Mientras Sam y Dean buscan a su padre, descubren que tienen una hermana...Su padre no solo los envía a resolver casos, sino que tambien les pone otra tarea en el plato, que es cuidar de su hermana pequeña cuya madre es diosa de lo sobrenatural.
𝐌𝐞...
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SYBIL SE SENTO EN UNA SILLA QUE estaba colocada en el pasillo, con las piernas balanceándose hacia adelante y hacia atrás. Estaba repasando los eventos anteriores en su mente, sin emociones debido a la conmoción de todo lo que había sucedido.
¿Cómo terminaron en el hospital?.
Sam estaba hablando con la policía y contándoles una versión más censurada de lo que habia sucedido, Cómo habían escuchado gritos en la casa, como entraron corriendo y encontraron a dos niños en el sótano y cómo su hermano se había electrocutado.
El doctor interrumpió la entrevista, captando la atención de Sam y Sybil. Aunque intentaron ocultarle la información a la niña de siete años, no fue suficiente para que ella no descubriera qué le pasaba a su hermano.
— Oiga, doc, ¿Cómo está?
— Está descansando — respondió el médico suspirando — Y...la electrocución desencadenó un ataque al corazón, bastante masivo. Me temo que, su corazón está dañado.
— ¿Cuán dañado? — preguntó Sam, la preocupación inundando su rostro.
— Hemos hecho todo lo que podemos. Podemos tratar de mantenerlo cómodo en este momento, pero le daría un par de semanas como máximo, tal vez un mes.
Sybil se levantó de la silla en la que estaba sentada y corrió hacia el hombre — ¡No, no, no! ¡Se supone que debes ayudarlo! ¡No puedes dejarlo morir!.
Sam agarró a Sybil y la cargó mientras ella lloraba sobre su hombro. Ella hizo una bola con la franela en sus pequeños puños mientras su hermano intentaba consolarla.
— Lo siento_se disculpo con una sonrisa forzada en los labios.
— No es necesario, lo entiendo.
— ¿Pero hay algo que puedas hacer? ¿Algún tratamiento o algo?
El médico negó con la cabeza — No podemos hacer milagros. Realmente lo siento.
Sam dejó al médico en el pasillo mientras se dirigía a la habitación de Dean. Se acostó en la cama del hospital, cambiando de canales en el pequeño televisor que estaba frente a él.
— ¿Alguna vez ves la televisión durante el día? — preguntó Dean mientras sus hermanos se acercaban un poco más — Es terrible.
Sam negó con la cabeza mientras exhalaba bruscamente — Hablé con tu médico.
Dean ignoró a su hermano — El oso suavizante de telas, ooh. Quiero cazar a esa pequeña perra.
—Dean.
— Si. Correcto, bueno, parece que te vas a ir de la ciudad sin mi.
— ¿De qué estás hablando? — preguntó él sorprendido de que su hermano incluso ofreciera tal cosa — No voy a dejarte aquí.
