Capitulo 6

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Ahora estaba arreglándose en su departamento.

Eran quince minutos para llegar a el restaurante así que estaba a buen tiempo.

Cuando llegue pensaría que haría con el cuadro, tal vez podría colgarlo o guardarlo en un gaveta, no lo sabía, pero lo iba a conservar. Después de todo, no todos los días te regalaban una pintura.

Se terminó de vestir y agarró su teléfono y algo de dinero para llevar. Eso era lo que el veía necesario para esa salida, no era como si irían hacer la gran cosa.

Conecto sus audífonos a su teléfono y coloco música.

Salió de su departamento y cerro la puerta. Iba a empezar a caminar cuando sintió una mano en su hombro, volteo para encontrarse con un castaño sonriente.

—¡Hola!—Saludo el menor.

—Hola—Se quito los audífonos.

—¿Que escuchabas?—Pregunto con curiosidad.

—Musica.

—Aun me preguntó el por qué de esas repuestas tan secas—Se quejo Dazai para empezar a caminar—Supongo que no tenía muchos amigos en secundaria, preparatoria o siquiera en primaria.

—Supongo que usted era lo contrario, el que estaba rodeado de gente ¿Eso no lo agobia?—Pregunto para también empezar a caminar.

—Pues mire que no, es reconfortante, tener la atención de varias personas. Debería intentarlo, es divertido y agradable.

—No me gusta.

—¿Lo intentaste?

—No pero no me gusta.

—Que cerrado.

—No soy cerrado.

—Anticuado entonces.

—Son cosas diferentes, una tienda no es anticuada porque esté cerrada—Explico el peli-negro—Todos somos diferentes y si usted no cree eso entonces era tú el cerrado.

—¿Viste? Si es posible tener una conversación fluida.

—¿O solo estás llevando conversación a un terreno que tengas dominio?-Pregunto el peli-negro y vio de reojo a el menor.

—Tal vez—Rió—Entonces voy a ahorrarme el resto, me gustaría saber más de ti, te gusta leer, escuchar musica y los gatos. Pero debe haber más—Dijo mientras miraba a el contrario—Yo por ejemplo aparte de pintar me gusta escribir y ver series o películas.Me gustan las películas de terror y comedia, no me gusta mucho el romance, parece aburrido y si lo veo es por la comedia, mientras que el terror irá más bien a el horror. Aunque veo de cualquier género esas son las que me gustan más ¿Y a ti?

—En realidad no me puesto a pensar en eso, solo veo las que me llaman la atención—Respondió.

—Eso suena que no vez muy seguido películas o series, peros tus ojeras dicen lo contrario.

—Puedo funcionar con solo dos horas de sueño.

—Interesante, ya se a quien le puedo llegar a las dos de la mañana a pedir azúcar—Hablo con gracia Dazai.

—Ya se que no tengo que abrir a quien toque mi puerta a las dos de la mañana—dijo con una sonrisa el ruso.

Y siguieron hablando, aunque era el menor el que más hablaba, estaba bien. Después de todo era así que se podía tener una agradable conversación.

—Y es por eso que odio los perros, aparte que me han perseguido para morderme—Confeso quitándole importancia

—Yo no podría decir que los odio, pero tampoco me agradan mucho. Pero estoy dispuesto a adoptar uno para evitar visitas indeseadas.

—¿Me está diciendo de manera indirecta visita indeseada?—Pregunto el japonés con una ceja alzada

—No—Contesto rápidamente.

El menor entre cerro los ojos-No te creo.

—Puedes elegir no creerme si quieres, pero yo sé lo que digo.

—Lo que dijiste fue un simple <No>—Recalco el castaño—Oh, ya llegamos-Informo al ver el local.

Aunque era un local pequeño había bastante gente. Tenía algunas mesas afuera junto con algunas luces que colgaban del techo.

—¿Donde prefieres sentarte afuera o adentro?—Pregunto el castaño a el contrario.

—Afuera.

Tomaron asiento en unas de las mesas y un silencio junto con ellos abordo la mesa. Pero no era un silencio incomodo pero a la vez se sentía que se tenía que romper o iniciar una nueva conversación.

Que mejor manera de hacerlo diciendo algo de repente que no tenga nada que ver con las cosas conversadas con anterioridad.

—Pareces un gato—Dijo el menor—Un gato negro, solo te falta el lazo, las orejas y los bigotes.

—Creo que me faltaría todo más bien—Corrigió Fyodor, que rara comparación de un momento a otro—¿Y por qué piensas eso?

—No sé, solo lo pensé, como tu cabello es negro y tu mirada parece que está juzgando todo a el igual que en gato, esos seres juzgan hasta tu manera de respirar—Explico para posar su mentón sobre la palma de su mano.

—¿Me estás diciendo que juzgo a todos?

—No, pareciera que juzgaras a todos—Aclaró el Omega—Pero no lo haces ¿Verdad?

—No, no lo hago.

—Un lindo gato negro, te quedaría muy bien un lazo rojo o un collar con campana—Divago el castaño—Imaginate, cada vez que hagas un movimiento brusco suene la campa. O también te quedaría bien el lazo rojo, pero no fino, si no grande, como el que le ponen a los bebés en la cabeza pero está vez en tu cuello que sea grande y sobresalga ¿No sería lindo?—Pregunto normal y tranquilo—Combinaría con el color de tu cabello y piel.

—Ok?-Se arreglo un poco el cabello atrás de su oreja—Creo ya saber tu fetiche lo cual era información innecesaria—Dijo inclinado la cabeza un poco apenado. En realidad nunca se había imaginado con un lazo o un collar de ese tipo.

—No es un fetiche—Aclaro el Omega—Solo digo que te quedaría lindo un lazo rojo—Repitió—Asi que no es un fetiche, es solo una opinión. Además pienso que el rojo te quedaría excelente, aunque el lila también. Pienso que la gama de morados te favorecería, combina con tus ojos.

—¿Mis ojos?

—Si, es una pena que no sean tan grandes o abiertos, porque si fueran así parecieras salido de una vidriera. Pero tus ojos dan una mirada penetrante y profunda, además seria y misteriosa—Explico el menor mientras tomaba la bebida que le habían traído.

—Eres bastante detallista.

—Me lo han dicho. Después de todo para lo que estudio tengo que tener buen ojo—Aclaro dejando su bebida y volvió su mirada a el peli-negro—¿Y tú? ¿Eres detallista?

Y así siguió la conversación. Ordenaron la comida y ahora esperaban por ella.

Charlas Agradables se dieron mientras la espera seguía, aunque era de esperarse porque el local estaba bastante lleno, lo cual significaba que la comida era buena.

Aunque era el castaño el que más hablaba y opinaba , el mayor solo escuchaba atentamente. Después de todo así era como funcionaban bien una conversación.


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