Eran pasadas las 10 de la mañana y había un par de enamorados aún en la cama durmiendo luego de haber tenido una noche bastante… alocada. Ambos estaban cansados de lo que en la noche anterior había pasado, tan cansados que ninguno fue capaz de levantarse en el momento que el despertador sonó, solo lo destruyeron y continuaron durmiendo.
El Maestro Kenobi llevaba algunos minutos buscando a su joven aprendiz, ya que lo necesitaba de inmediato para hablar temas que él considera importantes. Lo había buscando por todas partes, pero aun no sabía nada de él. Le preguntó al Capitán Rex y al Comandante Cody, pero ninguno sabía nada. También fue con Ahsoka y como respuesta de esta, le dijo que fuera contigo sabiendo que su Maestro estaría acompañándote.
Por supuesto que no lo dijo con malas intenciones, más bien era para hacerle una broma a su Maestro. Sabía que a su Maestro se le ocurriría hacer algo, cualquier cosa, por más estúpida que sea para que el Maestro Kenobi no los descubriera.
Tocó un par de veces la puerta de tu habitación esperando una respuesta, pero no recibió nada. Toco más fuerte pensando que tal vez no lo escuchabas.
—¿Estas ahí, _______? —preguntó el Maestro alzando la voz para que pudieras escuchar. Nuevamente tocó repetidas veces la puerta, pero más fuerte, provocando que ambos comenzarán a despertar tontamente —. ¿Puedo pasar?
—¿Eh? —preguntaste algo pérdida, comenzando a abrir tus ojos. Intentaste sentarte en la cama, tarea que fue difícil de realizar, debido al pesado brazo del rubio que te acompañaba.
—¿Puedo pasar? —pregunto nuevamente —. Soy Obi-Wan, solo será un momento.
En el momento que escuchaste ese nombre todos tus sentidos se activaron y te asustaste, saliste de inmediato de la cama y tomaste las sábanas para enredarte en ellas. Recorríste la habitación hasta el otro lado de la cama donde se encontraba Anakin, aun durmiendo, sin enterarse de lo que pasaba. Intentaste despertarlo, moviendo de él bruscamente, pero parecía no funcionar.
—¡Despierta! —exclamaste en un susurro desesperado. De pronto, escuchaste como la puerta se abría lentamente, dejando entrar la luz de afuera —. ¡No!… ¡no entres! ¡Estoy… mm… algo ocupada!
—Oh, lo siento —se disculpo avergonzado, cerrando la puerta para poder esperarte afuera.
—¡Solo dame un segundo! —dijiste algo exaltada por la situación —. ¡Anakin Skywalker, despierta en este momento! —exclamste nuevamente en un susurro, buscando tu ropa por la habitación que era todo un desorden para variar.
—Unos minutos más, ven aquí conmigo —respondió el rubio, tomando de tus caderas para que así quedaras encima de él y pudiera abrazarte fuertemente como si fuera un oso de peluche.
—¡Anakin, no! —susurraste, intentando que Anakin te soltara, pero debías admitir que era inútil, el rubio era realmente fuerte, mucho más que tu.
—Anakin, si —respondió el joven Maestro, haciendo que no pudieras escapar de sus brazos.
Juntaste todas tus fuerzas para lograr escapar de Anakin y cuando por fin lo lograste después de unos segundos, caíste de cara directo al suelo, provocando que el Maestro Kenobi se preocupará por los ruidos de dolor que hiciste.
—¡¿Está todo bien allá adentro?! —preguntó el Maestro aún afuera de la habitación, pero listo por si tenía que entrar.
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Anakin Skywalker (One Shots)
Fiksi PenggemarPequeñas historias sobre nuestro precioso Anakin "don berrinches" Skywalker que simplemente se me ocurren en mi día a día. Espero les guste :D 28/03/2023