Observarlo dormir tan pacíficamente, le trajo cierta paz y tranquilidad. Lucía tan inocente, sin que nada a su alrededor perturbase su sueño, sin que ningún ceño fruncido arruinara sus inocentes rasgos que todavía tenían un deje infantil...
Había acondicionado la habitación de huéspedes para alojar al menor y que este pudiera recuperarse. Si alguien le preguntara a Jungkook si lo que había hecho era buena idea, sin duda la respuesta sería que no; le dirían que era algo estúpido, que él era un idiota por permitir la entrada de un completo desconocido en su hogar, y sinceramente, tendrían razón. Jungkook no conocía de nada a SeokJin, anteriormente lo había pensado en el hospital, sin embargo, pese a ello, no pudo evitar ofrecerse para ayudar, sin cavilar en las posibles consecuencias. Y aunque el menor estuvo renuente después de la pequeña discusión sobre llevarlo o no a su casa, al final había logrado tranquilizarlo para poder retirarse a su hogar luego de que el doctor le diera de alta.
Con un diagnóstico del médico que indicaba el delicado estado del muchacho, fue imposible para él negarse a brindar todo lo necesario para ayudarlo. Jungkook era una persona seria y de carácter racional, y a pesar de a veces parecer bastante cruel, en el fondo era sumamente bondadoso, pues si se trataba de ayudar, él estaría en primera fila. Siempre honrando la memoria de su madre fallecida. Era a ella a quien le agradecía su ser altruista y bondadoso, incluso si lo ocultaba en esa capa de fingida indiferencia con los de su alrededor. Y si ello no hubiera sido suficiente, su palabra sí lo era; porque nunca se retractaba de algo cuando ya se había comprometido a hacerlo. Cosa de orgullo.
Además, pensándolo mejor, ¿cómo habría podido abandonarle de nuevo en la calle así como se encontraba, cuando ni siquiera había sido capaz de ponerse de pie cuando intento irse del hospital? Era bastante obvio que el menor no iba a poder valerse por sí mismo afuera.
Jungkook pensó con nostalgia en lo joven que era el castaño para llevar la vida que llevaba, o al menos por lo poco que pudo descifrar por si mismo; al parecer, ni siquiera tenía una familia que se preocupara por él, puesto que de haber sido lo contrario, ninguno de los dos se encontraría en la situación en la que ahora estaban. Además de eso, Jungkook no sabía nada de él, y quería hacer miles de preguntas, sin embargo, estaba consciente de que aún no era él momento adecuado. Primero tendría que ganarse la confianza del menor y luego averiguaría todo. Aunque posiblemente ello ya sería meterse mucho en asuntos que a Jungkook, definitivamente no le concernían.
Después de algunos minutos observando al menor, Jungkook finalmente salió de la habitación, cerrando despacio, para luego bajar a su despacho y ordenar algunos papeles y diligencias que aún le quedaban por hacer, ya que después de todo lo sucedido, se había olvidado completamente de sus pendientes en la empresa.
Entró en la amplia oficina que tenía en casa, y tomó asiento tras el escritorio de caoba, prendiendo el ordenador frente a él.
Recargó sus codos sobre el escritorio y sostuvo su cabeza entre sus manos, despeinado sus negros cabellos. Desde el día anterior, cuando el médico le había informado sobre el delicado estado del rebelde castaño, extrañas ideas comenzaron a surgir en su mente.
Hizo una mueca cuando el pensamiento volvió, tal parecía que la soledad en su vida comenzaba a afectar su raciocinio. Y aun si sus pensamientos no eran claros, no quería encontrarle el sentido ni a ellos, ni a sus últimas decisiones; que en conjunto, era lo que tenían su mente hecha un caos.
Intento justificar sus actos con su extrema bondad y carisma, sin embargo, Jungkook sabía que en el fondo, no era exactamente así. Aunque tampoco tenía claro que buscaba con todo eso. Quizás sólo él hecho de que el menor despertaba en él un inusitado sentimiento de protección.
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Undisciplined [KookJin Ver.]
FanfictionIntimidante, causa problemas e insolente, Kim SeokJin tiene la peor fama dentro del instituto. Sus compañeros le temen, sus profesores lo odian. Nadie puede detenerlo, porque para SeokJin, no existe "la buena conducta". Sin embargo, en la intimida...