𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐯𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐮𝐧𝐨

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DESPUÉS DE QUE SYBIL PASÓ LA MAYORÍA DEL DÍA sola en el hotel, comenzó a cansarse de las cuatro paredes que la rodeaban

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DESPUÉS DE QUE SYBIL PASÓ LA MAYORÍA DEL DÍA sola en el hotel, comenzó a cansarse de las cuatro paredes que la rodeaban. Anhelaba desesperadamente salir, pero sabía que no debía enojar a sus hermanos mayores. Aunque sentían que sabían lo que era mejor para ella, no pudo evitar sentir que era una carga más.

Antes de que Sybil pudiera profundizar en sus pensamientos internos, escuchó dos puertas del Impala cerrarse de golpe. Instantáneamente se enderezó y actuo como si todo lo que hiciera ese dia fuera pudrir su mente con dibujos animados.

Sam y Dean entraron en la habitación y empacaron sus cosas al instante.

— ¿Ya terminaron el caso? — preguntó, sorprendida por el poco tiempo que les tomo.

Dean negó con la cabeza — No, el viaje hasta aquí fue horrible. Vamos a ir a otro hotel más cerca del hospital.

Sybil asintió mientras también recogía sus pertenencias y comenzaba a dirigirse al auto.

— Sybs — llamó Sam, haciendo que se diera la vuelta. Sam levantó un libro — Casi olvidas tu libro de hechizos.

— Oh, sí, mi culpa — ella tomó el libro de hechizos de las manos de él y camino hacia el Impala.

— Hombre, esto se está saliendo de control — susurró Dean — Tenemos que hablar con ella.

— Después de este caso — contestó Sam — Ahora mismo tenemos que encontrar esta cosa antes de que llegue a Sybil también.

Los ojos del mayor se abrieron, ahora al darse cuenta de que su hermana encajaba en el perfil de edad al que secuestraba el monstruo. Él asintió con la cabeza y ambos se dirigieron al auto.

___

Cuando llegaron al otro motel, Sam y Dean estaban conversando sobre a qué monstruo se enfrentaban y cómo se había escapado la última vez que ellos lo encontraron. Sybil se quedó en silencio como de costumbre y entró al edificio caminando hacia la recepción.

Tocó el timbre dos veces y salió un niño un par de años mayor que ella.

— Uh, hola — saludó el niño rubio, sorprendido de ver a alguien más joven registrándose sola.

Sybil sonrió levemente, abrazando sus maletas con fuerza — Ey.

— ¿Estás aquí sola?

Ella sacudió su cabeza — Estoy con mis hermanos, pero están ocupados discutiendo.


— ¿Sobre qué? — cuestionó, mirando ligeramente a las dos altas figuras que estaban del otro lado de la puerta.

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐖𝐈𝐍𝐂𝐇𝐄𝐒𝐓𝐄𝐑 (𝒕𝒓𝒂𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora