Adoración

Camisón

Contrariamente a la creencia popular, Sasuke estaba interesado en muchas mujeres.

Aunque tal vez no el tipo de interés profundo y emocional que todos buscaban en él. Pero encontró bastantes de ellas, tanto ninjas como civiles, atractivas y sexy. Incluso Ino y Temari, por ejemplo, pertenecían a este último, mientras que Sakura y Tenten, pertenecían a la primera.

No estaba ciego. Y definitivamente no era gay. Pero en realidad, incluso los hombres homosexuales no tenían problemas para admitir cuando una mujer era hermosa o deslumbrantemente sexy, por lo que en realidad nunca había entendido ese argumento en primer lugar.

¡Ese no era el punto, maldita sea!

Él era un hombre. Un hombre Uchiha heterosexual, de sangre caliente con impulsos, por lo que no tuvo reparos en admitir que encontraba atractivas a ciertas mujeres... en su mente de todos modos. No era un pervertido grosero como algunos ninjas de cabello plateado que conocía.

Entonces, no tuvo ningún problema, absolutamente ninguno, reconociendo mentalmente cuán generosos habían sido los dioses al crear a la belleza de cabello índigo durmiendo profundamente en su cama. Probablemente debería haber estado pensando en pensamientos más lógicos como por qué ella estaba allí en primer lugar o con qué frecuencia sucedía esto mientras él estaba fuera en misiones que ella estaba tan cómoda, pero cada ápice de razón pensó que había desaparecido tan pronto como la vio.

Los dioses realmente se habían arremangado durante su concepción. Piel de alabastro, cabello sedoso y una pizca de cualquier veneno que usaran para las personas hermosas. Espera, no, deben haber vaciado toda la maldita botella.

Su apariencia era así de devastadora.

Sasuke podía dar razón tras razón de por qué nunca se había tomado el tiempo para sentarse y examinarla adecuadamente por todo lo que era; incluso después de que Itachi anunciara su compromiso con el clan. Desde su amor aparentemente inquebrantable por Naruto (que ahora se ha ido, con Itachi en la foto), hasta su talento compartido de nunca terminar en compañía del otro, a pesar de ser de la misma generación. Fue solo cuando Itachi se interesó en ella que en realidad comenzó a verla con más frecuencia, pero incluso entonces, casi nunca estaban solos.

En su mayor parte, sin embargo, se debió al hecho de que sus ojos siempre se concentraban en su atuendo andrajoso.

¿Qué heredera que se precie usó algo tan obviamente... Barato?

No era como si los Hyuga estuvieran desollados. Incluso su hermana pequeña, con su actitud optimista y su tendencia a ensuciarse trepando árboles, vestía kimonos de seda. Lo cual, incluso desde lejos, Sasuke podía decir que costaba el salario de un mes para el Chuunin promedio. Francamente, estaba sorprendido de que Hyuga dejara que su heredera caminara con una chaqueta demasiado grande en primer lugar. La cosa era tan vieja que la tela en sus codos había comenzado a deshilacharse, él lo sabría. Lo había mirado intensamente después de todo, mientras juzgaba en silencio a su hermano mayor por buscar una esposa tan desaliñada cuando podría haber tenido a cualquiera. Pensó que era su personalidad lo que lo atrapó al final.

Pero claramente ese no fue el caso. No del todo de todos modos.

«Ese bastardo astuto»pensó.

Ya no culpaba a los miembros de su clan por preocuparse por ella. Demonios, no culpaba a Itachi por insistir siempre en que usara un abrigo cuando salía.