Acuerdo de medianoche

Capítulo 7

Quackity suspira cansado. Ya han pasado días desde que Luzu y él salieron de la cabaña en búsqueda de su ex marido.
Apesar de que han estado viajando con ojos de Enderman y recorriendo pequeñas distancias a pie, él no puede evitar sentirse agotado, a tal punto que comienza a creer que quizá nunca lograrían dar con el desgraciado de Jschaltt. Quizá debía de darse por vencido y aceptar que de nuevo ese infeliz había ganado.

—¿Te sientes bien?—la voz de Luzu lo despertó de sus pensamientos.

Afirmó suspirando, se sentó en el árbol más cercano mientras esperaba a que Luzu terminará de montar la casa de campaña que llevaba cargando desde el día en que salieron de "casería".

Miró la luna resplandecer a lo lejos mientras unas cuantas estrellas le acompañaban a la lejanía. Eso inevitablemente lo hizo sentir más desgastado y cansado. Lleva casi cinco días admirando la belleza y soledad de la luna en un cielo que siempre fue demasiado oscuro e indiferente con ella, y que parecía que cada vez, las alejaba más de sus pocas amigas.

El sentimiento tan familiar hizo pie de nuevo en su pecho. 

Nunca pudo dejar el sentimiento de la soledad y vacío por completo. Siempre fingió sentirse amado y protegido; pero nunca lo llegó a sentir realmente. Siempre se sintió como la luna. Sabía que todos estaban ahí, pero aún así, jamás se sintió participe de la complicidad que los demás tenían. Siempre estuvo demasiado lejos y cerca del mundo. Un mundo que lo masacró y se encargó de mermar su luz y bondad... Su amor y sus ganas de vivir.

Un nudo se forma en su garganta y no puede evitar agacha la mirada al sentirse como una fracaso. 

Sólo había vuelto a la vida con un objetivo en mente. Y ese no era ser amable con todos y enmendar sus errores, sino que había vuelto a la vida con el ferviente deseo de hacerlos arder en el infierno donde ellos lo enterraron. Siempre quiso jugar limpio y ser reconocido y amado por todos; pero reconoce que se junto con la gente incorrecta y al final aprendió que sus ideales eran una correa de la que todos tirarían y se aprovecharían sino se deshacía de ella. Se volvió más fuerte, más ágil y más inteligente... Pero nada de ello parecía ser suficiente y nunca lo fue.

No fue lo suficiente para que Jschaltt parara de humillarlo.

No fue lo suficiente para que Karl y Sapnap lo amarán.

No fue lo suficiente para que Wilbur no lo abandonará a su suerte.

No fue lo suficiente para proteger a Tommy y a Tubbo.

No fue lo suficiente para evitar que Charlie lo traicionará.

No fue lo suficiente para evitar que destruyeran su país.

Nunca había sido suficiente.

—Quackity—la mano fría de Luzu lo hace sobresaltar. No sabe en que momento había comenzando a llorar o cuanto tiempo llevaba Luzu sentado a su lado sin decir nada.

Se puso de pie con rapidez, secó sus lagrimas con la mangas de su camisa deshilada y sucia; y entró en la tienda sin detenerse a mirar atrás. Cerró todo y se envolvió en una esquina, mientras se repetía así mismo lo patético que había sido por dejarse llevar por sus emociones. Parecía que nunca aprendería la lección.

Escucha como la tienda se abre y deja entrar las bajas temperaturas del bosque. La tienda se vuelve a cerrar, y entonces sólo escucha los pequeños murmullos y quejas de su cómplice que parece batallar para quitarse los ropajes que siempre suele cargar. Lo escucha acurrucarse a su lado derecho.

Ambos saben que el contrario aún no esta dormido, pero no pueden hablar. Parece que existiera un pacto entre ellos para no mencionar nada.

—Lo estás haciendo bien—la voz cálida del castaño sorprende al pelinegro que jamás lo había escuchado ser tan amoroso y atento con él—. Sé que ya llevamos casi la semana buscando a Jschaltt, pero créeme, cada vez estamos más cerca de él. Su energía se siente más presente en el aire.