Capítulo 8

77 14 71
                                    

Debía admitir que desde que Luzu se hizo cargo de Jschaltt se sentía más tranquilo, vivía con más libertad y las pesadillas de Tubbo lo atormentaban con menor intensidad. Le gustaría poder decir lo mismo que su compañero de casa. 

Algunas noches de insomnio o planeación para su siguiente adversario; lograba verlo vagar por la casa. Solía bajar a tomar algo de agua y salía por ahí. Por lo general tardaba dos horas en regresar y su semblante siempre parecía decaído y sombrío, aunque ya no era tan serio como los primeros días que lo conoció. Al menos ahora le regresaba los saludos.

Sería mentir el decir que no le intrigaba conocer su pasado.

¿Por que había buscado la vida eterna? 

¿Qué era tan importante para ser eterno?

¿Qué había sucedido con su hogar?

Odiaba ser tan chismoso, pero realmente las dudas no dejaban de rondar por su cabeza noche y día. Así que ese día de lluvioso y con relámpagos se atrevió a mirar a esos bonitos ojos rojo que le regresaron el gesto confundidos al observar su imponente figura frente a él.

Estaba acorralándolo para Luzu fue demasiado evidente. Lo único malo del plan era que Quackity no se había percatado de que Luzu era mucho más alto y fuerte que él.

—¿Sucede algo, Quacks? ¿Tienes alguna duda con los hechizos?

—¿Quién mierda eres, Luzu?

La pregunta desconcierta en un principio al brujo que lo observa fijamente. No entiende porque él hibrido tiene tanto interés en alguien cómo él.

No se conocen de nada. Luzu es la última persona en el mundo que podría ser considerado atractivo o siquiera interesante. Sólo era un tipo más en un mundo absurdo y aburrido.

Era uno más del montón. Siempre había sido así.

Entonces, ¿Porqué Quackity lo veía con tanto interés o entusiasmo?

¿Qué de importante podría tener alguien como él para decir?

Seguramente todo lo que diría sería usado en su contra. Era probable que lo juzgará cómo Auron...

Auron.

Es maldito desgraciado infeliz. Esa escoria que arrancó su corazón, su alma y su hogar por egoísmo.

Lo odia tanto. Odia que siga siendo capaz de recordarlo y que siga influyendo tanto en su vida.

—... ¿Porqué tienes tanto interés en saberlo?

—Tu sabes casi todo de mí, pero yo apenas y sé tú nombre—insiste cruzándose de brazos—. Es injusto.

—Lo es, pero la vida jamás no se caracteriza por ser justa, ¿O me equivoco?

Quackity rechista, y evade la mirada carmín. Es difícil hablar con él español a veces. Es tan cerrado y poco literal que no sabe distinguir cuando habla en serio o cuando simplemente esta reflexionando sobre alguna situación en voz alta.

—¿Desconfías de mí, Luzu?

Él castaño se remueve incomodo. No tiene clara la respuesta a aquello y esta harto de fingir que no le aterra la situación.

Cree en él hibrido. Actualmente más que un "trato", lo ve como un protegido; pero jamás se lo dirá.  Ve tanto de si mismo en él que es imposible no sentirse mortificado de que algo malo le pase. No quiere que termine igual que él.

Pero también debe de darle crédito al dueño de las Nevadas. No sólo son los paralelismos que ha encontrado entre su pasado y el chico lo que le han hecho tenerle aprecio, sino que; sus acciones, carisma y compañía han abierto un pequeño hueco en el frívolo corazón del hechicero. 

Acuerdo de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora