𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑃𝑒𝑟𝑔𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜𝑠 𝑦 𝐶𝑎𝑙𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠 ( 𝐷𝑟𝑎𝑚𝑖𝑜𝑚𝑒 )

II : 𝐶𝑎𝑙𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠

Severus Snape se encontraba despidiendo a su clase de tercer año, que había sido extenuante. Sabía que no todos eran capaces de seguir un ritmo apresurado, pero tampoco ayudaba que los otros solo pensaran en sexo, dramas y como hacer la vida imposible a alguien. Pasó su varita por la estancia para asegurarse de que todo quedara perfectamente desinfectado y esperó a que empezara la siguiente clase, que serían los de primero. En ese grupo se encontraba su ahijado y la señorita Granger, los únicos que parecían tener cierto potencial en la matèria, pero también tenía a Longbottom y a Weasley, que tendían a explotar las cosas.

Poco a poco, la clase se empezó a llenar con algunos alumnos de Slytherin, en cambio, la mayoría de Gryffindors habían entrado corriendo para no llegar tarde.

Sev - Buenos dias... Hoy haremos una pocion francamente sencilla, en esta se necesita un ingrediente un poco inestable y del qual mandé un ensayo.

Algunos Gryffindor se pusieron blancos, seguramente no lo habían acabado o siquiera habían empezado.

Sev - Señor Abbots, recoja los trabajos de sus compañeros, luego déjelos en mi escritorio.

Un pequeño chico de Slytherin se levantó y pasó a recoger los pergaminos, poniéndose tenso cuando llegaba a un Gryffindor, ya que muchos le miraban mal.

Severus apuntó el nombre de la poción, sus ingredientes y los pasos, siendo cuidadoso con los grados para hervir y los tiempos.

Sev - Hoy haré yo las parejas, a pedido de nuestro querido director, que piensa que pociones es un salón de fiestas como para socializar.

Toda la clase empezó a alterarse, pero fue un levantamiento de cejas de parte de profesor lo que calmó el ambiente, sin duda el aura de ese profesor en estos momentos asustaría al mismo Voldemort.

Sev - Me gusta tanto como a vosotros, y aviso que no quiero un desastre en vuestros calderos y lo excuseis con esta tontería. A continuación diré las parejas y os pondréis a trabajar.

Muchos miraron atentos, rezando por que su compañero fuera de su misma casa, o que al menos le toque a alguien tolerable.

Sev - Primera pareja, Hermione Granger y Draco Malfoy. Segunda pareja Ron Weasley y Blaise Zabini.

Los nombrados se asustaron pero coperaron, sabían que llevar la contraria a Snape era el fin de tus dias.

Sev - Dean Thomas y Pansy Parkinson, Crable con ...

Severus empezó a recitar las parejas hasta llegar a la última persona del grupo.

Sev - Harry Potter, la clase es impar, usted lo hará solo, pero debido a la desventaja le echaré una mano.

A el profesor no le gustaba, pero no iba a ser injusto con Potter, no iba a rebajarse al nivel del padre del niño.

Hermione se sentó con Draco, ambos sin saber como empezar una conversación con el otro. Hasta que Malfoy decidió hablar.

Dra - Mira, no pretendo llevarme bien contigo, pero tampoco pienso suspender por tu culpa. Digo, por lo que he oído no tienes un pelo de tonta, osea que confiaré en que sepas hacer tu parte.

Herm - Por supuesto, espero lo mismo de ti.

Draco hizo una mueca pero no dijo nada, solo fue a por los ingredientes. Severus se le acercó.

Sev - mira, te he puesto a la Gryffindor más tranquila y con cierto potencial, solo aprovechad para aprender un poco del otro.

Dra - No se si mi padre esté conforme.

Sev - Yo soy su amigo y sabes mi procedencia, tu padre solo repite las palabras de tu abuelo, dudo que siquiera lo sienta.

Severus que también cargaba los ingredientes para Potter solo se alejó del lugar, ya había dicho lo que le quería decir.

Draco se quedó reflexionando, sabía de la extraña amistad de su padre con su padrino, además era innegable el poder que desprendía el hombre. Severus era todo un enigma, se podría decir que no parecía tener lealtad hacia algo concreto ni tampoco buscaba que otros confiaran en él, solo hacía su vida y se juntaba con aquellos que le beneficiaban de alguna manera. Pero en cambio, cuando estaba con Lucius, parecía que su temperamento se aflojaba solo un poco. 

No estaba seguro de que había entre esos dos, pero tampoco le tocaba a él preguntar, al fin y al cabo sus padres tenían un matrimonio arreglado. Sabía que su madre había visto a otros magos y brujas y de hecho, le alegraría que su padre estuviera con el profesor, parecía un poco menos estricto después de hablar con el azabache. 

Volvió a su lugar, dejando los ingredientes perfectamente organizados para poder trabajar mejor, detalle que no pasó por alto su compañera. 

Herm - Si quieres empiezo yo la poción y cambiamos después de remenar. 

Draco - Me parece bien, así podré vigilar las reacciones y ayudarte si hace falta. 

Herm - He memorizado las instrucciones, todo tendría que salir perfecto. 

Draco - Bueno, las pociones son sensibles a la magia, a veces hay que variar un poco la receta para poder salirse con la suya. 

Herm - Es la primera vez que escucho eso. 

Draco - En el tomo de pociones para principiantes, al final de todo en un pié de página lo pone, además me lo confirmó el profesor Snape cuando pregunté. 

Hermione estaba sorprendida, se había leído todo el libro, pero en su cabeza no recordaba que hablara de la influencia de la magia en las pociones, definitivamente tendría que mirarlo. 

Draco - Ya que eres un ratón de biblioteca, te gustará saber que si le preguntas a la bibliotecaria, te guiará a un apartado con libros sobre esto. 

La castaña ya había comenzado a preparar la poción, y cuando escuchó el mote del rubio no pudo evitar sonrojarse un poco, pues el otro parecía saber bien que ella estaba ahí. 

Herm - Gracias por el consejo. 

Draco - Lo hago porque si me toca contigo otra vez, prefiero a alguien que al menos sepa algo tan básico como esto. 

Y ahí estaba otra vez el Malfoy normal, claro que su amabilidad siempre venía acompañado de un comentario mordaz, humillandola en cuanto tuviera la oportunidad. Pero, al menos parecía que estaba intentando ser lo más respetuoso posible, por lo que decidió no darle importancia a su último diálogo y simplemente siguió con su tarea asignada. 

La clase procedió sin problemas, ella acabó su parte y él realizó lo demás con absoluta perfección, como aquel que repite su rutina diaria. Sin duda y por más que le enfadara, Draco Malfoy era muy inteligente, si no fuera por su carácter ...