Capítulo 33

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Mírame ¿Cuál es la situación?
Más allá de tu mirada nerviosa, veo cada muro a tu alrededor derrumbarse.
Es eterno, la tensión entre ambos no se puede cortar con este cuchillo sin filo.
Las luces brillantes se extienden y alejan la oscuridad, pero ya no quiero despertar al nuevo mañana.
Incontables y crecientes sueños ahora son una realidad que no quiero enfrentar...




El cuerpo caliente de Jungkook apresó al de SeokJin; una de sus grandes manos se sumergió en la espesura de sus castaños cabellos, jalando para mantenerlo quieto contra su experta boca, la otra, sostuvo con dureza su cintura en un agarre casi doloroso. No le importó.

Incluso si su confundida mente seguía diciendo que era extraño, su cuerpo reaccionó sumisamente ante el dominio del más alto.

Por su lado, Jungkook no estaba en mejores condiciones. Tan contradictorio como era, seguía reprochandose el error que estaba cometiendo, sin embargo, también pudo sentir que el peso de meses por fin dejaba su cuerpo, haciéndole sentir más ligero, satisfecho mientras sujetaba contra si la delicada figura de SeokJin.

El chico podía parecer duro, pero mientras recorría con su mano la estrecha cintura, se dio cuenta de que realmente era frágil y maleable.

Sus cuerpos encajaban tan perfectamente como dos piezas de rompecabezas. 

Profundizó el beso, y sin pedir permiso para entrar, saqueó con su lengua la boca del castaño. Ambos parecían suspirar entre los labios del otro, como si hubieran estado esperando por eso.

Jungkook no quería dejar la calidez de los gruesos labios que estaba besando, y fue aún más difícil, cuando las tímidas manos del menor se aferraron a su camisa con fuerza.

Aquella fue la oportunidad de Jungkook para moverlos a ambos entre torpes pasos hasta que el cuerpo del más bajo quedó entre el suyo y la pared. Ahí, sus manos juguetearon traviesas sobre la delgada figura, acariciando la estrecha cintura de Jin, la curvatura de su espalda. Quería descender por el lugar hasta tener sus manos llenas, pero se detuvo, esta vez llevándolas a las calientes y sonrojadas mejillas.

El aire pronto comenzó a faltarles, Jungkook sabía que en cuanto se separara, la realidad le golpearía como un balde agua helada, pero cuando lo intentó, recibió un bajo quejido necesitado y los brazos de SeokJin se envolvieron en su cintura, aferrándose tan duramente como si temiera que él le soltara.

Ello le llevó a nuevamente perderse en la dulzura de los rojizos labios del menor. Eventualmente descendió sus besos por la mandíbula y cuello de Jin.

—Mghh. —Se quejó el castaño. —Hyung...

La respiración del más bajo era agitada, Jungkook sólo pudo gruñir satisfecho, y entonces su miembro, que ya estaba despierto, pareció endurecerse más entre su ropa.

Aun contra todo su razonable juicio, se pegó tanto como podía al cuerpo ajeno. Solo quería que el dolor en su zona baja disminuyera, pero tampoco deseaba asustar al menor.

Para ese momento, Jungkook ya había enviado la culpa a un rincón oscuro en su mente, olvidándose de ello y sólo satisfaciendo su creciente deseo.

Continuó besando el delgado cuello de Jin. Se dijo que era aquello con lo que tantas veces soñó mientras se ocupada de sí mismo.

Entonces volvió a gruñir cuando la voz entrecortada de SeokJin le habló, mientras le miraba con ojos rojizos y cristalinos por las lágrimas retenidas. —Duele...

Jungkook entendió al instante de que se trataba cuando descendió la mirada y sintió la dureza de Jin contra su muslo.

Respiró con fuerza, intentando mantener el control sobre sí mismo para no cometer nada más allá de sus límites autoimpuestos.

Undisciplined [KookJin Ver.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora