Super Trouper || Kit Connor ©

11 | Cute Dimples

📍 12 de Julio de 2021 | Somewhere in London, England

Narrador Omnipresente:

Cuando el ambiente lo sintió más extraño de lo normal, Armando decidió ver a su amiga a lo que encontró la tierna y sorpresiva escena de ambos tórtolos que no sabían que eran tórtolos, pero lo eran.

Saludó al pelirrojo por encima del trance de su mejor amiga y él, parpadeó repetidas veces dándose cuenta del ademán, saludando de regreso con una sonrisa débil, aunque Diana luego frunció su ceño por el extraño momento que la hizo dirigir su cabeza a Armando que bajó su brazo y le pronunció en silencio "ahi viene tu novio".

La morena negó enseguida al decir eso, metiéndo su lápiz al cuaderno y con intenciones de levantarse, pero la detuvo la mano del castaño en su hombro.

—Suéltame. No puedo estar aqui—dijo, queriendo salir corriendo porque escuchaba las pisadas más cercanas.

—¿Por qué le tienes miedo al éxito, chica? Quizás de esto salga algo bueno.

Apretó sus labios cuando fue estrechada por el brazo de Armando hacía su pecho y le pisó el pie, haciéndo que su pierna rebotara y escuchara la queja del chico.

—¡Auch! ¡Coño pisas duro, gafa!

—Eres una ladilla, coño.

—Hola, Dan.

Ambos quedaron con las manos en la masa al oir la voz de Kit, Armando con sus dedos en el cabello de Diana con el fin de jalarlo y ella con sus mano derecha en su clavícula cerca del cuello con intenciones de ahorcarlo por ahi.

Él bajó con lentitud su mano hacía su hombro, y la atrajo a sí. Ella palmeó suavemente su mano en el pecho de Casas, para después hacerla un puño al notar la presencia de la chica de pelo castaño y regresarla a su regazo donde estaba puesta la otra.

Diana observo cuando los dos nuevos personajes se sentaron en la mesa, a lo que se enderezó en su asiento, aún con el fastidioso brazo de Armando encima de sus hombros.

La venezolana pasó la mirada a la argentina que le sonrió y puso una mano para estrecharla.

—Soy Maia, Maia Reficco.

—Hola—saludó suavemente, tomando la mano con temerosidad de la argentina que la estrecho efusivamente para después todos arreglarse en la mesa.

Quedando así, Armando y Diana al frente de Maia y Kit. En ese mismo orden y en ese mismo silencio que los dos introvertidos no sabían como romper.

A los segundos la latina sacó un tema en específico que ayudó a que los otros dos hombres hablaran a cambio de Diana que sacó el lápiz de su lugar y abrió de nuevo la libreta, con una hoja nueva para solo empezar a rayar los costados con pequeñas formas que podían hacerse pasar por constelaciones o enrollar el lapiz entre sus dedos.