Capitulo 3

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Mientras en la Roca del Rey, Sarabi trataba de atender lo mejor posible a sus inesperados huéspedes, pues sería una tontería desatender o ser grosero con los embajadores de reinos vecinos que podrían sentirse ofendidos e iniciar una guerra que seguramente costaría muchas vidas. Zazu había encontrado a Simba junto a Nala cerca de la frontera con las Lejanías, pues el león se sentía con el valor necesario para ir a ver si lo que contaban sobre ese lugar era cierto; al parecer ya se le había olvidado lo que había ocurrido en el cementerio de elefantes. Pero cuando supo lo que pasaba, salió corriendo de vuelta a la roca. Mufasa aún iba en camino, seguía pensando que rayos estaba pasando. No había llegado una comitiva de otro reino a Pridelands desde los tiempos de Mohatu. Asi que decidió acelerar el paso.

Cuando llegó se dio cuenta de que se trataba de otro leon, un tigre y una leopardo, está última por alguna razon se le hizo familiar, pero no dijo nada, pues no recordaba donde la había visto antes. Entonces uno de ellos, el león, hablo:

-Disculpe ¿Usted es el rey Mufasa de Pridelands?

-Si, lo soy- contesto Mufasa.

Apenas lo vieron, los tres inclinaron la cabeza en señal de respeto al lider de aquellas tierras.

-Alteza- dijo el león, mi nombre es Nabi, noble embajador y mensajero del reino del Sol, gobernado por el justo rey Malik.

-Yo- dijo el tigre -soy Tafari, representante de Omari, gran líder de los tigres, del reino de la selva africana.

-Y yo- dijo finalmete la leopardo -soy Oni, noble perteneciente al nuevo reino de Aganman.

-Mucho gusto, les doy la más cordial bienvenida al reino de Pridelands, yo soy Mufasa, hijo de los reyes Ahadi y Uru, ella es mi esposa y reina Sarabi.

-Mucho gusto- dijo Nabi.

-Wow- dijo de sobresalto el tigre Tafari -no sabe lo emocionados y honrados de conocerlo finalmete, majestad.

-¿Emocionados?- pregunto Mufasa un poco desconcertado.

-Si, señor- volvió a decir Tafari -las historias y crónicas de su histórico viaje han llegado hasta el más recondito reino africano, pues todo Imperio, reino, clan y familia en África han oído por lo menos una vez la gran hazaña del rey Mufasa y su viaje para regresar a su hogar, y salvarlo de las garras de un tirano.

-Pues, vaya, me siento muy honrado de escuchar estoy. Sabía que la historia de mi viaje corría por allí, pero nunca pensé que fuera a conocerse tanto.

-Muchos admiran todo lo que usted hizo y paso -dijo el león Nabi -desde su viaje desde la gran planicie, hasta su encontró con los Aadan.

-¿Que Aadan?- pregunto curiosa Sarabi.

-Son los humanos- le respondió Mufasa

-Asi es, solo que en nuestras tierras les llaman así- respondió Oni.

-Y le repito que nos sentimos muy honrados al estar aquí- volvió a decir el tigre -a mie gustaría escuchar el relato de los Aadan o del valle de la muerte.

-Talvez en alguna ocasión, lo prometo- dijo el león -pero me imagino que su motivo para venir hasta aquí, y realizar también un largo viaje, no solo es venir a conocerme y alargarme.

-Asi es majestad- dijo Nabi -el verdadero y principal motivo se nuestro viaje, es el hacerle una invitación.

-¿Una invitación?.

-Asi es, alteza- dijo Oni -Vera, los soberanos de nuestros tres reinos han hecho una alianza, en la cual se ven beneficiados todos los territorios de nuestro amplio mundo.

 LA BÚSQUEDA DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora