Capítulo 39

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Tu y yo, en el mismo lugar...
Tienes algo que me vuelve loco hasta el punto de perder el control y la respiración.
Mantengo mis ojos vendados para evitar pensar en lo incorrecto que es esto.
No es una pelea justa, veo a través de tu comportamiento y solo quiero complacerte aún en contra de mi propio juicio...






Al día siguiente, cuando SeokJin se despertó, se dio cuenta de que no había obtenido ninguna respuesta. Al menos no una que implicará hablar con Jungkook.

Sin embargo, extrañamente se sintió... Tranquilo. A pesar de que su cuerpo dolía en partes desconocidas que jamás habría imaginado podrían doler.

La cama a su lado estaba vacía y fría, por lo que dedujo que Jungkook se habría marchado temprano. ¿Volvería a evitarle? Ni siquiera podía sentirse molesto, era como si de pronto la tormenta en su interior se hubiera apaciguado un momento. El constante zumbido de necesidad también se había esfumado y su cabeza se sentía despejada por primera vez.

Anteriormente se había sentido como una válvula de presión a punto de estallar, después... Nada.

Pero cuando volvió a observar la habitación vacía con el aroma natural de Jungkook aún flotando en el lugar...

Por un momento se sintió abatido, había esperado... ¿Qué? En realidad no lo sabía, aunque, ¿era normal sentirse tan apegado a Jungkook que justo ahora necesitaba su presencia para envolverse a su alrededor? SeokJin no entendía la dinámica de ese tipo de situaciones, físicamente hablando, le había gustado lo sucedido, aunque al principio solo había sentido miedo y dolor.

Suspiró, dándose cuenta de que sin saberlo, había deseado lo que sucedió. Y sus mejillas se sonrojaron cuando volvió a pensar en los acontecimientos de la noche; en Jungkook acariciándole tan... Su boca, sus manos recorriendo su piel, su lengua en lugares que ahora eran vergonzosos de recordar.

En el fondo sabía que sólo deseaba repetirlo, aún sobre el punzante dolor que apenas le permitía mantenerse correctamente sentado sobre la cama.

Jin desvío la mirada y la pequeña punzada de decepción desapareció cuando la puerta de la habitación fue abierta.

Jungkook entró con una bandeja entre sus manos y la boca de SeokJin se hizo agua. Al parecer no había sido totalmente indiferente con lo que había sucedido, aunque ninguno de los dos dijo nada mientras comían en silencio en la cama.

Una hora después, inmersos en el mismo silencio y después de que la comida se hubiera terminado, Jungkook preguntó casi nerviosamente. -¿Cómo te sientes?

SeokJin sintió sus mejillas calentarse al recordás una vez más lo sucedió. Su trasero se apretó inconscientemente, pero sacudió la cabeza alejando las imágenes. Luego bajó la mirada y simplemente asintió silenciosamente sin poder encontrar su voz.

Los dedos largos del hombre levantaron su barbilla para que le mirara a los ojos, y pensar que los mismos habían estado dentro de él de una manera tan... Complaciente, encendió más su rostro caliente. Pero se olvidó de ello cuando el pelinegro volvió a decir. -Vamos a tener esa conversación que necesitas, Jin, no ahora pero lo haremos. -Suspiró. -Todavía es temprano, puedes dormir un poco más, iré a trabajar pero te veré en la tarde, ¿de acuerdo?

SeokJin asintió, casi quejándose cuando el toque suave de Jungkook se alejo de él. Sin embargo, Jungkook todavía lo observó fijamente, luego labios expertos tomaron su boca en un beso hambriento.

La lengua hábil del mayor recorrió sus labios, pidiendo silenciosamente que abriera la boca, eso hizo y la recompensa fue aún mayor. Sin darse cuenta Jin se aferro a los hombros de Jungkook, jalándole contra si en un intento de acercar sus cuerpo más de lo que ya no era posible.

No sabía de dónde venían esos extraños deseos pero decidió dejarlo pasar. Quería más pero cuando estaba a punto de pedirlo, el toque experto se alejo bruscamente.

Luego simplemente observó al hombre irse rápidamente sin mirarle ni una sola vez ni decir algo más.



[...]

Horas después. Jungkook suspiró pesadamente en su oficina, sumido en sus pensamientos. Estaba decepcionado consigo mismo por su incapacidad para mantener el control. Desde el principio no le había gustado la forma en que Kim SeokJin había empezado a alterar sus emociones. Si, emociones, solo eso. Se recordó.

Finalmente, todo el asunto se había salido de control, y Jungkook había cruzado una línea que no debía cruzar, luego, se encontró necesitando más y más, dejando que el pequeño chico se metiera tan profundamente bajo su piel que ya no pudo hacer nada más que tomar todo lo que quería para si.

Siempre había pensado que era más inteligente. Nunca dejó que las emociones dominaran su vida, mucha de su riqueza había dependido de la destreza con la que jugaba sus cartas y a las personas. SeokJin, Kim SeokJin siempre fue la excepción desde el principio.

Era un niño malherido cuando lo encontró, y Jungkook no había sido capaz de permanecer ajeno a ese hecho. El chico insolente y malcriado había hecho relucir sus instintos protectores desde la primera vez.

Eventualmente, las cosas habían fluido de una forma que no habría esperado. Su primer error fue dejar que el apego de SeokJin hacia él se incrementara cuando los momentos más difíciles de su rehabilitación le sobrepasaron.

Joder. Jin era un joven con emociones inestables, lo que le hacía vulnerable. Y Jungkook era el único contacto de la humanidad real, que SeokJin tenía desde hace tiempo.

No tenía excusa. Después de tomar su primer beso y su primer experiencia sexual... Jin había pensado que era el problema cuando Jungkook se alejo atormentado con sus propios demonios. Le enojo pero no era culpa del menor buscar alternativas a su falta de atención, sólo quería explicaciones.

Entonces, Jungkook lo había estropeado. Se sentía aún peor al saber que no se arrepentía del hecho en sí, sino que era algo más alla que parecía haber transgredido el significado de su propia moral.

Taehyung le había dicho que SeokJin no era un niño, tenía la edad suficiente para consentir cualquier cosa que entre ambos sucediera, y que además de eso, a él le gustaba.

Si, por esto buscó provocarte. Se dijo.

Pero Jungkook todavía pensaba que el consentimiento de SeokJin estaba viciado por la vulnerabilidad de su estado.

Suspiró, pasando las manos por su rostro abatido. En otras circunstancias, Jungkook podría haber estado disfrutando de lo que se le daba. SeokJin era hermoso, y aunque nunca había estado interesado en chicos menores que él, siempre podía apreciar la belleza de un cuerpo esbelto, joven y decidido.

Se recargo contra el respaldo de su silla mirando a un punto inespecífico. Lo correcto ahora, sería volver a poner distancia entre ellos por un tiempo. Aunque está vez no pretendía ignorar a SeokJin, todavía le debía una explicación que planeaba darle en un futuro cercano.

Era evidente que Jin estaba ansioso de atención y afecto, que se aferro al primer hombre que fue amable con él.

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⏰ Última actualización: Feb 11 ⏰

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