Mientras Sam y Dean buscan a su padre, descubren que tienen una hermana...Su padre no solo los envía a resolver casos, sino que tambien les pone otra tarea en el plato, que es cuidar de su hermana pequeña cuya madre es diosa de lo sobrenatural.
𝐌𝐞...
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JOHN Y SYBIL LLEGARON AL lugar donde Meg les indicó que se encontraran. Sybil se habia cansado de usar la niebla en el camino hasta alli. Por lo general, usar la niebla no la agotaría, pero habia estado lanzando el mismo hechizo para mejorar sus poderes todo el día. Mientras trataba de reunir la fuerza que le quedaba para llevar a cabo el truco que su padre había planeado, la puerta se abrió y John la sacó del auto.
- ¿Estás lista, Sybs?
Ella solo asintió mientras su padre la llevaba al almacén. Lo agarró de su chaqueta por la ansiedad mientras se acercaba a donde el demonio los esperaba a ambos. Aunque no sabía exactamente dónde estaba, podía sentir su presencia y la oscuridad que residía en ella.
Cuando John pasó junto a las tuberías, se detuvo en una palanca y la examino. Sybil miró con curiosidad mientras su padre subía la escalera, examinando las tuberías en el techo.
- ¿Qué estás haciendo? - cuestionó Sybil en un susurro, ya nerviosa por la transacción que estaba a punto de cerrarse.
- Sólo trato de ver algo.
Mientras su padre seguia mirando a su alrededor, Sybil sintió una fuerza repentina en la presencia de Meg, lo que la hizo susurrar y gritar - ¡Escóndete!
John instantáneamente se escondió detrás del tanque que estaba en el techo mientras Meg miraba alrededor debajo de donde estaban parados los dos. Una vez que ella se alejó, John dejó escapar un suspiro de alivio cuando Sybil trató de estabilizar su respiración. Él bajó a su hija antes de subir al tanque y abrió la escotilla una vez que estuvo en el escalón más alto. Agarró el rosario en la mano mientras hablaba en latin y lo tiró al agua una vez que terminó. Cerro la escotilla y bajó, recogió a la niña una vez más y comenzó a caminar hacia Meg.
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CUANDO FINALMENTE LLEGÓ A LA SALA PRINCIPAL donde Meg habia estado esperando, sus pasos causaron un crujido, captando la atención de Meg al instante. Esta miró sobre su hombro, revelando una sonrisa divertida ante la presencia de los dos Winchester.
- John, lo lograste. Lástima, de verdad. Tenía la esperanza de matar a más de tus amigos.
Este comentario instantáneamente hizo que Sybil pusiera los ojos en blanco por la molestia. Aunque estaba nerviosa, Meg nunca dejaba de molestarla con toda su vibra de cliché de villana.
- Oh, lo siento, princesa. ¿No te gustó mi pequeña broma? - preguntó Meg, haciendo un puchero a la niña - No te preocupes. Aprenderé lo que te hace reir durante nuestro tiempo juntos.
John sintió una punzada de sobreprotección en el pecho y decidió entrometerse en la conversación - Lamento decepcionar.
La mirada de Meg volvió hacia él - Puedo ver de donde sacan tus hijos su buena apariencia. Unos años más hasta que la pequeña sea una rompecorazones. Aunque debo admitir, considerando lo que dicen sobre ti, pensé que serías más alto.
