CAPÍTULO 6

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Historia creada sin fines de lucro.
Los personajes pertenecen a Nagita & Igarashi.
Historia basada en la temática del "Fantasma de la Ópera" en conmemoración al aniversario del grupo Biblioteca Grandchester.

El fic contiene escenas violentas y para adultos mayores; descripciones sexuales explícitas. Si no gustas de ellas, pasa de largo.
La historia está en proceso.

El fic es completamente de mi autoría. No se permite su reproducción, parcial o total, en ninguna plataforma.

Escena ¡HOT!

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Candy notó el temor de Terry, por lo que sostuvo su rostro entre sus manos, para evitar que el chico viera el espejo y descubriera la falta de su reflejo, lo miró con infinita ternura y sonrió. Su rostro iba cubierto por esa máscara que era su fiel aliada hasta el momento.

--No temas, querido. –Habló suavemente. –Conozco cada recoveco de este lugar porque yo lo reconstruí.

Terry la miró sin decir palabra, su corazón brincaba alocadamente en su pecho, amenazando con salirse. Era hermosa, pero había algo en ella que le inquietaba en gran manera. Sin embargo, su profunda mirada y su dulce voz, lo incitaban a bajar la guardia y dejarse llevar por su cercanía.

--¿Quién eres? –Indagó el joven.

Ella se separó de él y caminó hacia el enorme espejo que estaba abierto. Terrence se sorprendió al notar que tal accesorio en realidad era una puerta de acceso hacia algún lugar, entonces empezó a sospechar que, los susurros que escuchaba o miradas que sentía sobre él, no eran parte de su imaginación.

--Ven conmigo y descúbrelo. –Pidió ella extendiendo su delicada y pálida mano hacia él.

El guapo actor se paralizó en su lugar. Sentía miedo ante esa desconocida chica que lo trastornaba, sexualmente hablando, al grado de olvidarse de su querida novia, con quien tenía planes de boda y una vida a su lado.

--Yo... --Balbuceó el joven.

--Ven conmigo. –Pidió la rubia, aunque sonó más a una orden.

Observar esos enormes ojos que parecían suplicar una respuesta a su invitación, hizo que Terry, como hipnotizado, se levantara de su asiento y se encaminara a la mano que ella le extendía para juntos atravesar el portal. Una vez del otro lado, la puerta se cerró y comenzaron a bajar por unas amplias, lujosas e iluminadas escaleras que él pudo reconocer muy bien.

--Son las catacumbas. –Afirmó el chico y ella lo miró sonriente.

--No esperaba menos de ti, mi culto actor.

Terry se ruborizó ante el cumplido y, dejando todo nerviosismo de lado, comenzó a apreciar el hermoso lugar que se mostraba ante sus ojos, el cual era espléndidamente hermoso y con detalles altamente cuidados. Cuando llegaron a una especie de bifurcación, Candy tomó el lado derecho y la caminata ya no incluía escaleras.

--Dijiste que tú reconstruiste el teatro, ¿eres la dueña?

Candice lo miró de soslayo y asintió. Iban tomados de las manos, como una pareja que se conociera de siempre, y a través de ese tacto, podía detectar el palpitar del corazón del hombre, y también su calor, lo que la estaba excitando sobremanera, aunque él fuera ajeno a ello.

--Tenía que rescatar este hermoso lugar. –Confesó la joven. –Sé que se puede ser muy feliz a través de las obras que se representan.

--Creo que fue una magnífica elección hacerlo, una gran contribución al mundo entero. –El silencio se instaló entre ellos, Terry mirándola de soslayo mientras admiraba el brillante y largo cabello. --¿Por qué te escondes en el anonimato? –Preguntó espontáneamente.

ANHELO ENTRE SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora