capitulo 5

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Kaeya se sentía agotado, intentaba ocultarlo lo más que podía, pero sabia que en cualquier momento podría ser descubierto por el pelirrojo y este pensaría que trata de aprovecharse de él con algun truco o engaño

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Kaeya se sentía agotado, intentaba ocultarlo lo más que podía, pero sabia que en cualquier momento podría ser descubierto por el pelirrojo y este pensaría que trata de aprovecharse de él con algun truco o engaño. Además de que le daba cierta vergüenza admitir que se estaba quedando sin energía, ciertamente él no era de rogar, pero lo vería necesario en esta situación a no ser que quiera que su autocontrol se vuelva inestable, sea descubierto como demonio y Diluc lo entregue a Rosaria al verlo como una molestia, solo tenia que esperar a que el pelirrojo tuviera un descanso o aguantar todas las horas que trabaja para hablar sobre el tema.

Sentía los minutos como si fueran horas, recién daban las 8:21 y ya sentía el típico dolor de cabeza y mareo, percibía como poco a poco sus colmillos dejaban de parecer humanos y sentía el deseo de clavar una pequeña mordida en el blanco cuello de Diluc.

Afortunadamente, el sonido de la puerta al abrirse lo hizo despertar y llevar su mirada a otro lado que no sea el bonito pelirrojo. Al momento que se abrió la puerta, notó un cabello naranja conocido y agradeció a todos los demonios de los cuales recordaba nombre.

Aquel cabello naranja le pertenecía a su compañero de trabajo y amigo, Ajax, que ya hace un tiempo había dejado el Inframundo por una persona que lo había contratado de forma permanente. Le sorprendió un poco encontrarlo tan pronto y justo en la cafetería de Diluc, pero supuso que sería en alguno de estos días que finalmente se podrían ver, ya que él fue quien le proporcionó un celular al momento en que se enteró que dejaría el Inframundo.

En cuestión de unos segundos la mirada rojiza de Diluc se dirigió también a la entrada, teniendo en mente quien era el cliente que llegaba tan temprano casi todos los días.

—Buenos días. —

—Buenos días Zhongli y Tartaglia, ¿lo mismo de siempre? —

—Si, por favor. —

En el momento que Zhongli y Diluc terminaron esa corta conversación, rápidamente Tartaglia sintió la presencia de Kaeya, ambos hicieron contacto visual y el castaño fue automáticamente tomado del brazo por Tartaglia para que se sentaran dónde estaba Kaeya.

—¡Hey! Kaeya, cuanto tiempo sin verte, me alegra encontrarte aquí. Te presento a Zhongli, es quien me contrató, gracias a una amiga suya, pudo conseguir el contrato permanente, cosa que me agrada mucho ya que estaré con esta persona linda por siempre. Cuéntame, ¿quién te contrató? — Dijo enérgicamente mientras tomaba asiento delante del peli azul y palmeaba la silla a su lado para que Zhongli se sentara igual.

—Hola, un gusto volver a verte Ajax, y un placer conocer al Señor Zhongli. —

­—No es necesaria tanta formalidad, puedes llamarme solo Zhongli, además de que claramente eres mucho mayor que yo. — Habló finalmente el castaño, dedicándole una suave sonrisa a Kaeya, la cual fue devuelta en señal de afirmación. — Si no les molesta yo estaré trabajando en algo, hablen tranquilos. — Dijo mientras sacaba un portátil de su portafolio.

¡Rosaria! • kaelucDonde viven las historias. Descúbrelo ahora