Capitulo 15

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—¡Más!—Grito Auron cuando sintió a Reborn enterrado hasta las pelotas, luchando contra el agarre de las manos grandes que lo sostenían por las caderas trato de moverse.— ¡Muévete… ahora!— Reborn sonrió sin soltarlas caderas de su cachorro mandón.

— ¡Olvidas quién es el alfa!— jadeo tratando de mantener el control hasta asegurarse de que no dañaría a su compañero de juegos, lo quería en buen estado para su mañana de follón.

— ¡Muévete de una puta vez!— Mostro los colmillos Auron, la pantera furiosa gruñía desde lo profundo del pecho tratando de liberarse. Reborn salió de la entrada apretada apenas lo suficiente para entrar hasta el fondo de su Auron, el felino gruño complacido, los ojos ámbar adquirieron un tono gatuno, los delgados colmillos emergieron en la boca. La pantera quería jugar también, eso le dio confianza a Reborn, su gatito iba a poder cambiar de nuevo, de eso su lobo se encargaría.

—Se siente tan bueno— ronroneo Auron pasando las manos por la espalda solida de su amante—te deseo tanto—. El lobo cubrió con su cuerpo la figura más pequeña de su amante, tomando la boca de cereza lo penetro con la lengua al mismo ritmo que su pene violaba la entrada apretada. Las piernas esbeltas de Auron se enredaron en la cadera de Reborn luchando para que la penetración fuera más profunda. Una delgada capa de sudor cubría los cuerpos de los amantes que se retorcían entre las mantas de seda de la cama del alfa. El contraste de la piel palida de Reborn con la suave textura del caramelo de Auron los convertía en dos piezas de un todo que encajaban a la perfección. El largo cabello castaño y rubio ensortijado de Auron estaba esparcido por sobre la almohada mientras Reborn mecía el cuerpo con cada embestida de sus caderas. Las garras del felino se alargaron hasta clavarse en la piel de los hombros de Reborn, delgados hilos de sangre corrían por la espalda y el dorso del hombre más grande. Los colmillos filosos de Auron se clavaron en la clavícula de Reborn mientras este lo mordía a la vez a su amante. Chorro tras chorro de semen acompañado con gruñidos marcaron un largo orgasmo entre los dos hombres. Suerte que Reborn siempre le había encontrado atractivo a una jodida ruda, porque la pantera dentro de Auron quería dejarle claro al alfa que bien podía haberlo perdonado la parte humana, pero que la pantera tenía que ser convencida aún. El lobo miro a través de los ojos de Reborn a la pantera que vigilaba tras los ojos ámbar de Auron, con una lamida en la boquita entreabierta de su amante le pidió perdón al animal que vivía en su interior en un gesto que demostraba sumisión. La pantera gruño levemente antes de que Auron cayera dormido sobre la almohada. El lobo aún atrapado por el nudo dentro del culo de su amante, se quedo allí observando la belleza del cachorro, jurándose a sí mismo que no cometería el mismo error dos veces, confiarían en él hasta las últimas consecuencias.

Auron se estiro, un delicioso olor a huevos revueltos y café sedujeron su sentido del olfato, pero estaba demasiado cansado para abrir los ojos. —¡Vamos, gatito dormilón! — Escucho la voz conocida de Reborn, se oía tan lejana que no valía la pena despertarse. A ciegas tomo la manta y se enrollo en ella de pies a cabeza, era demasiado temprano para salir de la cama.

—Ya voy abue— se quejó entre dientes Auron al sentir como alguien halaba la tela tratando de sacarlo de su cálido nidito — solo déjame un ratito más, te juro que no llego tarde a la escuela—.

Reborn sonrió con ternura, había sido educado desde muy pequeño teniendo claro que se esperaba de él, Mara había tratado de mantener su humanidad entera, hasta ahora había pensado que nada haría que su duro corazón temblara, que equivocado estaba. La visión de su pareja dormido hecho un rollo entre las mantas, los risos desordenados cubrían su cara y la almohada dándole un aspecto de hombre bien amado. Su hombre, grito su parte animal, su pantera.

El ligero ronquidito le dijo al lobo que el cachorro se había vuelto a dormir profundamente, casi sintió lástima por la pobre abuela que tenía que despertar a ese flojo cada mañana. Descubriendo un lado juguetón que no sabía que tenía, tomo una esquina de la manta y la jalo con fuerza haciendo que Auron callera sobre su culo sobre el suave colchón de la cama.

𝐏𝐨𝐫 𝐔𝐧𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐃𝐞 𝐋𝐮𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora