¡A-Huan, quiero un bebé! - Xicheng

Capítulo 10

"Disfruta de este último mes, no hagas malas fuerzas y ten mucho cuidado ¿si? No queremos que el pequeño Jingyi nazca antes de tiempo"

Esas habían sido las palabras de Wen Qing en la última consulta, que había solo unas horas atrás.

Luego de salir de la consulta, Jiang Cheng le pidió a su ahora pareja, Lan Xichen, que le comprara un helado. Esto no convenció del todo al último, debido a que se encontraban a mediados de otoño, pero al final de todo se trataba de un antojo y no podía hacer nada en contra de eso, negarse sería peor. Suficientes eran ya los límites que había puesto su cuñada ahora que era un cortejo oficial, como el quedarse hasta cierta hora e ir a verlo desde cierto horario, claramente Yanli solo lo hacia para burlarse de los dos y la idiotez que manejaban al no ser pareja desde que habían comenzado a tener sentimientos que eran mutuos.

—Si hubieran comenzado a salir más o menos desde el tercer mes que ya se los notaba más pegajosos que la miel, no estaría pasando esto, ahora como hermana mayor debo cuidar de mi hermanito y poner límites, lo siento Lan Xichen— había dicho ella, aguantando la risa con todas sus fuerzas.

—No es como si fuera a llegar virgen al matrimonio, Yanli, déjalo quedarse —pidió Jiang Cheng abrazando a su novio.

—No, ahora iré a ver a mi hijo. Adiós —esto último ya lo dijo entre risas, claramente soltó la carcajada una vez pisó la habitación.

Así que luego del helado, por más que quisieran pasar más tiempo juntos, ya llegaba el horario que Yanli había impuesto, y la única forma de extenderlo un rato al menos fue usando como excusa una salida al parque con Jin Ling.

El niño estaba más que feliz de pasar tiempo con su tío, por lo que lo llevaba a cualquier juego en los que quería subirse, Xichen por su parte seguía a Jiang Cheng para cuidarlo a él y su bebé. Ya que aunque Jin Ling no estuviera muy de acuerdo había juegos en los que realmente no podía subirse sin ayuda, y su tío no podía cargarlo ya, por lo que dejaba de lado el orgullo y dejaba que el otro hombre lo cargara.

Cerca de la puesta del sol, los tres volvieron al departamento. Jin Ling estaba completamente dormido, por lo que Xichen fue quien se encargó de subirlo. Cualquiera que los viera, vería a una familia unida.

Tanto Xichen como Jiang Cheng podían imaginarse un futuro así. Llegando a su casa luego de una tarde de juegos con sus hijos, cargando a sus hijos.

—A-Huan ¿cuántos hijos quieres? —preguntó el Jiang mientras subían en el ascensor.

—Los que mi a-Cheng esté dispuesto a darme, si quieres dos tendremos dos, si quieres ocho, tendremos ocho. Solo una cosa, un deseo... ¿podemos tener una niña?

—¿Una niña? Bueno, esta bien, pero sabes que el sexo lo determina el padre ¿no? es tu responsabilidad —una risa escapó de sus labios.

Xichen también sonrió y rápidamente se acercó a los labios de su amado, fundiéndose en un beso lento y delicado que se rompió cuando el ascensor indicó que habían llegado a su destino.

Con lentitud caminaron unos pocos pasos por el pasillo hasta llegar al departamento del Jiang, el cual olía extraño. Era como a chocolate, pero no exactamente a comida. Supo que las cosas no iban normales cuando Xichen le dio a Jin Ling y se puso de manera protectora frente a los dos, pidiéndole en silencio que se quedara atrás mientras abría la puerta.

Finalmente ingresó al departamento y suspiró, sus hombros se relajaron y habló con un tono tranquilo, dejando la puerta casi cerrada, impidiéndole ver cualquier cosa a su pareja.

—Eras tú, casi entro directo a golpear, idiota —dijo Xichen, haciendo que Jiang Cheng se sintiera intrigado.

Una risa femenina se escuchó.