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El Ángel de la muerte se pregunta qué le ocurre a su Alma-Dos, no le ha hablado en tres días ni enviado regalos, ¿quizás no le gustó la navaja?, tenía que ser eso, ahora que la veía bien era muy poco elegante

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El Ángel de la muerte se pregunta qué le ocurre a su Alma-Dos, no le ha hablado en tres días ni enviado regalos, ¿quizás no le gustó la navaja?, tenía que ser eso, ahora que la veía bien era muy poco elegante.

No había salido de su casa y no importa cuanto le sople, no le prestó atención. Ahora se encontraba de nuevo en su trabajo, tachando nombres en muertes que simplemente encontraba aburridas, no dejaba de pensar en la navaja.

Mientras suspira, se encontró caminando cerca de la biblioteca que su Alma frecuenta. Lo vio entrando en ella así se que se emocionó y corrió a verlo. Al entrar se lo encontró en la lejanía hablando amablemente con una señorita.

Nikolai jadeó, sintiendo su corazón estremecerse.

─『Todos iguales, les rompes el microondas dos veces y ya corren a los brazos de cualquiera. . .』─

Comenzó a reírse, eso sonó absurdo en voz alta. Obviamente se acercó a él y se puso a escuchar la conversación, no porque le interese, simplemente se aburre.

─『No podré devolver el libro, mis disculpas, vengo a pagarlo.』─

Qué tono de voz tan amable y apenado, Nikolai no podría creérselo nunca. Pero podría disfrutarlo si acaso lo intenta, parece siempre gustarle conseguir lo que quiere. Si le pidiera algo de esa forma. . . ¡se estremecería de emoción!

─『No se preocupe, usted siempre viene seguido. . . si puedo preguntar, ¿tiene pareja ahora mismo?』─

Nikolai ladeó la cabeza, ¿para qué quiere saber eso?, aunque él también desconoce si su Alma-Dos tiene pareja, si es así, va a pedirle muy amablemente que la asesine de la peor forma posible.

La conversación continúa con preguntas interesadas hacia Fyodor, él esquiva todas y cada una manteniendo su tono amable. Esto no lleva a ningún lado. Nikolai está cansado, irritado, quiere irse a casa.

Fyodor siente durante unos segundos un viento frío.

Todas las luces del lugar estallan asustando a las pobres almas que se encontraban leyendo o comprando libros. La señorita frente a él comienza a encogerse en su lugar mientras tiembla de miedo. El viento helado vuelve.

Nikolai le está soplando a ella. No importa, puede usar esta ocasión para escapar de la poco interesante conversación de hace un momento.

Podría considerar volver a hablarle a Nikolai pronto, o enviarle un regalo, parece ser que la bibliotecaria no le gustó. Sonríe, que bueno.

─『¿¡Por qué sonríes, Alma-Dos!?✧』─

─『¡Entiendo!, ¿te interesó esa mujer?, quiero su alma, dame su alma.』─

Mientras lo persigue, continúa exigiéndolo. Ahora ya no le importaba la navaja, quería su regalo de la semana.

 Ahora ya no le importaba la navaja, quería su regalo de la semana

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Cortejando a La Muerte || Fyolai|FyogolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora