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Las clases ya habían acabado y como a última hora tenía historia con Ponyboy decidimos irnos juntos. Caminamos hasta la puerta donde nos encontramos de frente el coche de Dally y nos quedamos extrañados. Se me había olvidado que Dallas me recogía hoy. 

-¿Que haces aquí Dally? -dije acercándome hacia su coche

-Pues que te recojo hoy yo -dijo mirándonos a los dos para volver a posar su mirada en mí-. Siento que no te puedas ir a casa con tu noviecito pero tu hermano me lo ha pedido, además, creo que hoy conocías a su novia. 

-Ostia.. ¡Es verdad! -dije montandome de un salto en el coche- ¡Adiós Ponyboy, te veo luego! 

-Adiós Mads, hasta luego -dijo con su sonrisa. 

Todavía no nos habíamos ido cuando Ponyboy pegó un brinco del susto que le metió Johnny. Me reí por eso y saludé a Johnny en forma de despedida. Entonces Dallas arrancó el coche. 

Llegamos a casa en dos minutos aunque estuviera un poco lejos. No me había enterado de que a Dally le gustara ir rápido en coche hasta en ese momento. 

Me bajé del coche saludando y dándole las gracias a Dally por traerme. Al ver su coche alejarse, entre en casa donde se escuchaban dos voces riéndose. Al cruzar la puerta del salón ví a una de las chicas más guapas que había visto en mi vida. Era una chica de pelo corto y rubio, engominado, pero no tanto como Johnny o Ponyboy. También tenía unos preciosos y grandes ojos verdes los cuales estaban brillando. Se levantó emocionada del sofá y fue a abrazarme, cosa que yo correspondí. Al separarse me miró de arriba a abajo para verme mejor, supongo que no tuvo mucho tiempo, nada más verme me abrazó. 

-Steve Randle -dijo mirando a mi hermano-, ¿esta chica tan guapa es tu hermana? 

Me reí un poco ante su comentario. Siempre que decían eso me reía o sonreía, supongo que sería una manía mía. 

-Sí -afirmó mi hermano levantándose del sofá-, a salido a su hermano ¿a qué sí? 

-Por suerte de cara sí -dijo mirándome- espero que no se meta en tantos líos como tú. 

-Nah, no te preocupes -dije quitándole la importancia-. A pesar de ser un inmaduro y haber salido de la cárcel hace poco es un gran hermano. 

-Hm -dijo la chica riéndose un poco-. Te llamabas Maddison ¿verdad? 

-Exacto -dije sonriendole- y tú Evie ¿cierto? 

-¿Evie? -dijo mirándome confusa- ¿Quién es esa? Yo soy Angela -Y derrepente miró a mi hermano- ¿Steve me estás engañando? 

-¿Qué? -estaba tan confusa que no entendía nada. Nada, hasta que se empezaron a reir a carcajadas los dos- ¿Pero qué pasa? 

-No soy Angela -dijo ella-, si soy Evie. Tienes que aprender a no creerte todo. 

-No es que me lo creyera -dije poniendo una excusa-, es que no entendia nada. 

Steve y Evie se rieron de eso, cosa que seguí sin entender. De un momento a otro la mesa ya estaba puesta con la comida y todo. Empezamos a hablar entre los tres un poco de todo. Evie era muy parecida a mi hermano, por lo que me cayó genial. Era súper amable, graciosa y de todo. Lo malo empezó cuando pasé por la cocina donde estaban la pareja y Evie preguntó sobre una fiesta que tenian hoy. 

-Oye Steve, ¿vienes a la fiesta no? -dijo mientras lavaba los platos en la cocina. 

-Creo que no podré ir -dijo mientras guardaba un plato en su sitio-, tengo que quedarme a cargo de Maddie.. 

-Oh venga Steve -dijo Evie acercandose a él-, te has perdido muchas fiestas por tu hermana, además, ¿no puede ir a la casa de Soda con su hermano? -preguntó mientras agarraba el brazo de Steve- Venga anda, Sandy y Soda van siempre juntos.. 

-Ya pero Soda tiene a toda la pandilla para cuidar de Ponyboy -dijo interrumpiendo a Evie-. No creo que quieran cuidar de dos niños de catorce años. 

-Venga anda.. -dijo Evie- No te querrás perder la fiesta de hoy ¿no? Hace mucho que no vamos a una juntos.. 

-Ya veré Evie -dijo Steve guardando otro plato. 

Me habia quedado de piedra. ¿De verdad mi hermano habia rechazado a un montón de fiestas y quedadas por mí? Ahora que lo pensaba bien era verdad. 

Hace tiempo, cuando no conocía a nadie, Soda vino a por Steve a una fiesta pero le dijo que no, tenia que cuidarme a mí por que nuestro padre no estaba. Lo mismo pasó dos días más tarde de que mi padre se fuera. Steve tenia diez años y yo ocho. No sabiamos donde estaba nuestro padre y teniamos miedo. Vino un chico (que supongo que seria Soda) a decirle que si queria venir al solar a jugar al fútbol. Steve tuvo que rechazarlo porque no podia dejarme sola y además, ¿y si venia nuestro padre y me veia sola? La bronca que le caería a mi hermano seria la más grande del mundo comparado con todas las demás. 

Unas pequeñas lagrimas empezaron a mojar mis mejillas. Me las sequé rápido y decidí ir a casa de los Curtis, así quizas mi hermano podia ir a la fiesta. 

-Steve me voy a casa de los Curtis -dije sin dar más explicaciones. 

-Vale, adiós Mads -dijo aún en la cocina. 

Salí de casa y más lagrimas empezaron a correr por mis mejillas. Aunque me las secara salian más y más de mis ojos. Con suerte, al llegar a la Casa de Ponyboy ya no me salian más. 

Llamé a la puerta antes de entrar y encontrarme a Dally medio ahorcando a Ponyboy y me reí. Los gritos de socorro que pedia Ponyboy eran para morirse. Cuando Dally lo soltó me saludo a mí y Ponyboy por alguna razon se puso más rojo de lo que estaba ya. 

-Hola chicos -dije sonriendoles.

without stopping looking - Ponyboy Curtis FancicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora