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-Hola chicos. 

Esas fueron mis primeras palabras al ver a todos los de la pandilla (menos mi hermano) en aquel salón. 

Todos me saludaron de vuelta menos Ponyboy, parecía algo nervioso al verme allí. Quizas por como Dally le molestaba como un niño pequeño o a saber, cada uno tiene sus preocupaciones. 

Igualmente fuí junto a él y Johnny, que estaban los dos juntos. Me senté en el suelo y ví a Two-Bit; estaba embobado con los dibujitos de Mickey Mouse que estaban echando ahora. Derrepente, yo tambien me quedé enganchada a los capitulos que salian hasta sentir a alguien revolviendome el pelo. Pegué un brinco y Dallas se rió. Habia sido él el que me habia asustado. 

-¡Jajajajja! -dijo riendose a carcajadas- ¡Una pena que no hayas visto el brinco que has pegado! ¡Jajsajajaj! 

-Ja, ja, muy gracioso Dally -dije con total sarcasmo-, ¿qué querias? 

-Ah eso, -dijo aun riendose por lo bajo- ¿dónde esta tu hermano? 

-Oh eso.. -dije recordando todo-. Esta con Evie en mi casa. 

Soda se rió por lo que dije. Le miré extrañada y se incorporó. 

-¿No te da miedo dejar a tu hermano solo junto a Evie? -dijo aún riendose. 

-No -dije tranquila-, mi cuarto no lo van a desordenar. Y como lo vea así me lo va a ordenar Steve y Evie no vuelve a mi casa estando yo presente.

-¿Enserio piensas eso Maddison? -dijo Dallas encendiendo un cigarro- A Steve no le importa una mierda eso. Si se trata de Evie se lo monta con ella dónde sea y cuando sea. Le da igual las consecuencias. 

Me quedé mirando a la nada, con las piernas cruzadas pensando sobre lo que habia dicho Dally, ¿tan enamorado estaba Steve? Nunca lo habia visto así con una chica. Solo volví a la realidad cuando escuchen la voz de Ponyboy pidiendole a Dallas que le encendiera el cigarro. Le miré sorprendida, ¿él, con catorce años fumando? Era la persona que menos me esperaba que fumara, lo mismo con Johnny. 

-Vosotros dos -dije señalando a los dos más jovenes-, ¿fumais? 

-Sí -dijo Ponyboy con total tranquilidad-, en la pandilla fumamos todos menos Darry. Soda fuma pero muy poco. 

-Eso -dijo Johnny-, ¿qué te sorprende? 

-No nada -dije mirandolos aún sorprendida-. Es que solo teneis catorce y dieciseis años. 

-Ya y tu hermano tiene diecisiete y tambien fuma -dijo Ponyboy tomando una larga calada-, ¿o es que tampoco sabias eso? 

-No eso sí lo sabia -dije levantandome del suelo-, lo que pasa es que no soporto mucho el olor entonces casi nunca fuma dentro, se va al patio y ya -dije saliendo por la puerta-. Y eso voy a hacer yo. 

Me salí al patio de aquella casa a pesar de no ser tan grande. El olor a cigarro es la cosa que más odio en mi vida. Incluso más que a las matemáticas. 

Seguí allí sentada aún sabiendo que ya se habian acabado los cigarros. Tenia ganas de de quedarme viendo aquel paisaje tan bonito que se veia desde aquella casa en el East Side. 

Ahora que lo pensaba, me estaba volviendo una greaser. Ya no vestia con aquellos horrorosos vestidos que llevaban las soc. Ahora iba con pantalones y una chupa de cuero de cuando mi hermano tenia unos años menos. Venia a la casa de los Curtis, donde siempre estaba la pandilla de mi hermano, donde te lo pasabas genial con todos teniendo distintas edades. Pero claro que habia sus cosas malas. Por ejemplo, no conocía a ningún greaser con buenos padres, o incluso vivos. Los de Johnny eran abusivos, los de Ponyboy y sus hermanos estaban muertos, los de Dally eran unos amargados, mi madre murió hace muchos años y mi padre a saber donde estaba. Solo estaba la madre de Two-Bit, que tenia que trabajar demasiado para cuidar de su hijo y ella al irse su padre por que si. 

Tambien pensé en su relacion con los socs. En como según mi hermano dejaron a Johnny el día de la paliza. En la de veces que los habian amenazado a ellos. ¿Por qué serian los soc los que atracaban si ellos eran los ricos? 

Seguia en mis pensamientos cuando escuché la voz de alguien llamarme. 

-¿Mads? -dijo alguien acercandose a mí

-Dime -dije, girando mi cabeza para ver a Steve derrepente corriendo hacia mí

-¿Mads estabas llorando? -dijo sentandose en el suelo para ponersela a mi altura-¿Estas bien? ¿Qué ha pasado? 

Sin haberme dado cuenta, lagrimas de rabia empezaron a recorrer mis mejillas y mi hermano me las estaba secando. Supongo que serian las lagrimas las cuales no pude soltar cuando escuché la conversación de mi hermano y Evie. 

-¿Qué? -dije recordando- Ah si, no te preocupes, no ha pasado nada. 

-Qué ha pasado Mads -dijo mi hermano serio. Supongo que sabia que algo pasaba. 

-Nada Steve -dije segura

-Maddie -dijo ya poniendome nerviosa-, por tercera vez, qué ha pasado. 

-Nada Steve -dije pensando en una excusa-. Solo estaba pensando como seria si estuvieran mamá y papá. 

Mi hermano puso una cara de asco al escuchar "papá". Lo odiaba de todas las maneras; por habernos abandonado sin razón alguna y por no avisar ni volver. 

-Oh vamos Maddie -dijo Steve levantandose-, no te preocupes por imbeciles como él. Además piensa que es mejor que no este, nos lo pasamos bien los dos solos ¿verdad? 

-Sí, nos lo pasamos bien los dos solos. 

Realmente no sabia que responder, solo dije eso porque si no mi hermano me empezaria a pegarme una bronca de como puedo pensar eso. 

Me levanté y seguí a mi hermano hasta dentro de la casa donde seguian todos en el mismo lugar y haciendo lo mismo, pero sin fumar.

without stopping looking - Ponyboy Curtis FancicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora