XV : Pequeño ataque de celos

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Era el primer día de una semana llena de exámenes, todos los alumnos se encontraban con hojas llenas de apuntes o esquemas encima de las mesas, esperando que el repaso de última hora ayudara a mejorar sus resultados. 

Hermione se encontraba leyendo un libro de encantamientos mientras se comía un bol de cereales, no tenía ansia de repasar como sus compañeros, y aunque parecía calmada por dentro era una bola pura de nervios. 

Harry tenía mejor humor desde que se le otorgó su tutoría a Narcissa, ya no se le veía constantemente desanimado y su mejora académica fue bastante notable, aunque al haber empezado un poco tarde a valorar más sus estudios no esperaba notas extraordinarias. 

Ron, para sorpresa de todo Hogwarts, tenía los apuntes encima de la mesa y repasaba mientras comía sin parar. Aunque Hermione estaba orgullosa, no quería ver muerto a su amigo por atragantarse, por lo que no podía evitar preocuparse y echarle bronca cuando de verdad se le atoraba algo en la garganta. 

La castaña miró un momento en dirección a la mesa de las serpientes y conectó mirada con Draco, quien le dió una sonrisa mientras hablaba con sus amigos. Sin duda no podía negar sus sentimientos, sentía mariposas cada vez que el rubio le sonreía y cuando podían discutir sobre sus conocimientos. Pero igual que eso, se desanimaba bastante al ver como el de ojos azules llamaba la atención de un montón de chicas, y no solo de Slytherin. 

Harry - Tierra llamando a Hermione, estás ahí?

Herm - que pasa?

Harry - Sé que estás perdidamente enamorada de Dray, pero también existen otras cosas importantes. 

Entonces se dió cuenta de que unas gotas de leche que había antes en su cuchara habían caído en la esquina del libro que estaba leyendo. 

Ron - Harry es el amor, deberías probarlo, se que Theodore está más que interesado en tí. 

Harry dio una sonrisa pero en su interior se sentía culpable, no sabía si estaba listo para enamorarse y de momento no podía verlo más que como un amigo.

Harry - No se Theo, pero Blaise está loco por tus huesos, al fin y al cabo te da una flor cada vez que te ve. 

Ron se puso rojo, hace cosa de tres días Zabini se le declaró y le dió un beso en la mejilla, desde entonces siempre le da flores. 

Ron - es diferente. 

Harry - y cuando aceptarás sus sentimientos? 

Ron - no es tan fácil, mi madre quiere que me case con una mujer guapa y amable. 

Herm - Bueno Blaise es guapo y amable, ponle una peluca y listo. 

Ante esa broma el trio se empezó a reír, captando muchas miradas, pues eran pocos los que podían sentirse felices. Entonces el nombrado apareció, pero esta vez no tenía flores en las manos sinó que se arrodilló en dirección a Ron. 

Ron - B-blaise, que h-haces?

Bla - Ron, te he dado tiempo para pensar, pero esta espera me está matando, te pido por favor que me des tu respuesta antes de las vacaciones, si no, me lo tomaré como un rechazo y no te volveré a pedir ser más que amigos. Solo, ruego por que me dejes quedarme a tu lado. 

Entonces se levantó y volvió a su asiento al lado de Draco, quien le ponía una mano encima del hombro y le daba una sonrisa comprensiva. 

A Ron, por otra parte le temblaban las manos. 

Ron - Que hago? 

Harry - Es difícil, pero seguro que la señora Weasley lo acaba comprendiendo, al final eres su hijo y te quiere ya tengas novio, novia o novie. 

Herm - sinó, si te gusta Blaise, puedes decírselo, podéis buscar una solución, ya sea pausar la relación, seguir adelante...o dejarlo como amigos. 

Ron - Es verdad, pero... tengo que pensarlo bien. 

El pelirrojo se levantó y salió del comedor, sus amigos sabían que era mejor darle su espacio, al fin y al cabo todos necesitan un poco de soledad de vez en cuando. 

...

Era por la tarde, los de primer año ya habían hecho el primer examen, transfiguración, y faltaban diez minutos para el siguiente, historia de la magia. 

Draco se encontraba yendo a la sala donde se haría el examen y en su camino se cruzo con una castaña levitando un libro detrás suyo. 

Dra - Hola Hermione

Herm - Hola. 

Dra - que tal te ha ido transfiguración? 

Herm - bien, aunque la pregunta siete me sorprendió un poco. 

Dra - Ya, a mi tambien, pero por suerte tuve que repetir la teoría de esa a Nott muchas veces y se me quedó algo. 

Los dos se encontraban charlando a gusto retomando la ruta original cuando dos chicas al ver al rubio empezaron a cuchichear y se acercaron a la pareja.

Hea - Dracooooo!

Dra - Heather, que te trae por aquí? 

Hea - Quería desearte buena suerte, se que ayudaste a mi hermana a estudiar y te quiero dar las gracias. 

Dra - No es nada, Lisa aprende rápido, de hecho, para el final de la sesión ya me estaba ayudando con los que seguían sin entenderlo. 

Car - Hola, he oído mucho de tí, soy Carla Mendez, transferida de una escuela de España. 

Dra - un gusto.

Car - Mi amiga cree que eres muy guapo, por cierto.

Ante eso, tanto Header como Draco se sonrojaron, una de la vergüenza y el otro por el cumplido.

Dra - Gracias.

Aunque no se sentia muy complacido, la que ocupaba su corazón era Hermione y si no eran sus palabras perdia sentido.

Herm - nos vamos?

Antes de que Malfoy pudiera responder, Hermione le tomó de la mano y lo arrastró hasta el aula. Al llegar, la castaña tomó asiento sin siquiera dar una explicación al rubio.

Por alguna razón, su corazón no paraba de dar botes y sentía un enfado muy fuerte. Vale que Draco era guapo y que tenía unos ojos azules hipnóticos y que su sonrisa iluminaba el cielo, pero que descarada de su parte. Sin darse cuenta, había aplicado mucha fuerza a la pluma que tenía en la mano y ahora tenía una parte doblada.

Herm - ugh, ahora que hago?

Por detrás, Draco no pudo evitar reírse. No le gustaba que le arrastraran por los pasillos, pero si su madre y Pansy le habían enseñado bien, Hermione había tenido un ataque de celos. Por eso no se pudo enfadar, y en cambio, fue al lado de la castaña y le dió una pluma nueva.

Dra - Creo que necesitas otra.

Granger se puso roja pero lo aceptó.

Herm - Gracias...

𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑃𝑒𝑟𝑔𝑎𝑚𝑖𝑛𝑜𝑠 𝑦 𝐶𝑎𝑙𝑑𝑒𝑟𝑜𝑠 ( 𝐷𝑟𝑎𝑚𝑖𝑜𝑚𝑒 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora