Capitulo 16

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Ahora se estaba terminando de arreglar para poder salir de forma decente.

Estaba lloviendo, pero sus reservas de comida se habían agotado. Así que le tocaba salir a comprar.

Normalmente lo hacían juntos, pero hoy no sería el caso. El peli-negro tenían unas defensas tan bajas que si se resfriaba parecía que se moría.

Tenían cinco meses como novios formalmente. Y las cosas no habían sido tan desastrosas como se lo habían imaginado. Casi quedó igual, con la diferencia que se decían más palabras cariñosas y que además habían más besos entre ellos.

Ahora se encontraba colocando los zapatos.

Sintió a el peli-negro atrás de él.

—¿Puedo traer—Iba a preguntar el castaño cuando fue interrumpido por el alfa.

—¿Sake? Solo el de lata, si hay solo el de botella no traes. No me gusta que tomes el de botella.

El hizo un puchero.

Y como olvidarlo, regulaban sus comidas y el alcohol que consumían.

—Voy también a traer—Volvio hacer interrumpido.

—Aun queda cangrejo, cuando llegues podemos comer—Continuo el peli-negro.

—¿Traigo—

—Si, trees plátanos—Agarro el rostro del menor y lo volteó hacia el—Procura no mojar te mucho, tampoco tardes más de lo necesario y está todo lo demás en la lista que he metido en tu cartera—Aclaro.

—Si mami, tampoco puedo hablar con extraños—Se burló el castaño con algo de fastidio.

—Eso también—Beso la frente del castaño.

—¿Quieres algo en específico?—Pregunto el menor con los ojos cerrados ya que los cabellos negros caían por parte de su rostro.

—No, todo está en la lista—Contesto para enderezarse—Te espero para que comamos juntos.

Se levantó y vio a su novio, se despidió y salió del departamento.

Pero cuando acababa de salir del edificio se olvidó de un detalle muy importante. Se le había olvidado la cartera.

Subió las escaleras y llego a su departamento.

—¿Buscas esto?—Pregunto el peli-negro con la cartera en mano y una pequeña sonrisa—Te espero con una sorpresa especial, pero si no te apresuras, no obtendrás nada—Le entrego la cartera a su pareja con una sonrisa.

Con una sonrisa de felicidad salió del edificio.

Sorpresa especial igual a tal vez una tarde de sexo.

Porque ni siquiera era seguro.

Pero eso no hizo quitarse los ánimos que tenía.

Llego a la tienda y fue metiendo todo en un carrito. Casi tenía todo lo de la lista, para su fortuna si había sake en latas, los agarro con una sonrisa. También vio un vino, tal vez debería llevar para relajar el ambiente cuando llegara y no almorzar hoy ¿O mejor algún tipo de vodka? Su novio tenía orígenes rusos, por lo tanto le debía gustar el vodka ¿No?  ¿O si mejor llevaba whisky?

Llevaba como cinco minutos en el pasillo de las bebidas pensando en que llevar.

Al final dejo el sake y llevo el vino.

No le alcanzaba el dinero para los dos.

Lloraba mientras sacaba su sake del carrito y metía el vino ¿A quien no le gustaba un buen vino?

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