Toy Story 5 : el regreso de Andy

Cap 1 : Un Día Más

Woody miraba el atardecer como era de costumbre, esa bella imagen aun no dejaba de asombrarlo y dejarlo embobado. Tenía muchos años, pero nunca se cansaría de tales y hermosas experiencias que el mundo, la naturaleza y los niños le daban.

Por fin Bo se sentó al lado de Woody y empezó a admirar ese hermoso atardecer con él. Ninguno dijo nada, era obvio que hacerlo solo haría que los dos dejaran de ver ese hermoso atardecer y se miran a los ojos, cosa que todos los días hacían.

Cuando el sol por fin cayó y los postes se prendieron, Woody comenzó la conversación con una sonrisa.

—Esa niña te adoro, ya veía que te llevaba — Bo rio ante lo dicho y solo asintió, aquella pequeña de solo 5 años con unas dos coletas en cada lado no había dejado de ver a la muñeca de porcelana y jugado con ella. Toda una linda experiencia.

—Sí, hubiera sido bonito... pero probablemente no habría durado más de una semana — rio ante lo último dicho y fue acompañado por Woody que entedio el humor con facilidad.

—No quiero sonar aguafiestas y anti romántica, pero hay un juguete que necesitan ser reconciliado — dijo Giggle apareciendo en el hombro de Bo dirigiéndose más a Woody.

—¿Otro? Parece que los niños ya no toman tan en cuenta sus juguetes por esos aparatitos — se quejo el vaquero refiriéndose a los celulares con aparatos, realmente los detestaba. Se levanto del columpio y se dirigió a unos arbustos, el lugar donde se ponían a los juguetes abandonados y les daban pequeñas terapias para poder hacerlos sentir mejor.

Pudo ver a un peluche de mono con brazos largos, con una pequeña etiqueta donde estaba el nombre del zoológico donde había sido comprado. Lo rodeaban unos cuanto juguetes tratando de animarlo.

—¿De quién trata esta vez? — preguntó Woody, mientras se agachaba al lado de una roca donde estaban los 3 combat carl con distintos trajes.

—Un peluche de mono de brazos largos, su niña vino junto con su madre y la madre olvidó llevárselo, pero a juzgar por cómo la pequeña lo abrazaba volverá mañana — dijo uno de los combat carl miemtras se mantenía alado de sus compañeros, mirando la escena.

—Tampoco hay que darle muchas ilusiones, puede que no vuelva — volvió a hablar el vaquero mientras se paraba y iba con el peluche, quien no dejaba de llorar —Hola, amiguito — por las palabras tan cariñodas captó la atención de todos incluyendo al mono —Soy el sheriff de este lugar ¿Qué sucede? ¿Te puedo ayudar de alguna forma? — pregunto con su amable voz mientras se sentaba al lado del mono albino.

—Quiero a María — dijo el mono mientras no paraba de llorar imaginariamente.

—¿Es tu niña? — volvió a preguntar Woody, sin dejar ese agradable tono.

—No solo es mi niña, es mi amiga, mi familia, ella nunca me abandonaría, prometió que nadien se olvidaría de mi otra vez — la voz sonaba muy cortada, pero se podía escuchar la fluidez de su habla.

—¿Cuál es tu nombre? —.

—Me llamo King — respondió el peluche.

—Bien, King, si tu niña realmente te quería volverá a buscarte, pero, temo, que si no es así... — no pudo continuar por el brusco empujón que le dio el mono.

—¡Volverá! ¡Ella lo prometió! — grito a toda pulmón mientras se paraba y trataba de verse imponente y seguro de lo dicho.

—¿Sabes? yo tuve un niño, bueno, tres, el primero no lo recuerdo mucho, pero fue un buen niño, pero el segundo, fue la persona más valiosa en mi vida, él y yo éramos inseparables — el mono pareció tranquilizarse con esas palabras, parecían la clave para calmarlo y hacer captar su atención.

—¿Y que pasó, te abandono? — preguntó con todo interés.

—No, sólo creció, en cualquier momento iba a pasar y tendría que ir se como pasó con el primero. Me fui con otra niña, pero tristemente solo fui de su interés por un tiempo. Y la comprendo, no todos los niños quieren a un vaquero. Es totalmente válido — el mono volvió a sentarse y miró al suelo mientras bajaba sus orejas de tela — No quiero decir que tu niña no volverá, pero si no viene, temo que tendrás que aprender a vivir sin ella, se que suena duro, pero en cualquier momento tendría que llegar — paso su brazo detrás del hombro del mono. A él también le dolía decirlo, pero era la verdad, simplemente hay que aceptarlo.

El mono asintió y fue abrazado por algunos juguetes los cuales ya se habían encariñado con él.

Woody salió del lugar encontrándose a Bo y a sus ovejas.

—¿Y cómo te fue? — Preguntó Bo mientras empezaba a caminar al lado de Woody.

—Solo un pequeño empujón, e tenido peores — dijo el vaquero arreglándose el sombrero y uno hilos que mantenían cerrado una agujero, pero ya se estaban rompiendo el hilo entonces pronto tendrían que ser cambiados.

—Sí, aun recuerdo a el muneño de elefante que trató de tirarte por un río — aunque aquella vez fue algo muy preocupante, ahora todos lo recordaban como una anécdota graciosa.

—Ni me lo recuerden — rio Woody al recordar a ese juguete, por suerte no duró mucho tiempo y a los días después se lo llevó su niño —Bueno, aquí nos separamos
Buenas noches  mi bella dama— dijo mientras hacía una pequeña despedida con su sombrerero.

Bo se despidió con la mano y sus ovejas hicieron un "beee" como despedida.

—Buenas noches Billy, buenas noches Goat, buenas noches Gruff — dijo Woody para darle el hermoso capricho que tenían las ovejas de saber que Woody todavía se acordaba de sus nombres.

Con Betty yéndose a unos arbustos, Woody se fue a un árbol el cual ya funcionaba como su lugar seguro. No subió con mucha dificultad ya que sabía donde tenía que poner los pies y las manos para subir.

Al llegar a la rama más cerca del suelo, se sentó, apoyando su peso corporal en el tronco. Esa noche se sentía muy melancólica, algo lo hacía sentir así, pero con esa exactitud no lo sabía. Solo miró a la luna y dio un largo suspiro. Asi de lindo se veía la luna, ¿por qué no se puede ver todos los días así? Tal vez lo ayudaría más a sobre pasar esos días agotadores donde solo deseara ir con su niño y dormir en una suave cama. Pero rápidamente esfumó esos pensamientos, él amaba mucho a Bo, y si quería estar co Bo tendría que quedarse hay.

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