Días atrás, los miembros de la República se habían puesto de acuerdo en realizar una pequeña reunión con el fin de dialogar sobre los cambios que comenzaron a presentarse tiempo después de la derrota de Darth Sidious.
Fuera de esa razón, también era una forma para agradecer a todos aquellos Jedi y soldados que tuvieron la valentía de enfrentarse al antes nombrado. Creían que eso era lo mínimo que podían hacer por ellos, después de todas las batallas en las que participaron y todos aquellos que estuvieron dispuestos a dar sus vidas por la paz.
—¿Están listos para hoy en la tarde? —preguntó el Maestro Kenobi, quien se encontraba entre ustedes, mientras que caminaban por los enormes y hermosos pasillos del templo Jedi.
Tu personalmente, no tenías la misma emoción que tenía el Maestro Kenobi. Estabas agradecida de que la República reconociera el esfuerzo que tu y todos tus amigos y compañeros hicieron para darle fin a la era de Darth Sidious, pero sabias que al final todos terminarían hablando de política y ese no era el panorama perfecto para ti, nunca lo fue antes y mucho menos ahora.
El mismo Anakin opinaba lo mismo, la diferencia es que el si iba a ir solo por un rato. Sabía que en el momento que comenzarán a hablar sobre política, él desaparecería del lugar.
—Yo no iré —respondiste con un aire agotado. Ni siquiera volteaste tu cabeza para saber que ambos te miraron extrañados por tu respuesta. Por una parte, Obi-Wan comprendió que probablemente no tenías las energías suficientes para ir, pero para Anakin fue sospechoso.
—Yo… yo si —respondió Anakin, seguro de su respuesta. Creía que si aceptaba ir, tu cambiarías de opinión con respecto a tu decisión. Anhelaba que fueras, no para que te quedaras todo lo que duraba la situación, sino para así tener una razón para bailar contigo.
—Me alegro de que decidas ir, Anakin —dijo Obi-Wan, demostrando su agrado en su voz —. ¿Tienes pensado invitar a alguien?
Esa pregunta te hizo entrar en alerta. Estabas ansiosa de saber quién sería la persona que Anakin decidió invitar, pero por un extraño presentimiento, tenías una leve sospecha de saber quien era.
—Invitaré a la Senadora Amidala —respondió Anakin, sabiendo que su respuesta provocaría que tu pensaras otra vez en ir.
La Senadora Amidala era una mujer encantadora, amable y de muy buen corazón. Era aquella mujer que al sonreír te perdias completamente en su sonrisa y que su belleza hipnotizaba fácilmente a los hombres. No la odiabas, para nada, es más, de vez en cuando ella y tu hablaban amigablemente sobre diferentes temas que se les ocurrían y pasaban tardes enteras riendo.
Pero había un detalle, Anakin no era el tipo que caía directo en sus encantos, aunque sí admitía que la Senadora era hermosa, no se dejaba sucumbir por ella. Tu lo sabias perfectamente, pero no pensaste que la fuera invitar. Luego de pensarlo unos segundos, entendiste porque ella. Anakin quería que estuvieras celosa, pero no ibas a darle en el gusto.
Esa misma mañana el Sargento Hunter te había pedido que fueras con él, en el momento le dijiste que no, pero viendo la situación ahora, aceptarías jugar el juego de Anakin.
—Pensandolo bien, creo que si iré —dijiste sonriendo, sabiendo que eso dejaría confundido a Anakin.
—¿Y ese cambio tan repentino? —preguntó Obi-Wan —. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
—La verdad, me apetece bailar con el Sargento Hunter —respondiste. Le diste una sonrisa ganadora a Anakin y te diste la vuelta para ir a prepararte.
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Había llegado el momento tan esperado para Anakin y para ti. El lugar completo estaba decorado elegantemente y repleto de invitados, entre ellos los grandes senadores, los poderosos y sabios Jedi, y algunos clones.
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Anakin Skywalker (One Shots)
FanfictionPequeñas historias sobre nuestro precioso Anakin "don berrinches" Skywalker que simplemente se me ocurren en mi día a día. Espero les guste :D 28/03/2023