¡A-Huan, quiero un bebé! - Xicheng

Extra-final

Más de un año después Qiren disfrutaba de pasar tiempo con sus nietos, por lo que no le molestó en ningún momento organizar el primer cumpleaños de ambos niños. Los dos eran muy diferentes y mientras crecían más se iba notando esa diferencia, en especial cuando Jingyi conoció a su hermanito y comenzó a sentir celos, comenzando a comportarse mal para llamar la atención a cualquiera que intentara cargar a su hermanito.

Pero eventualmente creció y cuando llegó su segundo hermanito ya no fue de la misma manera, en especial porque ahora se habían mudado a la mansión Lan y junto a su hermano se la pasaban jugando en cada rincón que pudieran descubrir, por eso, más que una niñera, tenían una persona corriendo detrás de ellos al tanto de que no rompieran nada ni se lastimaran ellos mismos.

Jiang Cheng adoraba a sus hijos y los mimaba todo el tiempo, los tres eran de personalidades completamente diferentes y a medida que crecían la diferencia se hacía mucho más notable.

Las mellizas también, a pesar de físicamente ser casi iguales ambas eran diferentes, y entre los cinco tenían diferentes momentos en los que entre ellos se llevaban bien o destrozaban la mitad de la mansión con sus peleas.

Durante las peleas fuertes, Jiang Cheng envidiaba a su hermano y cómo no tenía esos problemas al tener un solo hijo, pero realmente no cambiaba a sus hijos por nada a pesar de que los dolores de cabeza eran diarios con hijos en etapas tan diferentes y que los fines de semana el lugar se convertía en el lugar que escogían todos los amigos de sus hijos para ir a hacer pijamadas.

Una noche como cualquier otra Jin Ling había ido a visitar a sus primos y los había llevado a comer afuera, y como era común Zizhen se había sumado al plan y al final de la noche todos estaban recostados en la habitación de juegos de la mansión.

Luego de horas de jugar videojuegos, Jingyi miró confundido a sus primos.

—No estamos saliendo —admitió Zizhen sonrojado.

—Si llegan a destruir el grupo por salir y luego rompen, los matamos —dijo Jin Ling mientras se cruzaba de brazos.

Ambos chicos se miraron y fingieron asco ante la idea, habían pasado toda su adolescencia gustándose y se habían besado un par de veces, pero si ellos mismos fingían que eso no era así por el bien de mantener su amistad, lo mejor era que los demás también lo creyeran.

—Tienes más de 20, búscate amigos de tu edad si te molesta que dos adolescentes salgan —dijo Lan Yang que estaba concentrado en ganarle en el videojuego a Sizhui.

—Tengo amigos de mi edad, agradece que te lleve a cenar y les compre snacks —respondió Jin Ling acostado en el piso.

—Somos millonarios todos, un snack no es nada y la cena pagamos cada uno su parte —el tono del Lan iba subiendo.

A Jingyi le estaba comenzando a doler la cabeza, así que miró a su mejor amigo y salió de la sala.

Detrás de él se escucharon unos pasos, y una vez llegó a su habitación dejó la puerta abierta, Zizhen entró y cerró la puerta, con pereza se acostó en el colchón que estaba en el piso de la habitación mientras Jingyi se acostaba en su cama.

—Crees... que si tenemos algo lo acepten? —preguntó Zizhen en voz baja mientras ambos trataban de dormir.

—¿Quienes? Mis padres saben que me gustas y no dijeron nada. No somos familia biológica, así que... No lo se —Jingyi se giró y miró al piso donde encontró la mirada del otro chico.

Zizhen se levantó para darle un beso en la mejilla y luego se fundieron en un beso tierno, ambos se separaron rápidamente y fingieron que nada había pasado.