› ✧┆genau wie du und ich, irgendwie fängt irgendwann.
ˏˋ°•*⁀➷ el aquí no es aquí ☕🍂
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│❝ Cinco es egoísta y solo piensa en si mismo. Se preocupa por él y
nadie más. Nadie, menos el chico del 2019, por quien movió mar y
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2019, miércoles 26 de marzo, 20:57 p.m.
Pese a la hora que era, no tenía sueño. Se mantenía leyendo aquel libro que tanto le resonó en la cabeza desde unos días atrás: 'Extra-ordinaria " , supuestamente de una de las integrantes de la Academia Umbrella, le quedó rondando en la cabeza ese nombre desde el día anterior y no ha podido sacarselo desde ese momento.
Ha estado en la biblioteca desde una hora casi, después de la escuela le quedaba tiempo libre y realmente disfrutaba leer. Cerraba a las 21.30 así que le quedaba tiempo.
Sentado en una silla al final de la biblioteca casi, con el libro en la mano derecha y afirmando su mochila con la otra comenzaba a leer de forma desinteresada.
Dio un suspiro, se estaba aburriendo y le estaba agobiando el silencio. Dejó el libro sobre el escritorio para levantarse y comenzar a caminar con la intención de salir de la biblioteca. Aquella misión se vio interrumpida y pronto desechada al escuchar y ver un destello en el segundo piso del establecimiento. Se quedó allí mirando por unos segundos, analizando si debería ir a ver o salir corriendo por su vida. Él era una persona que no se asustaba fácil, era una persona a la cual le gusta ver antes de sacar sus conclusiones.
Caminó en silencio hasta las escaleras y las subió de la misma manera, viendo los escalones gracias a la luz de la luna que venía desde las ventanas a su derecha. Se metió las manos en los bolsillos e intentó apresurar el paso sin hacer mucho ruido, le intrigaba lo que pasaba arriba, ya que escuchaba algún tipo de ruido.
Puso los pies sobre la alfombra del piso, comenzando a caminar al lugar donde pudo ver aquella luz. Al ya llegar allí, no vio a nadie, pero si encontró una mochila tirada en el suelo, parecía llena. Vio la mochila pero no veía al dueño de ella. Quería pensar que se le quedó a alguien, pero realmente era grande como para olvidarse de ella. No vio entrar ni salir a nadie desde que llegó, así que no sabía muy bien qué pensar.
Se dio vuelta sobre sus talones, dándole la espalda a la mochila y viendo las estanterías, ya que si se quedaba callado él y sus pensamientos, podía escuchar las muy leve pisadas de alguien caminando de derecha a izquierda por todo el segundo piso. Quien quiera que sea, sabía que estaba allí.
Por mucho que no lo parezca, sabe cuidarse. Su papá le regaló una navaja mariposa a los 9 y le enseñó como usarla. Dice que es mucho más antigua de lo que podría estimar, dice que es heredada de su mamá, que alguien se la dio a ella cuando era pequeña. Desde eso, siempre la lleva.
Sabe cómo no hacer ruido al pisar, así que comenzó a caminar hacía el lugar de donde escuchaba los ruidos, rozando el mango de la navaja con las yemas de los dedos. Al doblar en una estantería para poder llegar al centro de los sonidos, pudo ver de quien se trataba.
──Hey, tú...── lo vio voltear, sacando su vista y atención del libro y fijándola en él.
Volvió a realizar esa sonrisa que se le quedó en la mente por mucho tiempo.──¿Qué haces aquí?── le preguntó con tono divertido.
