Chuuya, quien haciendo caso omiso a Shirase se levantó de su puesto y salió corriendo del salón.

Al verlo irse, Nikolai también reaccionó, se levantó, agarró a Fyodor y Dazai y los arrastró a la salida. Fukuzawa no intentó oponerse, pero la maestra pretendía regalarlos.

—¿Y ustedes a dónde...? —Empezó, pero fue interrumpida por Dazai.

—¡Cállese de una vez, vieja! —Espetó, y salieron del aula.

Iban detrás de Chuuya, pero tuvieron que gritarle que se detuviera un momento, pues era demasiado rápido.

—¿Qué demonios te crees que haces? —Inquirió el castaño.

—Pues voy a buscar a Sigma, zopenco —Contraatacó Nakahara.

—¿Y eso, por qué?

—Porque es mi amiga, inútil del culo.

—Ah, así que ella si es tu amiga y nosotros no ¿verdad?

—¿Pueden parar? —Los detuvo Gogol— Si quieren, sigan peleándose, pero luego de encontrar a Sigma, muchas gracias.

Se dedicaron una mirada de odio y se separaron.

—¿Dónde estará Sigma? —Preguntó Fyodor.

—En el baño de chicos del tercer piso, cuarto cubículo —Contestó Chuuya automáticamente. Todos lo miraron.

—¿Y tú cómo lo sabes?

—Ah... Ella va allí siempre que se siente mal —"Y lo sé porque yo también lo hago, y más de una vez nos hemos encontrado ahí" pensó, pero no lo dijo.

—¿Y qué estamos esperando? ¡Muévanse!

Fueron al baño de chicos del tercer piso, que siempre estaba vacío, y entraron. Escucharon sollozos del cuarto cubículo.

—Sig-chan, ¿eres tú? —Preguntó Osamu.

Los sollozos se detuvieron.

—¿Dazai? —Preguntó ella.

—Y no es sólo él, Sigma —Contestó Chuuya, acercándose a la puerta del baño—. Hey, sal aquí para hablar un rato ¿sí?

—¿Q-qué hacen aquí? —Cuestionó la chica.

—En primer lugar —Dijo Nikolai, con cierta diversión en su voz—, vinimos a buscarte. Y en segundo lugar, no tiene nada malo que nosotros estemos aquí, porque este es el baño de varones.

Sigma soltó una risita nerviosa desde el cubículo.

—Ese es un buen punto —Murmuró, y salió.

Chuuya la recibió inmediatamente con un abrazo, al cual ella correspondió.

—¿Estás bien? —Preguntó el pelirrojo.

—S-si, creo que estoy mejor —Susurró ella, pero con volumen suficiente para que sus amigos la escucharán.

—Lamento que causemos tantos problemas para ti —Se lamentó Nakahara.

—¿Bromeas? —Se separó un poco y miró a todos los presentes— No se disculpen nunca por eso. Ustedes son los mejores amigos que podría tener, y no los cambiaría por nada ni nadie, y mucho menos por juntarme con ninguna "amiguita".

Se sonrieron, y Chuuya tuvo que ponerse de puntillas para dejar un beso en la frente de Sigma.

Maldita sea, hasta Sigma era más alta que él (sólo un par de centímetros).

Adolescencia  //BSD//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora