Capítulo XXVI

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──¿Ya casi llegamos?

──No.

──¿Ya casi?

──No.

Jeongyeon soltó un bufido cuando Tzuyu seguía de insistente con la misma pregunta.
Quería meterle algo en la boca para callarla.
Llevaba así desde que salieron del departamento.

Estaban en la camioneta que les habían prestado para ir a la tienda de decoración más cercana posible.
¿Razón?

Todo comenzó en la mañana que la maknae line pudo entrar por fin a decorar el cuartito de la bebé.
Rosé les había advertido que no tomaran a juego los adornos que se habían comprado.

──Por favor no hagan un desmadre por una vez en su vida. Una.

Pidió la mayor casi de rodillas ante las menores del grupo.
Asintieron prometiéndole hacer el mayor esfuerzo posible por no echarlo a perder.

Claro, duró poco su promesa ya que en una guerra de quien acaba primero habían roto la mayoría de cosas.

──Piensa rápido, Im.

Gritó la menor de las tres lanzando uno de los adornos que la pelimarrón no pudo tomar antes de que cayese.
Nayeon la miró para lanzarle algo igualmente sin avisarle.
Se reían tirando de aquí a allá las cosas que tenían las cajas.

Pero dichosa diversión acabó cuando notaron todas las cosas en el suelo hechas trizas.
Al mirar la caja con pedazos de cerámica y plástico se observaron temerosas.
Habían olvidado que no tenían que romper nada.

Comenzaron a pensar una solución rápida y confiable.
No le dirían a Jennie en primer lugar.
¡Que tal si se le venía el bebé del enojo!
Descartaron decirle a Lalisa por miedo al tremendo regaño que recibirían.
Jisoo tampoco era una opción ya que para empezar estaba dormida en algún lado del departamento.

Entonces la última opción era Rosé.
Que claro, cuando se enteró del problemilla que habían causado las chiquillas, corrió de la casa a las dos más pequeñas del grupo, dejando a Nayeon haciendo limpieza del desastre que habían hecho.
Les advirtió a la peliazul y a la taiwanesa que no las dejaría pasar hasta que repusieran todo lo que contenían las cajas de adornos.

Y así es como terminaron en camino a la tienda de decoraciones para hogares.

──¿Ya llegamos?

──Por favor ya cállate, Chou, no dejas que me concentre.

──Qué humor, yo sólo quería saber si ya vamos a llegar.

La menor se cruzó de brazos haciendo un puchero en sus labios en señal de estar molesta.
Jeongyeon quería golpearse la frente en el volante ante dicha escena.
Notó el letrero del lugar al que debían ir haciendo un baile de victoria en su mente.

──Ya llegamos berrinchuda.

Mencionó la mayor bajándose de la camioneta para poder abrir la puerta del copiloto. Al ver que Tzuyu se negaba a bajar suspiró golpeando su frente en la puerta.

──Respira Jeongyeon, no la mates.

Sería una larga tarde.

──¿Han visto a Tzuyu y Jeong?

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──¿Han visto a Tzuyu y Jeong?

Preguntó Lalisa al entrar a la sala de estar encontrando a Roseanne mirando televisión junto a su novia que estaba durmiendo aún.

──Salieron.

Respondió quitándole importancia al hecho.
Lisa alzó una ceja mientras observaba cada movimiento de la mayor para encontrar alguna pista.
Sabía que tenía que ver en algo.

──Ush, bien, rompieron los adornos de la habitación de Chaewon, así que mandé a esas dos a comprar nuevos mientras Nay limpia el desastre que hicieron.

Confesó como si fuera cualquier cosa normal de la vida. Dirigió su vista a la líder retándola con su mirada.
La pelinegra suspiró para volver al cuarto de la castaña, quien estaba dormida.

Entró cuidadosamente para no despertarla acomodando su cuerpo al lado de su novia.
Miró que se había levantado un poco la playera de ésta en la parte de su vientre, así que se acercó para depositar un pequeño beso allí.

──Te quiero princesa, eres lo mejor de mi vida después de tu mami.

Con cuidado alcanzó el interruptor de la luz para apagarla y descansar un rato.

──El siguiente mes espero no sea complicado. No quiero que nada malo te suceda.

Habló hacia Jennie, quien seguía en su sueño profundo, sonrió para rodearla en brazos y dormir.


Upps! Bebé en camino | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora