—Oh no bebé, te dije que merecías una lección por lo indisciplinado que eres, y eso es justamente lo que planeo hacer.
Las palabras dichas, ocasionaron que un pequeño espasmo anticipado de excitación recorriera el cuerpo de SeokJin. Realmente curioso de lo que el pelinegro haría con él. Sin embargo, su indiscreta imaginación no pudo llegar tan lejos cuando sus pensamientos se vieron interrumpidos a causa del brusco movimiento del mayor, quien se levantó de golpe para empezar a quitar de poco a poco su corbata, y desabotonar al menos tres botones de su camisa, dejando así al descubierto, parte de su firme pecho.
Las manos de SeokJin hormigueron por el deseo de pasarlas por los firmes pectorales de Jungkook, descenderlas mientras acariciaba lentamente desde su pecho hasta su marcado abdomen y más allá. Fue por ello, que poco a poco, comenzó a incorporarse en la cama para llegar a su cometido; fallando lastimosamente cuando el pelinegro no se lo permitió y lo empujó de nuevo hacia abajo en el colchón.
En un rápido movimiento, lo volteó quedando boca abajo, después, agarró sus manos juntas firmemente mientras las sujetaba con la corbata que anteriormente se había quitado.
SeokJin jadeó por el rápido movimiento y por la fuerza que ejercía el suave material de la corbata en sus muñecas.
Con la misma agilidad que el acto anterior, fue regresado a su posición inicial, boca arriba. Sin poder evitar la incomodidad por sus manos atadas tras de sí.
Y finalmente, Jungkook comenzó su tortura, pasando sus manos por el cuerpo de SeokJin, lentamente recorriendo desde su cuello y hacía su pecho.
Llevó sus dedos hacia los pequeños pezones erectos para apretarlos levemente, provocando que SeokJin gimiera por lo bajo cuando sintió su cuerpo ser recorrido por ondas calientes de placer.
—Esta vez no seré suave contigo cariño, necesito que aprendas la lección, te lo he repetido hasta el cansancio, pero parece que mi lindo chico se niega a hacerme caso. —Expresó con voz baja y grave en el oído de SeokJin.
El menor gruñó un poco por como lo había llamado, sin embargo, más que consciente de la verdad tras aquellas palabras dichas. Sabía, sería casi descuidado y brusco; no obstante, el secreto estaba en que a SeokJin le encantaba la manera dura y posesiva con la que Jeon lo tomaba, bajo las mismas circunstancias.
Jungkook se sentó en la esquina de la cama, antes de tomar a SeokJin entre su cuerpo y sentarlo a horcajadas sobre su regazo.
SeokJin gimió por la sensación de la erección, que orgullosa, se erguía contra su trasero. Un cálido contraste entre su desnuda piel y el suave material de los pantalones de vestir de Jungkook.
Ello le ánimo a dar pequeños saltitos sobre la misma, lo cual hizo que del pelinegro escapasen pequeños gruñidos satisfechos. Poco le duró el gusto cuando este lo tomó de la cintura firmemente, haciéndole permanecer en su lugar para evitar que continuara con sus provocativos movimientos.
SeokJin gimió un poco en protesta, pero Jungkook sólo atinó a besarlo duramente, antes de llevar sus labios a su oído para decir. —No, bebé, aquí el que lleva el control soy yo.
Sin decir más, se arrastró hasta la cabecera de la cama hasta recargar su espalda, aún con SeokJin a horcajadas sobre él; eventualmente, estiró su brazo hacia el buró de la derecha para abrir el primer cajón, tomando una pequeña botella de lubricante.
Untó dos de sus dedos con la sustancia, y sin avisar, los llevó a la apretada entrada del menor, moviendolos intrusos en la calidez de su interior.
Ello llevó al castaño a apresar su labio inferior entre sus dientes, dejando escapar un involuntario gemido entremezclado de dolor y excitación, mientras Jungkook dirigía su boca para tomarlo en un beso fuerte, al mismo tiempo que lo embestía con sus dedos, rápido y constante; y su mano libre, encargándose del descuidado miembro erecto de SeokJin, acariciando al ritmo de sus estocadas.
En su alucín, SeokJin era un lío de gemidos, removiendose más en busca del contacto de Jungkook, ansioso por tocar y pasar sus manos por el cuerpo del pelinegro, cada vez tolerando menos su limitativa posición.
—P-por favor hyung te necesito. —Expresó abrumado, con la mirada cargada de deseo y los ojos brillantes.
Entonces, fue la manera en que lo llamó, que Jungkook decidió darle a su chico aquello que tanto deseaba.
SeokJin no fue consiente, sólo protestando un poco cuando los expertos dedos del mayor dejaron un vacío a su partida, para eventualmente, sentir la dura y caliente intromisión que se abría paso en su apretado interior.
Gimió sorpresivo y casi quejumbroso, antes de que el mayor, sin dejarlo acostumbrarse a su tamaño, lo tomara de las caderas para comenzar a embestirlo, marcando un ritmo rápido, constante y profundo. El placer siendo tal, que comenzó a mover las ataduras en sus muñecas, necesitando tocar y sostenerse de algo, específicamente, de Jungkook. Empero, deteniendo su cometido cuando una mano grande impactó contra su glúteo derecho; saltando un poco sorprendido al sentir la piel de esa zona hormiguear por el reciente golpe.
—Ni siquiera lo intentes, por más que lo hagas no te soltaré; recuerda que esto no es un premio para tí, Jin.
—Expresó Jungkook entre gruñidos, sin detener las rítmicas estocadas.SeokJin gimió lastimero, pero desistió de su cometido para ser desatado. De pronto, abriendo los ojos grande mientras sentía su cuerpo temblar cuando Jungkook aumentó la velocidad y fuerza en sus movimientos. Casi sintió alcanzar su propio placer, cuestión de segundos para que así fuera, no obstante, Jungkook tenía otro plan en mente cuando lo dejó esperando; salió de él de manera abrupta, mientras lo recostaba a un lado en la gran cama. SeokJin se quejo bajo, sin embargo, de inmediatamente fue puesto boca abajo, de rodillas con su torso contra colchón. Y antes de que pudiera registrar lo que estaba sucediendo, Jungkook volvió a arremeter contra él, tomando fuerte sus caderas.
Esta vez, todo se sintió más nítido para SeokJin, la nueva posición haciendo que Jungkook llegara más profundo dentro de él.
Ambos gimieron al unísono cuando Jungkook tocó aquel punto dentro SeokJin, ocasionando que este último apretara el miembro en su interior; lo que llevó a Jeon a por fin alcanzar su propio placer, no obstante, sin detener sus duras estocadas. Su negro y húmedo cabello cayendo sobre su frente sudorosa por el esfuerzo de la acción.
Al mismo tiempo, SeokJin se vio nuevamente a punto de alcanzar su propio orgasmo, mientras Jungkook continuaba profanado con descuido su cuerpo. —Ah-Ahh h-hyung yo m-me... —Dijo, sabiendo cuanto amaba Jungkook que lo llamase de esa manera y no dudando en sacar provecho de ello; sin embargo, ni siquiera pudo terminar la frase cuando el mayor, por cuenta nueva, lo dejó al borde del placer.
—No, por favoooor... —Protestó, algunas lágrimas frustradas descendiendo por su rostro.
SeokJin quería maldecir, pero aunque todo el asunto le comenzaba a frustrar, de algo estaba consciente; aquel era el aparente castigo que Jungkook tenía planeado para él, pues sólo velaría por su propio placer hasta encontrarse satisfecho, únicamente así, le podría dar a SeokJin aquello que tanto deseaba.
El pensamiento casi lo hizo rogar desesperado, en tanto Jungkook, continuaba moviéndose con ahínco, gimiendo en su oído después de tomarlo por el pecho y llevar su espalda contra él.
No obstante, parecía que sus deseos habían sido escuchados, porque pronto sintió una fría mano envolverse en su desatendido miembro, que rítmica, comenzó a moverse por su duro eje al mismo tiempo que las estocadas que lo penetraban.
Fue cuestión de minutos, cuando finalmente, se le permitió alcanzar la gloria. Viniendose tan fuerte y manchando su barbilla, y parte de su pecho.
En sintonía a él, Jungkook también dejó a su propio orgasmo golpearlo, vertiendo chorro tras chorro nuevamente, dentro de SeokJin.
Y sin embargo, supo que aún no era el final, porque, después de todo, la tarde apenas había comenzado...
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Undisciplined [KookJin Ver.]
أدب الهواةIntimidante, causa problemas e insolente, Kim SeokJin tiene la peor fama dentro del instituto. Sus compañeros le temen, sus profesores lo odian. Nadie puede detenerlo, porque para SeokJin, no existe "la buena conducta". Sin embargo, en la intimida...