Mientras Sam y Dean buscan a su padre, descubren que tienen una hermana...Su padre no solo los envía a resolver casos, sino que tambien les pone otra tarea en el plato, que es cuidar de su hermana pequeña cuya madre es diosa de lo sobrenatural.
𝐌𝐞...
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SYBIL APOYO LA CABEZA CONTRA LA VENTANA, observando los árboles pasar rápidamente. Ella ahogó el argumento de sus hermanos sobre si su padre aparecería o no y los encontraría en su destino. Su expresión facial se mantuvo fria como la piedra ya que tenía recuerdos de la última vez que lo vió. Ella suspiró, extrañando su presencia a pesar del corto período de tiempo que lo conocía. Su silencioso suspiro llamó la atención de sus hermanos cuando se dieron la vuelta para ver cómo estaba.
— Billie — llamó Sam, causando que ella levantara las cejas en respuesta — ¿Estás bien?
Sybil asintió — Si... ¿Adónde vamos esta vez?
— Bueno, papá nos va a enviar a Fitchburg, Wisconsin — respondió Dean, mirándola a través del espejo retrovisor.
— Está bien.
Sam y Dean se miraron, sin saber qué hacer ni como abordar el tema. Decidiendo guardar silencio, continuaron su viaje hasta que llegaron a su destino.
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DEAN ESTACIONÓ y entro a buscar café mientras Sam se apoyaba contra el Impala, observando su entorno. Sybil se recostó en los asientos traseros mientras hojeaba las páginas de su libro de hechizos. Cerrando el libro, lo arrojó al piso del Impala, el ruido sordo captó la atención de Sam.
Él miró por la ventana y vio su libro de hechizos extendido con Sybil de espaldas a él. Encontró inusual el comportamiento de la niña ya que se había encariñado con el libro desde el incidente de Dean.
Antes de que pudiera hablar con ella, Dean se le acercó con dos tazas de café en la mano. Sam miró la plaza frente a él cuando m su hermano comenzó a hablar sobre cómo no pasaba nada sospechoso en la ciudad según la camarera que lo atendió.
— Dean, ¿tienes tiempo? — preguntó Sam.
Dean miró su reloj antes de responder — 10 después de las 4. ¿Por qué?
— ¿Qué está mal con esta imagen?
Dean siguió la mirada hacia el patio de recreo al otro lado de la calle, Solo había una niña pequeña jugando y corriendo — Se terminó la escuela, ¿no es asi?
Sam asintió levemente — Si. Entonces, ¿dónde están todos? Este lugar debería estar repleto de niños a estas alturas.
— Iré a verlo — dijo Dean mientras comenzaba a caminar hacia el patio de recreo.
— Espera...Lleva a Sybil contigo.
Levantó una ceja — Solo voy a hacer un par de preguntas. No tardaré mucho.
