💠[O.3] are we ever gonna meet him?

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Mar preparaba a sus hijo a la cama luego de un día muy ocupado para la familia, entre escuela, trabajo y familia, los tres siempre acababan rendidos en la noche

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Mar preparaba a sus hijo a la cama luego de un día muy ocupado para la familia, entre escuela, trabajo y familia, los tres siempre acababan rendidos en la noche.

La mexicana acomodaba la sábana de Rhaegar quién por enésima vez pregunta lo mismo— cuándo conoceremos a nuestro padre?

Habían pasado aproximadamente dos semanas después de su reunión con Tina, y esto sólo incrementó las incógnitas y dudas en los mellizos, con andar preguntando todo el tiempo la identidad de su padre.

— Rhaegar, ya te dije...

— También quiero saber quién es!! —demanda Myrcella.

— Acaso papá es una mala persona? Y es por eso que no quieres que lo veamos? —idea el pequeño.

Mar niega con la cabeza— no, no. Por supuesto que no. Su padre fue una gran persona —se limita a dar detalles.

— Entonces qué le pasó? —Myrcella insiste.

La mexicana comienza a perder la paciencia— y por qué el tan repentino interés por él?

— Por tu nueva amiga, Tina —responde la pequeña— creemos que ella conoce a papá.

— Quién es Tina en realidad, mamá?

Toma un respiro profundo— está bien! Quieren saber la verdad? —ambos agitan la cabeza afirmando— ok, su padre se llama Lisandro. Lo conocí en la escuela cuando mis padres y yo nos mudamos a Argentina durante mi niñez. Comenzamos siendo amigos y cuando nos graduamos de secundaria, me enteré que quedé embarazada de ustedes. Le iba a decir a su padre, pero su abuelo consiguió un mejor puesto aquí en Manchester y ni tiempo me dio de decirle porque su abuelo me arrastró sin tan siquiera dejarme despedir de su padre. —omite los detalles de que también partieron por el engaño de su mamá.

Los mellizos quedaron sorprendidos por el relato— y nunca le dijiste a papá de nuestra existencia? —pregunta Rhaegar.

— No podía... yo... —desvía la mirada— me negaba a interferir y distraer de sus sueños.

— Y qué sueños eran? —pregunta Myrcella.

— El convertirse en estrella de fútbol —revela Mar recordando las sonrisas de Lisandro cada que este mencionaba algo al respecto.

Ambos gemelos quedan asombrados— y lo logró? —desea Myrcella saber.

Mar asiente con la cabeza— no lo puedo creer! Papá es una estrella de fútbol!! —recalca Rhaegar muy emocionado— mamá! En qué equipo está papi? Podemos ir a verlo jugar algún día? Crees que quiera enseñarme unos trucos? —se notaba el fanatismo de Rhaegar por el deporte.

La mexicana siempre hacía un enorme esfuerzo en cumplir los deseos de sus hijos sin embargo, ella no se sentía preparada para enfrentar a Lisandro cara a cara. Cómo se suponía que le iba a explicar que tenía dos hijos suyos en los últimos 10 años? Temía por la reacción que fuese del argentino.

— Ya es tarde y ambos tienen escuela mañana —desvía Mar el tema— luego lo discutiremos —indica saliendo de la habitación de los mellizos quienes se quedaron con ganas de conocer a su padre.











💠💠💠














Tina odiaba no poder contarle a su hermano el hecho de que se ha reencontrado con Marlene Barrueco, con quien ha estado trabajando estas semanas y además, que tiene dos hijos quienes para Tina, son lo mejor de este mundo. Martina se encontraba enamorada de sus sobrinos.

Regresaba del trabajo justo cuando se percata que su hermano y Agathe estaban viendo una película en la sala de estar. La neerlandesa es quien primero se fija en la llegada de la argentina dándole una mirada fugaz.

Esto hace que Licha desvíe su atención hacia su hermana menor— te trajimos comida —avisa— cómo te fue en el trabajo? —pregunta curioso.

La castaña camina a la cocina— normal, sin nada que destacar. —traga saliva rogando que Licha no le pregunte más cosas.

Para su mala suerte, Lisandro decide acompañar a su hermana para que no cene sola, Agathe hace lo mismo.— Qué es lo que haces, exactamente? —indaga el castaño— nunca me has querido dar más detalles de tu área de trabajo.

— Vamos, amor —rescata Agathe sorprendiendo a Tina— quizá no pase algo interesante ahí, o existe la posibilidad de que se quiera despejar de su deberes relajándose en la casa olvidando su jornada.

— Quizá tengas razón —dice el argentino no tan convencido—. En fin, espero que estés disponible este domingo, tu querido hermano va a debutar en su nuevo equipo —revela presumido.

— Woah! Hermanito! Que emoción!! —aprovecha Tina para cambiar de tema— por supuesto que iré a verte. —Confirma con una sonrisa de orgullo para su hermano.

Lisandro alcanza a ruborizarse levemente ante el gesto y palabras de su hermana menor— confieso que tengo bastantes nervios, pero podré con la presión —toma un respiro profundo.

— Vas a ver que serás el mejor en la cancha, mi amor. —Agathe aprovecha para besar a su novio en los labios.

Martina desvía la mirada asqueada ante el hecho de siempre terminar siendo el mal tercio— Ya me quedó claro que los dos se desean —interrumpe con sarcasmo— por ahora... —se le escapa susurrar sorprendiendo a absolutamente a todos, Tina incluida.

Por supuesto que a la neerlandesa le da una punzada de desconfianza a la hermana de su novio—. Qué dijiste? —desea corroborar.

La argentina busca una respuesta— no importa. Sólo balbuceaba para mí misma —excusa finalmente.

— En fin, ya me voy a preparar para dormir —desvía Lisandro desinteresado y se despide de las chicas.

Agathe insistía— Tina... —intenta tomar de la mano a la argentina pero esta la quita con un movimiento gentil— puedes confiar en mi. Si hay algo que te molesta, me lo puedes hacer saber. —Añade con delicadeza.

Martina no se compraba el acto de la neerlandesa. Desde la primera vez que se conocieron, ellas no se caían bien.

𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 :: 𝗟𝗜𝗦𝗔𝗡𝗗𝗥𝗢 𝗠𝗔𝗥𝗧𝗜𝗡𝗘𝗭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora