«•03•»

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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 03: «•𝑳𝒂𝒈𝒓𝒊𝒎𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒓𝒓𝒂𝒎𝒂𝒅𝒂𝒔•»

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Five se encontrabá boca arriba estirado placidamenté sobre su cama. Pensando, en como seriá si las cosas fueran diferentes. En como seriá si Ocho notará siquiera su presenciá, o apreciará los obsequiós del ojiverde. Los cúales escapaba duranté las noches para cortar ramos frescos de flores en un jardin que se encontraba a unas cuadras de la academía. O cuando aprovechaba la ausenciá de su padre para salir a las tiendas y conseguir aquellás pegatinas personalizadas.

En varias ocacionés Reginald lo había castigado. Pues Five no era muy astutó cuando se trataba de recordar que habían camarás de seguridad.

Pero aún así, amaba hacerle pequeños detalles a aquella egocentricá chica. Y al pesar de arriesgarse de ser castigado nuevamente y ser encerrado en aquella oscura habitación. El haría lo que fuera por dejarle un ramó de flores sobre su cama.

Y que no hace faltá palabras para describirle que no esta sola y que al pesar de qué ella lo desprecié. El hará todo lo posible por algún día recibir una muestra de afectó de su parte.

Queriendó dejar de pensar Five se levantó dispuestó a dejar aquel regaló en la cama de la chica. Sabía que lo regañaria por hacerlo. Pero, la vida solo es una. ¿No?...

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Todos se levantarón de un brincó de sus camas asustados al oír gritos desde el pasillo. Gritos que provenian de la habitación de Ocho.

—Oh no.—Susurró Klaus dirigiendosé juntó a los demas a dondé provenía el bullició.

Al llegar encontrarón una escena para nada agradable. En aquél pasillo se encontraban petalos derramados por el suelo. Por culpa de Ocho quien agitaba el ramó de flores con fuerza al no poder contener la furia. Y sin mencionar el rostró de Five completamenté empapado de lagrimas, lagrimas dolorosas.

—¿Tantó te cuesta entender qué me estorbas?, ¡por que a mi!, ¡busca a alguien más a quien regalarle estas putas flores!. Oh ya lo olvidé, no tienes a nadie.—La chica arrojó las flores al rostró del ojiverde, este sollozo, algo que a ella no le importó.

Five tomó el ramó con delicadeza mientras secaba sus lagrimas con la manga del pijama.

—¡Ocho!, ¡es suficiente ya basta!.—Gritó Klaus exaltadó tomando a Five y llevandoló a su habitación. Mientras este acariciaba los tulipanes ya masacrados con su mirada vacia.

—¿Aún lo defiendes?, Wow.—Ocho se adentró a su habitación hecha furia.

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La octava integrante giraba sin parar sobre su cama al no poder parar de pensar. ¿De verdad lo había tratado tan mal?. La respuesta es sí, solo que ella lo veía comó algo de todos los días. Se había acostumbrado tantó a despreciar al ojiverde desde ese día, que olvidaba que era un ser humano que cargaba sentimientos y derramaba lagrimas...

Por una parte sentia solo un poco de remordimientó . Ocho había tenido un mal dia, y se habia desquitadó con el tierno ojiverde, quien solo buscaba alegrarle el dia a la joven con un bello ramó de rosas. Lo cúal el chico terminó recibiendo la humillada de su vida.

Pero aún asi, por otra parte de su mente dibagaba.« Tú le advertisté a Five que te dejé en paz, el se lo buscó.»

La chica sin más se sentó sobre la cama prendiendo la luz de su mesita de noche. Su mirada se dirigió a aquel tacho de basura, dondé hace dos días habia botado un ramó de tulipanes, donde hace un mes un ramó de girasoles, donde hace tres meses un ramó de margaritas. Y dondé ahora habia botado un corazón rotó.

Fue cuandó unos ruidos extraños la sacarón de su mente, provenian de la habitación de al lado.

Ocho se acercó a la pared izquierda apoyando su oreja a la pared. Se oían claramente aquellos desesperantes sollozós, aquellos lamentós.

Los cúales provenian de la habitación de Five...

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[•¡𝖵𝗈𝗍𝖺!•]

𝐌𝐘 𝐆𝐈𝐑𝐋 ✔︎|ℱ.ℋ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora