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Me siento en el sofá de fuera de la casa de B, desde ayer que no puedo dejar de pensar en Rafe y eso ne esta comiendo poco a poco. ¿Hice bien? ¿Hice mal?

—¿Y bueno? —habla JJ, mirándome— ¿Vas a contar que pasó ayer con Rafe? Nos tienes a todos en espera.

—Me defendió, le dije que parará, paró y me llevo a otro sitio. —lo resumo todo, todos se me quedan mirando.

—Hay algo que no me cuadra, —habla B— ¿por qué te defendió?

—Topper le dio un empujonazo. —responde JJ, Pope asiente.

—Yo tengo otra cosa que no me cuadra, —hablo de nuevo, mirando a B— ¿dónde mierdas estabas en todo ese tiempo?

—Con Sarah. —responde, y una pequeña sonrisa crece en sus labios.

—¿Qué hacías con ella? —cuestiona Ki, sonrío divertida mirando a JJ.

Ki y B empiezan a discutir, yo paso de ellos mirando a la nada, siempre están igual y no me interesa a no ser que se peguen. Salgo de mi burbuja cuando veo a Rafe, hacemos contacto visual y me saluda, hago lo mismo y es cuando todos lo miran.

—Dios mío. —Pope rueda los ojos.

—Si no lo echo de aquí es por lo que hizo ayer por tí. —habla B, me levanto enseñándole mi dedo de enmedio.

—No os la paséis muy bien sin mí. —digo antes de irme.

Una vez que ya estoy frente a Rafe le sonrío;— No sabía que ibas a venir. —digo.

—Yo tampoco, pero las ganas de verte otra vez me estaban matando.

Joder.

—¿Nos vamos a otro sitio? —cuestiono, porque sé que todos nos están mirando, quizás y hasta le estan leyendo los labios a Rafe, que es el que esta en frente.

Rafe mira al grupo y asiente con la cabeza, me giro y obviamente, todos nos estan mirando, les enseño mi dedo de en medio antes de seguir el paso de Rafe.

—Así que tenías ganas de verme, eh. —hablo sonriendo.

Parezco tontita cuando estoy alrededor de Rafe, es algo que deberías saber. Hay muchas tonterías que me pasan con él, por ejemplo: me quedo sin palabras fácilmente, me pongo nerviosa, a veces no puedo sostenerle la mirada más de quince segundos. Y más cositas así, pero en fin, de eso hace mucho, supongo que las cosas han cambiado. Espero.

—Y de hablar contigo. —confiesa, sonriendo— ¿Tú no tenías ganas de verme? —me encojo de hombros, sin querer responderle a eso.

—¿Dónde vamos? —pregunto, cambiando de tema, veo su sonrisa al darse cuenta.

—Donde quieras, sube al coche. —señala al coche, y yo me monto de copiloto.

—Tengo hambre, la verdad.

—¿Te apetece unos bocadillos? —asiento con la cabeza y él se pone en marcha.

Pongo la radio, dándole justo a la cana que me gusta, le pongo voz y después bajo la ventana. Suena la voz de Eminem y yo sigo la música, Rafe me mira divertido antes de seguirme el rollo.

Vale, lo echaba de menos. Mucho.

Cuando se acaba la canción flojo el volumen, mirando a Rafe con una sonrisa;— Al final te la has aprendido. —digo y él asiente.

—Mucho tiempo echándote de menos.

—¿Escuchabas las canciones que te enseñaba cuando me echabas de menos? —pregunto, Rafe asiente.

—Y más cosas. —suelto una pequeña carcajada.

—Bonito, Rafe.

Llegamos al bar, Rafe aparca y bajamos del coche, entrando juntos al bar. Al entrar veo a Kelce y Topper, este último y yo hacemos contacto visual pero, lo ignoro sentándome en una mesa. Pedimos lo que queremos y empezamos a hablar de las cosas que no han pasado desde que no estamos juntos, cuando nos traen los bocadillos seguimos igual, con la tontería.

—Ayer me dijiste que tenías miedo, —hablo, cuando estamos otra vez en el coche, más tranquilos y sueltos— yo también lo tengo. —confieso, quitándole importancia.

—¿De qué tienes miedo tú? —cuestiona Rafe, interesado.

—De quererte. —suelto, dejándolo un poco confundido.

Tengo miedo de quererlo de la forma en la que lo quiero, porque está forma que tengo no es de amigos, y me cuesta una barbaridad admitirlo pero es la verdad. Yo no quiero a Rafe Cameron como solo un amigo.

—¿De quererme? —me da una mirada corta antes de mirar de nuevo a la carretera, confundido— No sé que es lo que te hizo tener miedo... —le interrumpo.

—De que me hagas lo mismo. —miento— Por eso pienso que es mejor que nos volvamos a separar. —digo.

Llegamos a casa de B al mismo tiempo que le respondo, Rafe aparca el coche y se gira hacia mi, le mantengo la mirada.

—No voy a hacerte lo mismo. —me responde.

—El problema es que no te creo. —Rafe bufa mirando a otro lado, se esta fustrando.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Cómo puedo hacer para que me creas, Jude? —por su voz es notable lo que le afecta mis palabras.

—Nada. No quiero que hagas nada.

—Jude, no me hagas esto... —ruega— Por favor.

—Rafe, es mejor así. —hablo, desabrochandome el cinturón.

—No, no lo es. No puedes saber si te voy a hacer lo mismo si no me das otra oportunidad.

—No quiero darte otra oportunidad. Ya está, Rafe.

Abro la puerta del coche, dispuesta a irme hasta que la voz de Rafe vuelve a hacerse presente;— Te quiero mucho y no pareces entender que no me quiero alejar de tí.

El problema esta en que yo no lo quiero de la forma que él me quiere a mí, y eso duele.

—Pero yo si me quiero alejar de tí, Rafe.

Since we're alone  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora