Anakin Skywalker (One Shots)

Burlas (parte II)

Las burlas siempre fueron algo muy presente en la vida de Anakin, causándole inseguridades, problemas, malos entendido y muchos castigos.

Siempre intento defenderse de aquellos que se burlaba de él, pero nunca nada funcionaba porque al día siguiente las burlas seguían donde mismo. Esto mismo lo llevó a ser una chico introvertido, hablaba con las personas más cercanas y jamás se le pasó por la cabeza  ir y establecer una conversación con alguien que no conociera, a menos de que fuera necesario.

Al pasar del tiempo, cuando por fin se había vuelto un adolescente, sus conductas de niño pequeño habían desaparecido, en vez de llorar horas abrazado a ti, solo se alejaba y prefería encerrarse en su habitación para desaparecer algunas horas.

Por la misma razón, tu cercanía con él de alguna forma se iba perdiendo y aunque Anakin prefería no decirte nada, lo conocías muy bien como para saber cual era su razón para alejarse.

Aquel día, Anakin había entrado en la habitación de entrenamiento con una expresión que fue motivo de burla para sus demás compañeros. Tenía unas ojeras muy notables, debido a lo cansado que estaba por haber pasado la noche desquitandose con lo que sea que encontrase. Su piel se encontraba más pálida de lo normal y sus ojos clavados en el suelo lo hicieron ver indefenso.

Definitivamente no era el Anakin que tu conocías y querías hacer algo para ayudarlo porque sabias muy bien que si Anakin intentaba hacer cualquier cosa contra ellos sería expulsado de la orden, debido a la cantidad de castigos qué tenía solo por defenderse y terminar peleando con sus compañeros.

Ese día fue difícil para Anakin. Llevabas toda la mañana buscándolo para ir a entrenar solo el y tu, pero por más que buscabas, no había ratro de Anakin. Pensaste en todos los lugares posibles donde podría estar, fuiste a su habitación, a la cocina, a la biblioteca y nada.

—Ten más cuidado, idiota —le reclamaste a uno de los chicos que solía molestar a Anakin. Sabias que el empujón que te dio con el hombro fue a propósito.

—¿O si no que? —aquel chico más alto que tu te enfrentó de tan cerca que podrías ver con claridad sus pupilas —. ¿Enviaras a Skywalker para defenderte? Oh cierto, sería inútil porque si siquiera sabe defenderse por si mismo.

Con eso comprendiste que Anakin estaba escondido de los chicos malos, probablemente asustado de estar solo y seguramente lastimado.

Corriste por los pasillos, topandote con muchos Maestros que te regañaron por correr, sin embargo no los escuchaste y solo seguiste hasta encontrar a Anakin. Sabias que el tenía muchos lugares donde esconderse y muchos de ellos eran cerrados, sin ventanas y con utensilios de limpieza. Te detuviste justo afuera de una puerta de la habitación de limpiaza. Notaste que salía el agua sucia por debajo de la puerta y no dudaste un segundo en abrirla, no obstante estaba cerrado por dentro.

—¡Anakin! ¿Estas ahí adentro? —exclamaste angustiada por no saber cual era el estado real de Anakin. Tu cabeza comenzaba a crear horribles escenarios sobre Anakin.

—¡Vete! ¡Quiero estar solo! —reconociste sus voz adolorida, seguramente por haber estado llorando.

Con ayuda de la fuerza abriste la puerta. Cuando lo viste sentado en el suelo con sus rodillas en su pecho, casi sin poder respirar, con sus ojos rojos de tanto llorar y completamente mojado, tu corazón se apretó tan fuerte que no fuiste capaz de contener las lágrimas. Cerraste la puerta y encendiste la luz para verlo mejor.

Notaste que no solo estaba mojado, tenía un ojo morado y rasguños en su rostro, además del labio rotó del cual salía sangre. Su rostro estaba completamente sucio y lo viste tiritar de frío.