Capítulo XIV

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──¿Qué verdad?

Cuestionó la persona que estaba frente a ellas mirándolas con seriedad.

Sabían que tenían que tener cuidado cuando hablaban sobre el tema, sabían que podrían cometer un error como este.
Ahora debían enfrentar el cómo explicar todo.

──¿Me van a decir?

Jennie miró el suelo jugando con sus manos. Estaban perdidas si se le ocurría contarles a las demás.

──El bebé no es de Jisoo.

Respondió sintiendo cómo su corazón se oprimía, acomodó sus piernas para abrazarlas mientras hablaba.

──Hace tres meses que estuvimos presentando DDU-DU DDU-DU, Jisoo, Lalisa y yo nos quedamos en la mesa bebiendo. Pero Rosé se había llevado a Jisoo mientras sólo quedamos Lisa y yo.

─Ve al grano.

──Me acosté con Lalisa y el bebé realmente es de ella.

Confesó mientras hundía su cabeza en el hueco de sus brazos esperando cualquier cosa.

Tzuyu la miró analizante pero no dijo nada todavía. Pensó en la actitud de Lisa que parecía arder en fuego con sólo mencionar al par.
Pero estaba confusa.
¿La pelinegra realmente no recuerda ni lo más mínimo de esa noche?

──Lalisa tiene poca resistencia al alcohol, aparte que olvida todo lo que ocurre bajo el efecto al día siguiente.

Respondió Jisoo como si le hubiera leído la mente.
Tenía un poco de sentido, ese día Jennie llegó al día siguiente con una cara de espanto y Lisa había llegado en la madrugada tambaleante mientras cantaba a todo pulmón asustando a todas las demás.
Además, Jennie y Jisoo no habían salido juntas en ningún momento o daban señales de estar en algo.
Tenía sentido si lo pensaba así.

──Bien, no diré nada pero debes decirle a Lisa unnie. Me tiene harta verla pasar mientras hecha humos.

Las tres se quedaron calladas un largo tiempo. Al menos tenían a Tzuyu a su favor, lo que significaba que podían confiar en ella por si se les acababan las ideas.

──¿Cómo le pondría a su bebé, unnie?

Preguntó la menor mientras se acomodaba en su lugar para mirar a la castaña. Esta lo pensó un momento.
La verdad nunca se le cruzó por la mente algún nombre.

──Bueno, si fuese niña le pondría SunShine. Porque se me hace un bonito nombre para un angelito tan bello. Si fuese un niño le pondría HoMi, aunque aun no estoy segura, están sujetos a cambios...

Respondió sonriendo al imaginarse a cualquiera de los dos.
La menor se quedó pensativa, como si algo recordara.

──Ya me acordé, le compré un regalo a los bebés.

Mencionó refiriéndose a, bueno ya saben.

Salió de la habitación rápidamente y por la misma regresó con una caja de regalo grande.
Jennie quitó la tapa y quedó boquiabierta.

──Tú y Nayeon se arreglaron ¿verdad?, porque pensaron en lo mismo.

Comentó sacando un bonito peluche de un flamingo, un biberón con dicho animal, una sonaja rosa y una almohada pequeña con corazones.

──Muchas gracias Chewy, lo amo.

Colocó las cosas en la caja para levantarse y dejarla en el armario donde estaba el regalo de Nayeon.
Volvió a la cama con el control de la pantalla que tenían.

──Me siento fastidiada, mejor veamos una película.

Las otras dos asintieron mientras se acomodaban en el colchón para poder ver el filme.

Lalisa estaba en su estudio tratando de escribir algo nuevo.
Pero su mente no se concentraba.

Llevaba horas pensando en la castaña. Le parecía atractiva incluso.
Tomó su cabeza entre sus manos mientras miraba una foto de ella junto a la culpable de su estrés.

──Qué me estas haciendo, Jennie.

Maldijo golpeando el escritorio.


Upps! Bebé en camino | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora