💠[O.4] Old Trafford madness

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—  Marlene!!! Espero que estés lista para ahorita!!!  —indica Vianey llegando a casa de la mexicana

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— Marlene!!! Espero que estés lista para ahorita!!! —indica Vianey llegando a casa de la mexicana.

La castaña se sorprende al ver que tanto Vian como Liz entraron a su casa—. Lista para qué?

— Hoy arranca la temporada del United. Vamos en camino a Old Trafford —detalla Liz.

Los ojos de Mar se abren como platos— lo siento, chicas. No las voy a poder a acompañar —niega rotundamente.

— Ay! Martínez no te va a ver —descubre Vian la razón de la decisión de Mar—. De lo que me comenta Scott, el argentino ni idea de que viven en la misma ciudad.

— Y así quiero que se mantenga —sostiene Mar— prefiero quedarme fuera de dramas.

— Pero Rhaegar quería ir a ver al equipo —revela Liz— al menos deja que vaya mi ahijado.

— No, porque tendrían que llevar también a Myrcella y no les quiero dejar mucha responsabilidad...

Liz y Vian se lanzan unas miradas— no estas hablando enserio?! —regaña Vian—. Sabemos cuidar de tus crías. Esto no será nada diferente.

Mar seguía indecisa— escucha, ninguno de los dos se despegará de nuestra vista. Te lo prometemos, Mar— intenta convencer Lizzy—. Además que nos dijiste que tienen ganas de conocer a su padre. Y nomás lo verán de lejos.

— Con eso tienen más que suficiente —apoya la rubia.

La mexicana sigue pensando por unos minutos más hasta que logra tomar una decisión—. Bien! Pero que no les quiten el ojo de encima! —advierte.

Se sonríen victoriosamente y proceden a preparar a los mellizos para el partido. Llegan finalmente al teatro de los sueños donde se aproximan a los palcos reservados para los familiares de los futbolistas teniendo más privacidad, o eso pensaban las chicas, ya que tenían la idea de que nadie las iba a molestar.

Hasta que llegaron dos chicas. Y la pequeña Myrcella reconoce a una de ellas.

— Tina!!! —exclama saludando alegremente.

Las rubias se lanzan una mirada confusa—. La conoces? —le pregunta Liz.

Myrcella se gira para responderle— mmmh si. Es la nueva compañera de trabajo de mamá.

Ante la revelación, Liz se acuerda de todo. La chica Tina era la hermana de Lisandro Martínez. De inmediato, le susurra a Vianey su descubrimiento y esta procura que la argentina tape a Rhaegar pues la otra chica le tenía clavada la mirada en el niño.

— Hola! Soy Vianey Smith, vengo a apoyar a mi marido Scott. Y ustedes? —se presenta con el objetivo de buscar respuestas.

Es la chica de cabello castaño quién responde— mucho gusto. Yo soy Agathe Nouwen y ella es mi cuñada Martina Martínez —presenta.

Liz y Vian se sorprenden ante la revelación.

Cómo que cuñada?!

Lisandro tenía otra pareja. Qué otra cosa podría complicar las cosas?

Tina aún no se acostumbraba a llamarle cuñada a la novia de su hermano—. Un placer a ambas conocerlas...

— Cómo conoces a mi pequeña? —era el turno de Liz para interrogar.

La argentina no quería que el ambiente se pusiera más incómodo—. Es la hija de mi jefa, nos hemos visto en ocasiones, cierto Myrcella? —se limita a compartir.

— Así es, tía Lizzy. Mami también la conoce —añade la niña.

La argentina desconocía que Mar tenía una hermana. Sin embargo, no era tiempo de hacer preguntas, por lo que todas se dispusieron a ver el partido del Manchester United.

Este comienza algo difícil para el conjunto de casa y a la media hora, el equipo visitante consigue anotar dos goles en 8 minutos. Este no era el inicio que los jugadores esperaban tener, mucho menos Lisandro Martínez quien debutaba en la Liga Premier.

Los Red Devils hicieron de todo para conseguir al menos el gol del empate pero fallaron en el intento con el partido terminado en 2-1, favor el Brighton. Las chicas comienzan a levantarse de sus asientos para agarrar aire y estirarse luego de estar sentadas en todo el partido.

— Será mejor irnos, Mar dijo que los quería una vez que acabase el partido. —Indica Liz.

— Tienes razón. Pero deja le aviso a Scott que nos vemos en la casa. —Apunta Vianey

— Puedo despedirme de los chiquillos? —pregunta Tina con delicadeza. Las rubias aceptan y Tina primero se dirige a hablarle a Myrcella, pero cuando intentaba decirle adiós a Rhaegar, no lo encontraba—. Y Rhaegar? —cuestiona preocupada.

Vianey y Lizbeth comienzan a perder el control al no notar que el pequeño se encontraba en la sala— Mierda, Vian!! Tú eras quien lo estaba vigilando! —regaña Lizzy.

— Te lo juro que lo estaba tomando de la mano en todo momento!!! —defiende la inglesa asustada.

— Vamos a relajarnos. —Pide Martina— no pudo haber ido tan lejos. Tenemos que ir a buscarlo ya —aclara y las cuatro salen del cuarto.

Mientras tanto, el pequeño Rhaegar iba en camino a los vestidores para felicitar de Marcus y Scott, pero no se fija que choca con una persona. Este baja la mirada al sentir el golpe—. Oh! Disculpa, no te vi —dice una voz masculina.

Es así como los ojos de ambos se encuentran, con el del chico llevándose una sorpresa bastante inesperada— mmmh hehe, te pareces mucho a uno de mis compañeros. De casualidad tu papá no es Lisandro Martínez? —desea saber.

Rhaegar no sabía qué hacer y para su suerte, una voz conocida logró rescatarlo—. Rhaegar!! Amigo!! En dónde andas? —dice Marcus con un tono divertido llegando a tomar al niño.

— Acaso es hijo de...? —seguía con las dudas.

— Mira, Garna, tu no viste nada. —Rashi le guiña el ojo estando consiente de que Alejandro Garnacho era muy amigo de Lisandro.

Carga al pequeño con sus brazos para llevárselo directo con Scott quien terminaba una entrevista. El escocés le sonríe haciéndole cariñitos al niño, al mismo tiempo que escuchaba de Marcus decirle que tenían que encontrar a las chicas lo antes posible.

Del otro lado, Alejandro se va en busca de su compañero de selección para contarle de su interesante descubrimiento—. Oye, Licha! —llama su atención—. Marcus anda con tu hijo. —le hace saber.

El castaño lo observa extraño— Hijo? De qué hablas, Garna? —dice entre risas— ese golpe en la cabeza si te afectó.

— Y el estúpido soy yo —Alejandro rueda los ojos— tu hijo está con Marcus —resalta una vez más.

— Garna, yo no tengo ningún hijo —niega serio.

— Enserio? —ahora si el joven argentino se sentía un idiota al pensar que quizá si estaba alucinando— amigo, te juro que vi una versión tuya pero mini!

— Será mejor que te lleve a la enfermería... —y justo en ese momento que los dos se giran para irse, Lisandro logra ver precisamente a Marcus con un niño en brazos entregándolo a una chica rubia. Y por detrás de ellos, se encontraba su hermana menor con un rostro de alivio al ver al pequeño.

𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 :: 𝗟𝗜𝗦𝗔𝗡𝗗𝗥𝗢 𝗠𝗔𝗥𝗧𝗜𝗡𝗘𝗭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora