Capitulo 12

153 20 2
                                    

“¿Me podrías pasar mis cosas? Por favor. Necesito en verdad las llaves

Atte:El vecino que corriste”

Leyó la nota que fue pasada por debajo de su puerta hacia su entrada.

Respiro profundo.

Se sentía aún mal. Incluso más de cuando Dazai estaba junto a él a principio de su celo.

Estaba tirado en la cama con la nota en mano. No sabía en donde estaban las cosas del castaño y no tenía mente para buscarlas ahora mismo.

En sus celos se sentía solo y perdido. Pero si se daba la oportunidad estaba muy cariñoso con la persona que le  acompañara en unos de sus días.

Pero ahora estaba solo y perdido.

¿En serio a Dazai le parecía enfermizo su cuerpo?

Estaba envuelto en sus sábanas y lo único que se veía de él era su rostro y algunos mechones de su cabello.

La puerta del departamento era tocada. Escuchaba el sonido desde su habitación. Era Dazai, podía sentir el aroma a canela.

No quería abrir. Si el podía sobrevivir a su celo solo sin tocarse Dazai podría vivir sin teléfono y sin llaves.

Aunque cada vez se hacía más tentador invitar a el castaño a pasar su celo con él. Quería caricias, quería besos, quería coger.

Se tapó por completo. No podía pensar en eso, tenía que ser fuerte.

Pero quería morder a alguien.

Nunca había estado con alguien durante su celo.

Pero siempre había una primera vez...

A el castaño no le agradaba su cuerpo y el no podía soportar bien el aroma del Omega en estos momentos, ya que estaba más sensible de lo normal.

Peeeero...

No había pero para eso.

—Aaaaaaaahhh—Grito con desespero.

Habían pasado algunas horas y el seguía aún en las sábanas mientras pensaba seriamente coger con alguien en estos momentos.

Siempre durante su celo escondía su teléfono o lo dejaba afuera de  la habitación en donde iba a pasar su celo, para evitar tentaciones y invitar a alguien.

Ahora el problema era que tenía el teléfono pero Dazai ahora no tenía el suyo.

Golpeó la cama.

Tuvo que pensarlo mucho mejor antes de dejarlo sin teléfono.

Volvió a gritar para luego empezar a llorar.

Era desesperante.

Estaba llorando porque no podía tener sexo. Pero también estaba llorando porque rechazo la oportunidad de tenerlo al principio. También lloraba el Omega le parecía enfermizo su cuerpo. Ya no sabía porque lloraba en realidad.

Home Boy  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora