💠[O.9] you gotta figure your shit out

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Tina iba bajando de las escaleras en busca de agua para hidratarse mientras estaba realizando sus tareas de la escuela en su día de descanso

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Tina iba bajando de las escaleras en busca de agua para hidratarse mientras estaba realizando sus tareas de la escuela en su día de descanso. Cuando cruzó la entrada, la puerta se abrió dejando ver a Lisandro con el mismo chico que le ha hecho la vida imposible desde que se conocieron, así que se limitó a echarles un ojo para evitar distracciones innecesarias.

— Hey, hermanita! Estás ocupada? —pregunta Lisandro.

La menor de los Martínez rueda los ojos y maldice en bajo—. Nope, Licha. Se te ofrece algo? —pregunta girándose a verlos.

— De casualidad has visto a Mar en el trabajo? —la castaña asiente—. Ok. La has visto, o te ha dicho algo con respecto a mi? —desea saber.

— Lo siento, hermano. Sólo hablamos de trabajo. Hemos estado ocupadas recientemente —. Lisandro se desanima ante la respuesta. Mientras que Alejandro suelta una carcajada burlona haciendo que Martina lo fulmine con la mirada—. Qué se te hace divertido? —confronta.

Garnacho la mira fijamente—. Oh nada. Yo pensaba que eras ese tipo de chicas que pretendía ir a trabajar y mejor se ponía a chismear —se burla.

Lisandro aprovecha para reírse en bajo pues su compañero no estaba del todo incorrecto con respecto a la personalidad de su hermana quien reniega—. Qué hace este aquí en nuestra casa?! —desea saber enojada.

El mayor calma la risa—. Le pedí que me ayudara a elegir mi ropa para verme con Mar y los mellizos —explica.

La argentina pasea su mirada admirando el estilo callejero de Garnacho—. De verdad? Vas a tomar consejos de alguien que se viste así? —se defiende de lo anterior.

— Oye! Más respeto! —Alejandro se ofende.

— Si te digo la verdad, hermanita. Necesitaba apoyo moral de Garna, me ha estado ayudando con la situación de Mar y los niños —confiesa el argentino.

— Licha! Deberías estar de mi lado! —el argentino se queja.

— Ay! Que chillón eres —Tina se queja burlona.

— Al parecer me lo estas contagiando.

— Mira...! —ya estaba lista para atacar a Alejandro sino fuera por su hermano que se interpone pidiendo la paz entre ambos quienes acceden a regañadientes.

Finalmente los compañeros se van al cuarto de Lisandro para seguir discutiendo de los planes del defensa de esta noche. En determinado punto, Alejandro pregunta del pasado entre Licha y Mar, a lo que el argentino da a conocer su punto de vista.

— Eramos felices. Estábamos muy enamorados del otro. Mar no era como otras chicas. Atrevida, coqueta, intrépida. Entre nosotros existió esa conexión al instante de habernos conocido —relata con una sonrisa grande mientras se peinaba—. Para cuando quise visitarla a su casa para discutir de nuestro futuro, su casa estaba abandonada. Intenté contactarla y nada. Por lo que me acerqué a sus vecinos quienes me afirmaron que se habían mudado del país, supuse que de regreso a México pero no.

— Ufff, amigo! Qué mala suerte —. Alejandro tenía más curiosidad de saber cómo era la famosa Mar— Ella es bonita? —pregunta para sacarse conclusiones con respecto a los posibles sentimientos que quizás podría su compañero seguir teniendo.

Lisandro detiene sus acciones sonrojándose—. Si. Ella es hermosa —se le escapa decir pensando en ella—. Ella es muy, muy hermosa —llega a pensar en su último encuentro donde estaban a punto de besarse—. Ella es en realidad un tipo de belleza que no e encontrará en ningún otro lado —confiesa.

Justo en eso, Alejandro es quien recuerda que su amigo se encuentra en una relación con otra chica—. Licha, te recuerdo que estás con Agathe. Acaso ya le mencionaste lo que has hecho con respecto a Mar y los mellizos?

Aquello fue un duro golpe a la realidad. Si era honesto consigo mismo, se había olvidado de decirle a Agathe de su situación. No le había dicho de hoy—. Mierda! Qué día es hoy?! —pregunta alarmado.

— Domingo? 11 de septiembre —responde Garna.

— No puede ser! —revisa el calendario de su celular y justamente hoy tenía organizado una cita con la neerlandesa—. Se suponía que hoy saldría a cenar con Agathe —replica frustrado.

— Uyy...! —apoya Alejandro—. Tendrás que cancelarle a alguien.

— Bien! Tendré que hablar con Agathe y decirle que reagendemos la cita —Lisandro no quería desperdiciar la oportunidad que Mar a penas y le concedió.

El argentino se acerca al castaño—. Estás seguro de eso?

Se levanta para caminar en círculos—. Lo tengo que hacer. No pienso perder esta chance que Mar me concedió —explica— ya después veo cómo me arreglo con Agathe.

Termina de arreglarse para primero pedirle a Garna que cubra de él diciéndole a Agathe que estarían en casa de Alejandro, a lo que este accede y se regresa a su hogar.

Después interrumpe a Tina con sus tareas para pedirle el mismo favor, sólo que la diferencia es que Martina se niega—. No quiero meterme en problemas con tu novia.

— Por favor, Tina! Quiero convivir con mis hijos mientras Mar me lo permita. Imagina si le digo que tengo que cancelarle porque decidí ir a una cita con Agathe.

Tina detiene sus acciones para prestarle toda su atención a su hermano—. Tu no estarías priorizando, Licha. Técnicamente olvidaste que ya tenías planes ese día. Estoy segura que si eres honesto con Mar, ella lo va a entender y no se va a enojar —explica—. Si le dijiste que te encuentras en una relación, cierto?

Lisandro desvía la mirada ocultando aquel detalle— yo...

— NO LE DIJISTE!? —Tina se sobresalta.

— Nunca se tocó el tema! Los cuatro estábamos teniendo un agradable tiempo conviviendo! —excusa culpable.

La menor suspira decepcionada—. Lisandro, tendrás que decirle la verdad!

— Te prometo que se lo voy a decir hoy! Es por eso que necesito que distraigas a Agathe y cubras por mi. Puedo contar contigo? —intenta convencer.

Se pone a pensar para llegar a una conclusion definitiva—. Bien! Cuentas conmigo —rueda los ojos.

Lisandro se lanza hacia su hermana para envolverla en un abrazo como en seña de agradecimiento—. Eres la mejor. Te amo, hermanita —le besa la nuca y así sale corriendo de la casa a su encuentro con Mar y sus hijos.

𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 :: 𝗟𝗜𝗦𝗔𝗡𝗗𝗥𝗢 𝗠𝗔𝗥𝗧𝗜𝗡𝗘𝗭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora