Mientras Sam y Dean buscan a su padre, descubren que tienen una hermana...Su padre no solo los envía a resolver casos, sino que tambien les pone otra tarea en el plato, que es cuidar de su hermana pequeña cuya madre es diosa de lo sobrenatural.
𝐌𝐞...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sybil y Sam continuaron deambulando por los pasillos, gritando de vez en cuando el nombre de Gavin. A medida que avanzaban en su búsqueda, Sybil no pudo evitar guardar rencor por las palabras de Kat sobre cómo ella era solo una niña. Si, solo tenía siete años, pero era más que una niña. Gimió al recordar cada vez que la trataban como a una niña, una responsabilidad por la que tenían que preocuparse en lugar de concentrarse en la misión. Sam captó el suspiro y miró a su pequeña hermana, notando su expresión triste.
— ¿Qué pasa, Sybs? — preguntó Sam, cada vez más preocupado.
— Soy una niña — respondió Sybil sin más explicaciones.
Sam levantó una ceja, riéndose levemente — Si lo se.
— No soy solo una niña — explicó Sybil, mirándolo — ¡Puedo ayudar! He ayudado antes, pero siento que nadie quiere mi ayuda.
— ¿Qué te hace decir eso? — preguntó Sam.
— Tú y Dean me dejan en el hotel donde estoy sola y no puedo ayudar? — otra vez suspiró ella — No puedo usar mis poderes sin que ustedes me griten, y ni siquiera puedo caminar porque necesito tomar la mano de alguien. Solo soy una niña.
Sam se detuvo en seco y se arrodillo frente a Sybil — Eres más que una niña, Billie. Nos salvaste a Dean y a mi en Kansas. No queremos que uses tus poderes sin nosotros porque no queremos que te lastimes, y lo mismo ocurre con por qué necesita quedarse con nosotros en todo momento. Nos preocupamos demasiado por ti como para lastimarnos.
La niña hizo un puchero — ¿Por qué te importa? Solo me conoces desde hace un poco, y ni siquiera mi mamá se preocupaba por mí, así que ¿por qué deberías?.
— Eso no significa que no nos importes — argumentó él, molesto de que su hermana, una niña de siete años pudiera incluso tener este tipo de pensamiento — Eres nuestra hermana y nuestra nueva responsabilidad. Por supuesto, nos preocupamos por ti.
Sybil se encogió de hombros —Supongo.
Sam se levanto de su posición agachada y volvió a caminar. Esta era definitivamente una conversación que necesitaba ser planteada en un momento más conveniente. Después de caminar un poco más, los dos entraron a una habitación donde notaron a Gavin tirado en el suelo.
— Gavin — llamo Sam, soltando a Sybil y corriendo hacia la figura acostada. Sacudió al niño para despertarlo — Hola, Gavin.
— Gavin — chilló la niña, su temperamento ya bajo debido a su frustración por su edad y situación. El joven abrió los ojos antes de levantarse y alejarse de Sam.
— Oye, está bien — aseguró Sam —Estamos aqui para ayudar.
— ¿Quién eres? — ordenó Gavin, obviamente asustado por toda la situación. Hizo contacto visual con Sybil — ¿Por qué tienes una niña?
