Capitulo 12

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Reborn se sentó en la silla, que para el caso había puesto junto a la cama, y pensar que apenas hacía unas horas en esa misma cama había tomado como suyo a su compañero de vida, mientras juntos alcanzaban el cielo quemándose en las mismas brazas del infierno. Ahora todo estaba tan confuso que no terminaba por entender que había pasado.

—El médico llegara en cualquier momento— anuncio Mara después de atender el teléfono— Se retraso debido a una tormenta.

El lobo simplemente asintió con un movimiento de cabeza, había vigilado el sueño de Auron, sentado en esa dura silla, desde hace demasiadas horas; el día había terminado y ahora era entrada la noche, solo esperaba que el maldito médico llegara pronto. Su cachorro estaba afiebrado, la frente húmeda por la traspiración, en ocasiones gemía como si un misterioso dolor lo hiciera doblarse.

Unas fuertes pisadas y voces apagadas que provenían desde el pasillo pusieron en aviso a Reborn de que tendría visitas. La puerta se abrió para darle paso a Momon, médico de los lobos. El hombre era tal cual Reborn lo recordaba, alto hasta llegar al metro ochenta y cinco, cabello blanco corto al estilo desordenado, por su costumbre de pasarse las manos por el cabello, y unos ojos azules del tipo entrometido.

—Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos— extendió la mano el médico, el alfa respondió al saludo poniéndose de pie y brindando la suya— Parece que hubiera pasado siglos desde nuestras correrías universitarias.

—Digamos que muchas décadas— se encogió de hombros Reborn— pero no te traje para tomarnos una copa y hablar de los viejos tiempos, necesito que ayudes a mi pareja.

— ¿Y por qué no lo dijiste antes? — Se quejo el doctor desviando la vista por primera vez hacia la cama— ¿Él es tu pareja?... ¿Un hombre?

Reborn se limito a alzar una ceja, en un claro gesto interrogativo— ¿Eso hace alguna diferencia? —

Monon solo acato a encogerse de hombros— no es problema, es solo que como tú eres el alfa y eso.

—El destino escoge a la pareja de cada uno— quiso puntualizar Reborn dándole una mirada evaluativa al felino— él es mi compañero.

Momon de inmediato entro en su modo profesional, sentándose a un lado de Auron, en la orilla del colchón, puso el maletín médico sobre la silla donde antes pasara las horas Reborn — ¿Dime qué le ocurre? — Pregunto al ansioso alfa, mientras revisaba los signos vitales de su nuevo paciente.

El cachorro comenzó a abrir los ojos, después de horas de no dar muestras de vida — ¿Qué pasa? — Pregunto sentándose algo confundido viendo a un desconocido sentado sobre su cama. Recorriendo con la vista vio al alfa y a Mara de pie mirándolo con algo parecido a la lástima.

—Tranquilo, cachorro— hablo Momon, dedicándole al felino una de sus sonrisas ganadoras— soy médico, un medico de lobos. Me enviaron a buscar porque un lindo felino estaba enfermo.

—Yo no estoy enfermo— apretó fuerte la manta contra su pecho, buscando algo de protección— solo he estado algo cansado, es todo.

Reborn dio un paso adelante, quedando con las rodillas golpeando la orilla del colchón — ¿Cansado? —Gruño el alfa arrugando el ceño— según me informo Mara, no has comido casi nada, si eso no fuera suficiente, vomitaste cuando nos dirigíamos a la ciudad y te desmayaste en mis brazos, eso sin contar que anoche te atreviste a atacarme.

El doctor miraba de uno al otro hombre, no le paso desapercibido el ligero temblor en el cuerpo del felino y el olor a miedo que comenzó a saturar la habitación —Creo que será mejor que me dejes solo con el paciente— prácticamente ordeno Momon señalando la puerta— espérenme en la sala de entretenimiento que observe cuando entraba.

𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora