¡A-Huan, quiero un bebé! - Xicheng

Capítulo 13

—Cariño, la batería se me está por terminar. Más tarde te llamo, avísame cuando a-Yi no esté tomando una siesta. Los amo mucho.

—Está bien, también descansa un rato.

Jiang Cheng suspiró y luego de darle una última sonrisa vio como el rostro de su novio desaparecía de la pantalla y se veía de nuevo su fondo de pantalla, que era una de las tantas fotografías que tenía de su hijo siendo tierno.

Con algo de cansancio se levantó de la silla y caminó por hasta la habitación de su hijo, donde se escuchaban los balbuceos del pequeño. En silencio terminó de abrir la puerta ya entreabierta y miró a su hijo jugando con varios juguetes.

Al ver a Jiang Cheng, Jingyi se rió y balbuceó, con ayuda de la red del corralito se puso en pie, pero volvió a caer en el colchón.

—Baba...

—¿No estabas durmiendo pequeño? —preguntó con una sonrisa mientras se acercaba.

—¿Papa? —Jingyi miró esperando que su padre apareciera, pero solo vio como unos brazos se extendían hacia él.

—Volverá en una semana. ¿sabes a quien veremos ahora? la tía Yanli vendrá ¿quieres verla? —preguntó con emoción, intentando contagiar a su hijo.

La verdad es que ambos estaban algo decaídos últimamente, y eso se debía a que Xichen estaba de viaje por negocios desde hacía un mes y claramente lo extrañaban, en especial ahora que Jingyi cumplía su primer año y Jiang Cheng había tenido que organizar todo solo cuando en realidad sabía como estaba de ilusionado Xichen con respecto a eso.

El timbre sonó y Jingyi sonrió e hizo un gesto para que fueran a contestar que Jiang Cheng entendió a la perfección, así que fue rápidamente hacia el teléfono y contestó, sabiendo que quienes esperaban abajo eran su hermana y su familia. Poco tiempo después, un suave golpe se escucho en la puerta y luego la risa de un niño.

—¿Quien quiere ver a la tía Yanli? —preguntó con una sonrisa abriendo la puerta.

—No se si quiera verme, pero yo si muero por ver a este pequeñito —dijo ella con una sonrisa radiante.

Ella entró y en ese momento estiró los brazos para invitar a su sobrino a venir con ella, pero Jingyi se pegó más a su madre. Wen Qing soltó una suave carcajada mientras entraba también al departamento de la mano de su hijastro, quien saludaba con su mano y una sonrisa a su tío.

—A-Ling ya estas muy grande ¿Cuándo creciste tanto? si ayer te podía cargar como a a-Yi.

Jiang Cheng miró con una sonrisa a su sobrino, mientras él rápidamente se subía a una silla para poder estar al lado de su madre, quien ya se había sentado y miraba a su hermano con una sonrisa tranquila y cálida.

—¿Qué tanto miras a mi esposa? —preguntó Wen Qing presumiendo su anillo de boda.

—Solo pensaba que quizás unas vacaciones cada tanto no le vienen mal a mi jiejie. ¿Solo yo la noto mas hermosa? Como mas joven... —dijo pensativo.

Yanli sonrió y miró hacia abajo algo avergonzada, luego miró a su esposa de reojo y volvió a mirar a su hermano con un leve sonrojo.

—A-Cheng, no digas tontearías, estoy igual que siempre. Solo hace tiempo que no me ves y quizás es eso.

—Además de que ya tiene una esposa que la trata como la reina que es. Y tengo dinero para cumplirle todos sus caprichos y lo hago, no como otros idiotas.

Wen Qing sonrió a ambos e hizo un movimiento rápido de su mano, señalando su entrecejo, lugar donde el ex esposo de Yanli tenía una marca, ambos hermanos se rieron sutilmente. Luego ella se sentó a su lado y tomó su mano por encima de la mesa, volviendo a presumir sus anillos, Jiang Cheng solo negó con una sonrisa y sentó a su hijo en su silla. Él hizo una expresión triste pero se distrajo completamente al escuchar a su primo hablándole.