Capitulo 10

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Una mano estaba en su pierna mientras las voces de la película sonaban en el cuarto.

Las caricias casi nunca faltaban entre ellos ahora, estar abrazados o acurrucados juntos. Aunque estos contactos siempre los iniciaba el castaño de una o otra forma.

Ambos estaban acostados junto a el otro en la cama. Estaban viendo una película francesa, sin subtítulos, estaban tratando de adivinar que decían los personajes pero los escenarios eran bastante lindos y bien hechos.

El castaño le gustaba este tipo de películas y estar juntos en la cama, ya que así podía percibir mejor el aroma del pelí-negro.

—Cuidado con tus manos—Advirtio el peli-negro sin apartar su mirada de la pantalla. La mano del contrario estaba abajo de su short que poco a poco iba subiendo más.

El castaño solo subió más su mano para luego volverla a bajar. Así iniciando un vaivén en la pierna del mayor.

Estaban arropados con una sábana, que solo dejaba sus cabezas por fuera.

—Pero te gustan las caricias—Se quejo sin apartar su vista de la película.

—Me gustan, pero como que la mano está en donde no debería estar—Señalo.

El solo hizo un puchero. Abrazo a el peli-negro con fuerza para luego enterrar su nariz en el cuello de Fyodor. Mientras sus manos tocaban el abdomen del mayor sobre la camisa.

Amaba el olor a lavanda, era tan relajante que se olvidaba de sus pensamientos por un rato.

—Eres suave...—Confeso el castaño—Como el corazón de los seres vivos cuando es arrancado del pecho y sigue latiendo, así de blandito y suave eres.

—Necesitas una misa y un padre—Señalo viendo a el menor abrazándolo.

—Tal vez un psicólogo también.

—No sería mala idea.

—Nah, no necesito nada de eso—Rechazo la idea—Tengo algo mucho mejor, a ti. Lindo chico con olor a lavanda—Se acomodo para volver a prestar atención a la película que estaba pasando en el computador del pelí-negro.

Esto se había vuelto normal entre ellos.

La película al final si había sido bastante entretenida. Se podría decir que entendieron medio medio a los personajes, por eso se concentraban más en las acciones y gestos para entender lo mejor posible.

Era ya las 11pm, era temprano para los dos en realidad. Pero hoy querían dormir temprano. Además que el mayor no se sentía muy bien, así que convenció a el castaño de que se acostaran temprano.

Hoy el Omega se había venido a pasar la noche en el departamento del ruso apesar de vivir al lado alegando que había escuchado ruidos extraños anoche y que no quería que le saliera un espanto y el estuviera solo e indefenso en su departamento. Y él alfa solo se resigno y lo dejo quedarse.

Apagaron el portátil y la lámpara.

El minimo estaba del lado de su dueño en la esquina de la cama durmiendo plácidamente. Hasta que sintió como lo patearon fuera de la cama.

El castaño había abrazado a el ruso por la espalda y lo tumbó con sus pies—Fyodor... Te quiero—Dijo de repente.

El estaba algo sorprendido por eso y sonrojado se volteó para ver a el Omega que estaba en su cama.

—Te quiero mucho—Volvio a abrazar a el mayor.

—Deja de decir incoherencias, no somos pareja y nada, debe ser las hormonas hablando por ti—Aparto un poco a el menor —Creo que deberías ir a dormir a tu departamento.

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