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Capitulo 4

"Oh, Dios mío. Con el soy capaz de llegar a el cielo y tocar las estrellas.
Pero luego la caída es tan dolorosa.
¿Acaso está bien todo lo que hago? ¿Todo lo que hago por él acaso no está condenado por la iglesia?

Un amor prohibido, un amor que es tan peligroso, pero tan apasionado y adictivo.

Si esto sigue ambos seremos condenados a muerte. Pero es lo que lo hace tan emocionante según el.
—Seria hermoso que ambos seamos ejecutados por nuestro amor, sería tan gloriosos, los amantes que murieron por amar a la persona que no debían ¿No te parece romántico?—Escuchaba sus palabras con atención, las que me estaban llevando poco a poco a la perdición.

—¿Acaso ambos estamos destinados a morir como Romeo y Julieta?—Pregunte.

—¡No! ¡¿Como puedes siquiera pensar en eso?!—Exclamo preocupado ¿Acaso dije algo malo?—Seremos como Adán y Eva, Adán fue capaz de comer la manzana por Eva aunque sería condenado a la destrucción. Fue capaz de pecar por Eva, el no imaginaba un mundo sin ella a su lado—Explicaba mientras sostenía mis manos con delicadeza, con si en cualquier momento se romperían—Como yo lo hago por ti, no soy capaz de imaginar un mundo que no estés a mi lado—Confeso mientras sus caricias seguían.

Una duda invadió mi mente—¿Tu serías capaz de pecar  por mí?—Pregunte de manera sería, si era verdad todo lo que dijo está pregunta debía ser fácil de responder
¿Verdad?. Ambos estamos cayendo a un vacío del que no seremos capaces de salir"

Tres toque se escucharon sacándolo de la lectura. Solo ignoro el sonido y siguió con su lectura.

Sabia quien era y no iba abrir, se supone que su tiempo libre es para el, no para estar soportando las babosadas de alguien más.

"—Claro que sería capaz de hacerlo, sería capaz de hacerlo por ti—Sentía como mi corazón se aceleraba cada vez más, el haría eso por mí. Tal y como había dicho, estaba dispuesto a pecar a el igual que Adán.

—Entonces hazlo—Dije, una de sus manos aún sostenía las mías mientras la otra bajaba por mi brazo izquierdo.

—Tu eres mi Dios, y tus deseos son órdenes—Pregunto mientras acariciaba mi brazo de manera delicada, tan frágil, tan elegante.

Esos toques que yo tanto anhelaba y hacían que mi cuerpo sintiera escalofríos.

—Genocidio, si soy tu Dios tendré que castigar al que me desobedezca—Sentencie con una sonrisa, al fin todos mis sueños se podrían ser realidad. Junto a él, pero unas palabras que recuerdo con perfección volvieron a mi mente —Empezaremos en este pueblo, todos los que han pecado morirán.—Explique. Solo vi que el me dedica una sonrisa cálida. Tan hermosa."

Otro toque a su puerta. Ahora había conocido la rencarnacion de la persistencia, pero no en el buen sentido.

Estaba en su habitación leyendo en su cama y no tenía intenciones de levantarse de ese lugar. Estaba muy cómodo y además en su tiempo libre! Claro que no iba a atender.

"Pecar es tan fácil para el ser humano, y es mucho más rápido que las personas pecan si es por amor. El amor es el causante de muchos sufrimientos pero a la vez es una pena y desgracia si no lo sentimos ¿Acaso estamos destinados a sufrir de cualquier manera? "